Euskadi concentró la mitad de todas las huelgas registradas en España durante el pasado año

El País Vasco también superó el 50% en las jornadas perdidas por paros y en los trabajadores implicados en ellos

Martes, 11 de abril 2023, 00:47

Euskadi lleva años a la cabeza de la conflictividad laboral en España, una posición de la que le gusta presumir al sindicato mayoritario ELA. Pero lo que ocurrió el pasado ejercicio se sale de lo normal. El País Vasco concentró la mitad de todas las ... huelgas registradas en el conjunto nacional, según el último balance del Ministerio de Trabajo. De un total de 679 paros, 342 tuvieron lugar en la comunidad autónoma vasca, lo que arroja una cuota del 50%. El año anterior el porcentaje fue del 37% y ya suponía un aumento respecto a la media de las últimas décadas.

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Lo más llamativo es que este protagonismo vasco en la conflictividad laboral no se limita al número de huelgas, que puede estar engordado si hay muchos pequeños conflictos de empresa. Euskadi concentró también más de la mitad de las jornadas perdidas por paros -385.128 de un total de 709.099- y lo mismo ocurrió con los trabajadores participantes en ellos, 107.125 sobre un conjunto de 192.751. Es un peso totalmente desproporcionado para una comunidad cuya población apenas representa el 4,5% de los 47,6 habitantes de España.

La clave

385.128 jornadas

se perdieron por huelgas en Euskadi en 2022, el 54% de todas las no trabajadas por este motivo en España.

Euskadi alcanzó ese peso récord del 50% en las huelgas en un año en el que la conflictividad creció de forma considerable por el debate sobre cómo trasladar a los salarios una inflación desbocada, que cerró en el 6,5% en 2021 y el 5,7% en 2022 y que solo ahora comienza a moderarse.

La pugna por subir los sueldos en línea con el IPC motivó un repunte de los conflictos en el conjunto nacional. Así, el número de huelgas aumentó un 12% en el ejercicio y el de las jornadas perdidas por ellas un 68%.

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El Metal de Bizkaia

Pero en Euskadi, como es habitual, el incremento fue muchísimo mayor, lo que revela la dificultad añadida que tiene la negociación colectiva en la comunidad autónoma debido a la presencia de cuatro sindicatos con fuertes divisiones entre sí, marcándose continuamente. El número de huelgas se incrementó un 53% en el año hasta las citadas 342, cerca del récord de 2013. Los partícipes en esos paros se multiplicaron por casi ocho, mientras que las jornadas perdidas se triplicaron.

Es cierto que hubo un conflicto, el del Metal de Bizkaia, que explica en gran medida estos datos, ya que es el de mayor impacto al afectar a 52.000 personas. Los trabajadores del sector realizaron 11 jornadas de huelga el año pasado hasta renovar el convenio a principios del pasado febrero, con el apoyo de CC OO, LAB y UGT y el rechazo de ELA.

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El pulso en el Metal de Bizkaia es un buen ejemplo de la forma en que se enquistan aquí los conflictos laborales. Mientras se habían cerrado acuerdos en prácticamente todas las provincias, en Bizkaia se rechazaba la propuesta de la patronal pese a que, según defendía, era mejor a la que habían firmado CC OO, LAB y UGT en Álava. Finalmente se pidió la mediación del Gobierno vasco para alcanzar un consenso que fue duramente criticado por ELA a pesar de recoger una subida salarial del 15% de 2022 a 2025, con cláusula de revisión en función del IPC.

Causas

La mayor división sindical y la estrategia de confrontación de ELA explican estos datos

Este acuerdo y otros similares han servido a la central liderada por Mitxel Lakuntza para arremeter contra LAB al acusarle de «aliarse con CC OO y UGT para neutralizar a ELA y firmar convenios que son más baratos para la patronal», según dijo en una entrevista reciente con 'El Diario Vasco'. El coordinador general de LAB, Igor Arroyo, contraatacó y le reprochó haber alcanzado un pacto con la patronal guipuzcoana, Adegi. En medio de esta pugna se negocia ahora el convenio del Metal en Gipuzkoa.

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Otro elemento que resulta revelador de la dinámica sindical de Euskadi es que en dos grandes empresas, Mercedes y Tubacex, los trabajadores castigaron en las elecciones sindicales a las centrales que habían pactado y firmado sus convenios. «Hay una cultura de tachar de 'vendido' al que acuerda», alertaba recientemente la viceconsejera de Trabajo, Elena Pérez Barredo, en una entrevista con EL CORREO.

Euskadi se consolida de esta forma como líder de conflictividad laboral, una posición que ha mantenido durante décadas y en la que se reforzó el año pasado.

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