Arantxa Tapia y Reyes Maroto, en una imagen de archivo. ignacio pérez

Euskadi y otras ocho autonomías con plantas de coches ven insuficiente el plan de automoción

Tapia envía en su nombre otra carta a la ministra de Industria en la que advierte de carencias en el lado industrial y vuelve a exigir una reunión

Sábado, 20 de junio 2020, 01:07

Nueva carta dirigida a la ministra de Industria por Euskadi y las otras ocho comunidades autónomas con fábricas de coches y de componentes. Ya le remitieron una primera el domingo 7 de junio para exigirle una mesa en la que debatir una «estrategia común» ... en automoción con medidas a corto, medio y largo plazo. Ayer, después de que el lunes el Gobierno de Pedro Sánchez presentara con gran solemnidad su plan de 3.750 millones de euros para el sector, volvieron a escribirle a Reyes Maroto para advertirle de las carencias de ese programa, especialmente por el lado industrial, e insistirle en la necesidad de convocar una reunión conjunta.

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Al igual que la primera, esta segunda carta tiene de remitente a la consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, dado que Euskadi está liderando la iniciativa, en la que también participan Cataluña, Galicia, Cantabria, Valencia, Castilla y León, Aragón, Navarra y Madrid. Hay varios reproches en la misiva. Para empezar, expresan su malestar por no haber recibido información directa del plan, una falta de comunicación y coordinación que ya ha generado varios desencuentros en los últimos tiempos. Eso sí, reconocen que es mejor «disponer de un documento que de una hoja en blanco».

«Es mejor que una hoja en blanco, pero hay ausencias significativas asociadas al desarrollo industrial»

La misiva

Pero van más allá. Advierten de que, tras un rápido análisis del plan, han «detectado ausencias muy significativas asociadas al desarrollo industrial del sector». La consejera Tapia explica a EL CORREO cuáles son estas carencias: «Está muy centrado en el estímulo de la demanda -en referencia a los programas Renove- y echamos de menos un planteamiento industrial que dé soporte al sector y a su proyección y posicionamiento». Señala que el futuro de la automoción en el País Vasco «no pasa sólo por que se compran y vendan muchos vehículos en Euskadi».

Las dudas de compatibilidad

Tapia valora positivamente el programa Renove contemplado en el plan, que incluye por fin ayudas a la compra de coches diésel y gasolina tal como hace el vasco y tal como se le había pedido a Maroto en la anterior carta. El único reproche que se hace en este sentido es la falta de claridad en algunos aspectos, como por ejemplo en si se pueden sumar o no las subvenciones de los planes estatal y vasco. La ministra de Industria aseguró el martes que «eran compatibles», pero en Euskadi sigue habiendo gran incertidumbre al respecto porque históricamente nunca lo han sido. De hecho, Tapia ha manifestado sus dudas al respecto y su creencia de que finalmente no se podrán sumar.

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Pero, al margen de esta incógnita y de alguna otra como «la procedencia y el uso de los recursos», el grueso de la crítica se refiere al aspecto industrial. «Necesitamos desarrollar nuevas tecnologías, habilitar infraestructuras avanzadas, analizar cómo se están comportando los mercados y la oportunidad de cada uno de ellos, reflexionar sobre las cadenas de suministro, revisar los costes energéticos en el Estado... De todo esto es de lo que queremos hablar en esa reunión solicitada a la ministra», explica la consejera.

«El futuro de la automoción en Euskadi no pasa sólo por que se vendan coches aquí»

arantxa tapia

El plan de Sánchez destina más de 1.000 millones a planes Renove o líneas ICO para la compra de vehículos de uso profesional, pero también dedica varios apartados a la parte industrial, como programas de financiación para proyectos en este campo o fondos para la investigación en tecnologías como el hidrógeno renovable.

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Sin embargo, el Gobierno vasco no ve suficiente apoyo para una industria que afronta un momento muy complicado como evidencia el cierre de Nissan en Barcelona. El coronavirus ha hundido la demanda y agravado los problemas de sobrecapacidad, lo que ha llevado a las grandes marcas a hacer ajustes. España afronta esta coyuntura con la debilidad de que los centros de decisión están fuera, en países como Alemania y Francia, muy activos en la defensa de su industria.

En Euskadi la automoción tiene un gran peso, con Mercedes y una potente industria de componentes encabezada por gigantes como Gestamp, Cie o el Grupo Mondragón. El Gobierno vasco pide más medidas para protegerla y lo mismo reclaman otras ocho comunidades, algunas de ellas también gobernadas por el PSOE, pero que no se dan por satisfechas con el plan de Sánchez.

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La clave

  • 3.750 millones de euros es el importe global del plan de Sánchez para apoyar la automoción

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