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Sergio Llamas
Miércoles, 29 de enero 2025, 13:53
En los últimos diez años CC OO de Euskadi ha conseguido que se trate como enfermedades profesionales 875 casos que permanecían ocultos, ya que habían sido calificados como contingencias comunes. Así lo ha alertado este miércoles su responsable de Salud Laboral, Alfonso Ríos, quien ha ... advertido que más de la mitad de estas situaciones desde 2020 tienen que ver con enfermedades musculoesqueléticas que las mutuas habían derivado inicialmente a la sanidad pública «generando un sobrecoste para el sistema público y e influyendo en el deterioro de Osakidetza».
El sindicato ha denunciado en una rueda de prensa el «inmenso subregistro» que existe realmente acerca de todas las enfermedades profesionales que permanecen ocultas como contingencias comunes, debido principalmente a una «mayoría silenciosa» que acepta la decisión de la mutua sin acudir a los sindicatos o a un abogado privado que busque el origen de los daños sufridos para atribuírselos, de ser así, a su situación laboral.
«Por un lado hay una deficiente elaboración de las estadísticas, lo que significa que no tenemos una foto real de cómo las condiciones de trabajo deterioran a la gente y cómo matan a los trabajadores», ha denunciado Ríos, quien también ha alertado sobre «un fraude en las condiciones laborales» ya que lo que se desconoce, «no se puede prevenir» ni se invierten esfuerzos para evitarlo. Igualmente ha denunciado el efecto económico para las víctimas de estas enfermedades «que cobran menos de baja por enfermedad común de lo que corresponde a una enfermedad profesional», cuando aseguran que «gran parte de este problema deriva de que quienes tienen atribuida la capacidad de reconocer y atribuir lo que es la enfermedad profesional son las mutuas, que pueden derivar al sistema sanitario público en lugar de atenderlas».
Dentro de este círculo vicioso, el responsable de Salud Laboral también ha llamado la atención sobre cómo esta práctica «contribuye a saturar aún más las listas de espera de Osakidetza». «Quien quiera hablar de alargamiento de los procesos de baja tendría que focalizar su atención en este problema», ha advertido. En respuestas a preguntas de los periodistas, la central ha recordado que frente a lo que ocurre en el territorio, donde son los pacientes quienes deben acudir a los tribunales para conseguir que su enfermedad se catalogue como laboral, «en otros países es el sistema público de trabajo el que decide y si la mutua no está de acuerdo, tiene que pleitear», ha comparado.
El sindicato ha criticado que toda esta situación agrava el «mal llamado» fenómeno de «absentismo laboral» en Euskadi. Según denuncian, este fenómeno parece culpabilizar a los trabajadores de unas bajas que pueden estar originadas por sus condiciones laborales, pero que permanecen ocultas al catalogarse como enfermedades comunes. «En Euskadi tenemos una cifra elevada de bajas de incapacidad temporal (IT) por enfermedades comunes, pero esto no es un problema económico. Es un problema de salud de los trabajadores», ha remarcado la secretaria general de CC OO de Euskadi, Loli García.
Aunque los datos relacionados con las enfermedades musculoesqueléticas son especialmente reseñables, en CC OO también han alertado de otra de las principales problemáticas, los trastornos mentales de carácter leve. Juntas sumarían la mayoría de las enfermedades que original una baja laboral por enfermedad común. «Aquí hay un problema de origen profesional y de condiciones de trabajo que deriva del ocultamiento de enfermedades de carácter profesional que se van a seguir repitiendo si no se ponen las medidas adecuadas, pero también de un sobrecoste para los servicios públicos de salud y un intento de criminalización a los trabajadores que se cogen bajas por causas por claras», ha resumido García.
El sindicato vasco ha lamentado la falta de un conocimiento real sobre qué porcentaje de los casos totales pueden suponer los 875 casos de contingencias comunes que han aflorado en la última década, ya que no tienen constancia de que otras centrales estén realizando sus propios recuentos y muchos trabajadores aceptan el diagnóstico de la mutua o acuden de forma individual a sus propios representantes legales. «A propuesta de CC OO, el Gobierno vasco aceptó e incluyó en la estrategia vasca para la seguridad y la salud en el trabajo 2021-2026 estudiar este registro», ha detallado Ríos, quien también ha advertido que propusieron incluirlo en el plan de gestión para Osalan el año pasado, pero «de momento, por lo que nos consta, no se han comenzado estos estudios y es algo que hemos solicitado de manera constante».
El responsable de Salud Laboral de CC OO en Euskadi también llamó la atención sobre la estimación que realizó Osalan a finales de 2022 en el que cifraban que únicamente un 10% de los cánceres que pudieran tener su origen en causas profesionales eran calificados como enfermedades laborales. «El otro 90% no está calificado como tal y se atribuyen a fumar, a la mala suerte o a la genética. Todo esto tiene que ver con ese subregistro y supone muy graves consecuencias», ha denunciado.
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