Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
«¿Nos gusta? No. ¿Hemos pedido que se reduzcan los contratos? Sí, lo hemos pedido verbalmente y por escrito». Así lo decía esta semana la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Energética, Teresa Ribera, mientras las empresas siguen comprando gas natural licuado (GNL) a ... Rusia. No solo siguen importándolo, sino que además, en lo que llevamos de año han casi duplicado las operaciones habiendo descargado un total de 41.146 GWh de combustible hasta el mes de junio, un 80% más que los 22.000 que hasta la misma fecha había el año pasado.
El Puerto de Bilbao, por su ubicación geográfica, es la principal puerta de acceso a España de este gas y concentra el 40% de las descargas. Eso supone que 15 buques, casi la mitad de los 36 que han atracado en Bahía de Bizkaia Gas, traían contenido extraído en el país gobernado por Vladímir Putin. A pesar de la guerra provocada por invasión de Ucrania, los productores rusos no solo no han dejado de vender el GNL a España, sino que han incrementado las ventas hasta convertirse en el primer proveedor del país de este producto, con esos 41.146 GWh que representan el 27,4% del total. El gas natural licuado supone el 85% de toda la demanda española de este combustible, que cuenta con el principal proveedor en Argelia a través de su gasoducto.
Las razones descansan principalmente en la fuerte dependencia que tiene Europa de este combustible y que no le ha permitido aplicar vetos comerciales como sí se ha hecho con el petróleo o el diésel. Desde la propia Comisión Europea han señalado en más de una ocasión que ese cierre comercial no estaba encima de la mesa. La propia vicepresidenta Ribera recordó que «es muy difícil imponer algo si no hay norma» para ello.
En este aumento de tráfico, Bilbao sigue consolidándose como el principal puerto gasero de España. Hasta junio descargó 36 buques, más que cualquier otro puerto, con un total de 35.116 GWh por delante de las infraestructuras de Cartagena, Huelva, Barcelona, Sagunto y Mugardos.
Desde este mes, la puesta en funcionamiento de El Musel, en Gijón, abre un puerto más para realizar descargas de gas en el Mar Cantábrico que restará, al menos, el tráfico mínimo operacional de 12 buques anuales. La infraestructura asturiana comenzó a funcionar la semana pasada y se activaron las inversiones para ponerla en activo en 2022 dentro del plan de contingencia del Gobierno de España ante el riesgo de un desabastecimiento de gas tras la invasión de Ucrania.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.