Euskadi presenta las mayores tasas de empleo en las personas formadas en tecnologías y salud

Pero aún así, las posibilidades de conseguir una ocupación aumentan de manera considerable para quienes poseen una formación superior –FP o título universitario– o especializada en determinadas materias, ya que como recogen numerosos informes la tasa de paro es notablemente más elevada en los colectivos sin formación o con niveles básicos de estudios.

Eso sí, también se dan importantes diferencias según los tipos de formación. Tanto es así, que en el caso de Euskadi hay disparidades de hasta más de 50 puntos porcentuales entre las tasas de empleo de las que gozan unas cualificaciones académicas u otras. En concreto, la tasa de empleo más alta se da entre las personas formadas en tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs), que alcanza un 84,5%. Es decir, de las 42.000 que tienen este tipo de estudios en el País Vasco, 35.500 están ocupadas y sólo 2.800 se encuentran en el desempleo, lo que supone una tasa de paro para este colectivo del 7,3%, casi 2,7 puntos porcentuales menos que la del País Vasco en 2018, que fue del 9,97%. Las 3.700 personas restantes pertenecen al grupo de inactivas; aquellas que, normalmente ya jubiladas, se encuentran fuera del mercado laboral.

Estos son algunos de los datos que se pueden extraer del análisis de la submuestra de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente a 2018, dada a conocer hace unos días por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y en la que se diseccionan algunos detalles del mercado laboral español.

De los 10 subgrupos en los que la EPA divide los tipos de formación, en el País Vasco, tras las TICs, las mayores tasas de empleo las presentan con un 78,2% las 98.800 personas formadas en materia de salud y servicios sociales, de las que 77.300 están ocupadas. Este colectivo es, además, el que goza de una menor tasa de paro, tan sólo un 3,53%, casi un tercio menos que el desempleo general de Euskadi.

Le siguen en el ranking de los niveles de conocimientos específicos con más posibilidades de encontrar un trabajo en la comunidad vasca las ciencias sociales (su tasa de empleo es del 75,8%); la mecánica, electrónica y otras especialidades de carácter técnico para la industria y la construcción (71,7%); y las ciencias naturales, químicas, físicas y matemáticas (70,9%).

A continuación figuran quienes poseen formaciones en educación (con una tasa de empleo del 68,8%); en agricultura, ganadería y pesca (68,6%); en artes, humanidades y lenguas (66,2%); en negocios, administración y Derecho (65,3%) y en otros servicios genéricos (63,1%).

Y como suele ser habitual, acceder a un puesto de trabajo para quienes no tienen un nivel académico superior o titulación específica alguna está mucho más complicado. Tanto es así que esta clasificación la cierran, con una tasa de empleo de sólo el 30,5%, las personas que la EPA enmarca bajo el epígrafe de 'formación general, básica de adultos y habilidades personales', que se corresponden con aquellas que han alcanzado la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) o, a lo sumo, el Bachillerato. Esta circunstancia supone todo un problema, puesto que casi la mitad de la población vasca mayor de 16 años –en concreto el 48,5%– posee únicamente ese nivel de estudios.

De hecho, y dado que es algo inversamente proporcional, este colectivo también es el que padece un mayor nivel de paro, con una tasa del 16,03%, más de seis puntos por encima del 9,97% del índice vasco de paro. Por contra, los niveles más bajos de paro en Euskadi corresponden, además del ya reseñado 3,53% de los formados en salud y servicios sociales, a los especialistas en ciencias naturales, químicas, físicas y matemáticas (4,68%); y a quienes poseen formación en mecánica, electrónica o técnica para la industrial o la construcción (5,38%).