Escrivá asegura que la subida de las cotizaciones no frenará la creación de empleo

Sin embargo, ante el inicio del retiro laboral de la generación del 'baby boom', los nacidos entre 1957 y 1977, que suponen 7,7 millones de trabajadores que deberán ser absorbidos por el sistema en las próximas dos décadas, Escrivá reconoció que se generarán «tensiones, pero temporales».

Para aliviarlas defendió la «válvula de seguridad» que supone volver a llenar el fondo de reserva -la hucha de las pensiones-, mediante un incremento de las cotizaciones del 0,6%. El 0,5% aportado por las empresas y el 0,1% por los trabajadores. Una medida que ha provocado un enorme enfado en la patronal CEOE, que ha advertido del impacto negativo que tendría en el empleo, dado que la mayor parte de esta subida recaería sobre las empresas.

Pero el ministro negó la mayor: «El coste de la hora trabajada en España es de 21,9 euros, frente a 36,5 en Francia o 31,4 de media europea. ¿Una subida de las cotizaciones del 0,6% cambia el panorama de los costes laborales y frenará la creación de empleo? No es así, lo hemos analizado exhaustivamente», aseguró. Defendió que es una medida inocua en términos de empleo y de competitividad, pero que tendrá un efecto benéfico para apuntalar la Seguridad Social. En concreto, indicó que permitirá rellenar la hucha de las pensiones con 50.000 millones de euros hasta 2031, un colchón que «nos dará certidumbre a diez años vista».

Respecto a la posibilidad de traspasar los denominados 'gastos impropios' de la Seguridad Social a los Presupuestos Generales del Estado, Escrivá reconoció que al igual que otros países de la UE, España padece un déficit estructural derivado de unos «ingresos fiscales bajos. Renunciamos a 70.000 millones por la vía de exonerar impuestos a las empresas. Por tanto hay margen». Preguntado por si con ello sugería una subida de impuestos, el ministro respondió que «no, pero sí una reevaluación de las exoneraciones».