Euskadi necesita multiplicar por cinco sus puntos de recarga en dos años

La patronal del automóvil en España recoge un total de 20.243 puntos de recarga operativos a nivel nacional en los primeros meses de este año, a los que habría que añadir otros 6.475 postes instalados pero que todavía no están en funcionamiento. Además advierten de que sólo un 21% de esta infraestructura se corresponde con cargas de potencias superiores a los 22 kW.

Euskadi es la octava comunidad con más puntos de recarga, aunque muy alejada de las primeras posiciones lideradas por Cataluña, con 4.955 en funcionamiento. Le siguen Madrid, con 2.537 y Valencia, con 2.308. Además de la insuficiencia de la infraestructura y la baja potencia de las conexiones, desde ANFAC también han advertido sobre el exceso de «trabas administrativas y los largos procesos para su puesta en marcha».

Entre tanto, las exigencias marcadas desde Europa se han incrementado marcando una reducción del 55% en las emisiones de CO2 de los turismos para el año 2030 y del 100% para 2035, cuya materialización pasa necesariamente por una mayor penetración del vehículo electrificado. Esto supone elevar también de manera significativa el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) hasta 2030, que estimaba una cuota de mercado del 40% con 3,3 millones de turismos y furgonetas eléctricas, frente a las nuevas cifras de la UE que supondrían alcanzar los 4,3 millones de unidades en 2030 y los 9,8 millones cinco años después. Actualmente la cuota de mercado de vehículos electrificados en España representa el 9,6%, frente al 21,6% de la UE o el 31,4% de Alemania.

Inicialmente la normativa de estaciones de recarga y repostaje AFIR planteaba al menos un punto de recarga para cada diez vehículos, sin tener en cuenta la potencia o la capilaridad de los mismos. Desde ANFAC proponen partir de una potencia de 3 kW para los vehículos eléctricos y de 2 kW para los híbridos enchufables. Con estas estimaciones fijan un mínimo de 300.000 puntos de recarga como objetívimo mínimo para el año 2030 en España. Además es necesario contar con una red de alta potencia para poder emplear el vehículo eléctrico en trayectos de larga distancia, que permiten tiempos de carga reducidos de entre 15 y 27 minutos. Sin embargo, a finales del año pasado este tipo de postes todavía no llegaba al 4% del total instalado a nivel nacional.

El director general de ANFAC, José López-Tafall, ha destacado que los objetivos definidos por la Unión Europea «no se cumplen solo con el esfuerzo del sector, sino que precisan de un gran esfuerzo por parte del resto de los actores». Para su despliegue resulta «imprescindible» el compromiso del Gobierno, las Comunidades Autónomas y las administraciones locales, mientras la industria continua aportando una amplia oferta de modelos electrificados. «El desarrollo de infraestructuras de recarga de acceso público es esencial para el despliegue del vehículo electrificado y aquí hay mucho que avanzar», ha reivindicado.

ANFAC ha demandado la creación de un centro estatal para desarrollar e impulsar la infraestructura de recarga de acceso público, así como una mejora en las ayudas del plan Moves III y MITMA Moves con ayudas directas en la compra, no tributables, y una simplificación de los trámites necesarios para establecer puntos de recarga. También han solicitado cambios fiscales dirigidos a incentivar estas tecnologías.