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El Consejo General de Economistas presentó ayer su informe anual sobre «el panorama de la fiscalidad autonómica y foral», que en esta ocasión cobra especial ... relevancia por el debate sobre la política de bajos impuestos de Madrid en las puertas de sus elecciones. El representante que intervino por parte del Colegio Vasco de Economistas, Miguel Ángel Calle, aprovechó el ejemplo de la capital, que mantiene la exención total en Patrimonio y los tipos más bajos para las rentas altas en el IRPF, para derribar la imagen de que Euskadi se apoya en su capacidad normativa para hacer 'dumping fiscal'. «Hay mayores diferencias en otras comunidades del régimen común», afirmó.
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Calle, que es presidente del Registro de Asesores Fiscales (Reaf) del País Vasco, destacó que Euskadi es la segunda comunidad que más recauda con el IRPF por habitante, con 2.459 euros, solo por detrás de Madrid, con 3.280, y por delante de Cataluña (2.438 euros). Esta comparación, calculada con datos de 2018, es una novedad del informe de este año, que también incluye una relación entre esa recaudación y la renta por habitante: en ese indicador de presión fiscal el País Vasco se sitúa en la quinta posición, con un 12%.
Esa mayor recaudación por habitante se debe a los mayores salarios y los importantes ingresos por capital del País Vasco, pero lo más llamativo es que se obtiene a pesar de que los tres territorios forales son los que menos gravan las rentas medias comprendidas entre los 20.000 y los 70.000 euros. Así se observa en un ejemplo que pone el Consejo General de Economistas para un soltero, sin hijos, que solo obtiene retribución por su trabajo. En esa horquilla, Bizkaia, Álava y Gipuzkoa serían donde menos se paga por IRPF de toda España.
En las rentas por debajo de 16.000 euros la cosa cambia y los tres territorios forales están a la cabeza en presión, por detrás de Navarra. En las rentas altas, a partir de los 110.000 euros, Madrid se convierte en indiscutible 'paraíso', al ser la comunidad que menos grava, mientras que Euskadi se sitúa en la parte media de la tabla.
«Se puede concluir que se recauda mucho debido al alto nivel de renta, pero con un IRPF más progresivo, que grava menos a las rentas medias y más a las altas», resume Calle.
Los responsables del Consejo General de Economistas llamaron la atención sobre las diferencias que hay en las comunidades en los tipos máximos, después de que este año haya entrado en vigor una subida de dos puntos para el tramo estatal. Madrid mantiene el más bajo, con el 45,5%, frente al 54% que alcanza en la Comunidad Valenciana. En Euskadi es el 49%.
Aparte de sostener la menor presión en las rentas altas, la comunidad liderada por Isabel Díaz Ayuso es la única que mantiene la bonificación total en el Impuesto de Patrimonio. En este tributo Bizkaia, Álava y Gipuzkoa están entre los que tienen menor presión gracias al mínimo exento y los bajos tipos. Así, para el ejemplo de un capital de 15 millones, la cuota oscilaría entre 210.400 y 254.800. Pero la competencia es Madrid, con cero euros. Euskadi resulta, además, el territorio en el que más se recauda por habitante en este impuesto: 84 euros.
El País Vasco también está entre las comunidades que menos grava en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, en el que se detecta una «creciente competencia a la baja». En el ejemplo de un soltero que hereda 800.000 euros, aquí se pagarían 3.150 euros, una de las cantidades más bajas. En Asturias, el extremo opuesto, se abonarían 103.135 euros. Otro tanto ocurre en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
El presidente del organismo, Valentín Pich, urgió a abordar la reforma de la financiación autonómica, con la consiguiente revisión de los tributos ligados a ella y la capacidad normativa de las comunidades. En este contexto invitó a reflexionar sobre mantener figuras como el Impuesto sobre el Patrimonio y dio su opinión al respecto: «Creo que debería tener los días contados».
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