«Si Europa no decide qué quiere ser, serán China o Estados Unidos quienes lo hagan»

González Laya se aferró a la máxima de convertir un problema en una oportunidad, como ya profetizara uno de los padres fundadores de la UE, Jean Monnet, quien dijo que el proyecto político en común del viejo continente se fraguaría en las crisis. Así lo recordó la hoy decana de la Escuela de Asuntos Internacionales de París al señalar lo ocurrido con la crisis financiera de 2008, la del covid en 2020 o la de la guerra de Ucrania en 2022. Hitos que se han resuelto con «más integración», como apostilló González Laya. Alertó, además, de los efectos del creciente control chino de las materias primas, de la guerra en Ucrania, del conflicto de Oriente Próximo y del posible impacto del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en la transición energética para abandonar el petróleo y el gas. La situación requiere de «una respuesta inmediata» respondió a la pregunta de «¿qué quiere ser Europa de mayor» lanzada por el moderador del evento, el jefe de las áreas de Política y de Economía de EL CORREO, Adolfo Lorente.

La experta, que también ha sido subsecretaria general de la ONU, aseveró que «hemos procrastinado demasiado en esa respuesta» y «estamos en un punto de no retorno». En vísperas de las elecciones a la Eurocámara, que se celebrarán el 9 de junio, «la ventaja es -insistió- que está en nuestras manos tomar la decisión, si no serán otros quienes lo hagan», en referencia a China o Estados Unidos.

La exjefa de la diplomacia española explicó que la invasión rusa de Ucrania ha evidenciado que «Europa no tiene una política de integración energética». Un grave problema, dijo, ya que se trata, junto a la seguridad, del elemento ordenador de la estrategia geopolítica del mundo.

El vicepresidente de la consultora internacional S&P, Carlos Pascual, que fue coordinador de asuntos internacionales de energía del presidente Barak Obama, insistió en la urgencia que supone para Europa concretar estas políticas. Entre otras cosas, porque «asistimos a nueve meses determinantes que resolverán el regreso o no de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos».

Pascual recordó que el país norteamericano ha apostado por incentivar su economía con las medidas de la Inflaction Reduction Act (IRA), que van a generar una inversión con ayudas y desgravaciones de más de un billón de dólares. Todo ello, aclaró, fortaleciendo sus empresas.

China, por su parte, viene subvencionando a su tejido empresarial desde hace más de diez años hasta «liderar la movilidad eléctrica» e invadir el mercado occidental con productos a precios muy competitivos.

Y es que los costes son la clave en este punto porque, como reconoció Pascual, la tecnología no garantiza alcanzar el objetivo de cero emisiones en 2050 de un modo competitivo.

El experto de origen cubano insistió en la necesidad de que Europa dé una respuesta «cuanto antes» para desarrollar las inversiones necesarias. «No esperaría a ver qué pasa en las elecciones americanas», apremió.

El esfuerzo económico que tiene desarrollar esas acciones, recordó el analista internacional, «recaerá en el sector privado», de ahí que la exministra reclamara a las empresas que planteen sus demandas a la UE. En este punto, González Laya insistió también en la necesidad de avanzar en una integración fiscal en la UE, «ceder capacidad en este campo a las instituciones comunitarias en áreas estratégicas como energía o defensa».

La necesidad de generar un mercado de capitales fue un punto en el que coincidieron ambos expertos en relaciones internacionales. González Laya recordó que los grandes inversores, como fondos institucionales, «no se están apalancando en Europa, se van».

Sobre el proteccionismo alertó de sus posibles consecuencias al apuntar que «dos tercios de la economía europea dependen de las relaciones exteriores», con lo que reducirlas minoraría el crecimiento. Por ello apostó por un equilibrio entre «apertura al mundo, pero mordiendo más» y avanzar en la integración y vertebración de Europa.

El contexto internacional vive «un panorama incierto desde el atentado de las torres gemelas, el 11 de septiembre de 2001». Así lo señaló ayer el presidente de EL CORREO, Enrique de Ybarra, en la apertura del foro 'Objetivo Actualidad'. De Ybarra insistió en que «atravesamos un momento crucial» en el que confluyen «la pérdida de poder adquisitivo de salarios, reducción de titulados universitarios con empleo, pérdida de confianza en las instituciones y aumento de deuda pública». Una «tormenta perfecta» que «dispara el populismo» y que hace que las «organizaciones supranacionales sean clave».

El presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra, destacó el ritmo de acontecimientos de la geopolítica mundial señalando que «vivimos en un contexto de complejidad que es propio de James Bond». Un entorno en el que «el mundo atlántico -en referencia a EE UU y Europa- debe responder a Asia». Según explicó López Atxurra, esa respuesta estará marcada por dos variables que se van a resolver en los próximos nueve meses. Por un lado, las elecciones a la Eurocámara del 9 de junio y las de noviembre, por otro, que desvelarán quién será el inquilino de la Casa Blanca y si Trump regresa a la presidencia.