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Estudió Empresariales en La Comercial de Deusto y tras un periplo por varias compañías y una larga estancia en Estados Unidos, se animó a fundar una empresa dedicada a la formación en habilidades digitales. Es el viejo modelo del empresario que ve una oportunidad de ... negocio -formar en materias como ciberseguridad o analítica de datos- donde los demás solo ven el problema de la escasez de personas preparadas para atender una demanda que crece de forma intensa. Iker Arce, fundador y consejero delegado de The Bridge, que se define como una 'aceleradora de talento digital', está a punto de abrir su campus en el País Vasco de la mano de la fundación BBK. Y advierte de que los países que antes consigan remendar esta brecha en el mercado laboral, «tendrán una clara ventaja competitiva». Y no somos los más rápidos por ahora en esta materia.
- ¿Dónde está la clave para explicar la brecha que existe entre demanda y oferta en ciberseguridad y en otras disciplinas digitales?
- Es sencillo. El sistema, sobre todo el sistema educativo, no es capaz de generar lo que el mercado necesita. Y la solución no es sencilla porque si hay pocos especialistas, pocos técnicos en la materia, también hay pocas personas capaces de formar a los nuevos especialistas. Resolver esto es un proceso que requiere su tiempo, no se puede de la noche a la mañana.
- Es un problema vasco, español, europeo...
- Es mundial. Todos los países tienen las mismas carencias más o menos. Algunos, sin embargo, se han aplicado ya de forma contundente en la tarea.
- ¿Quién por ejemplo?
- Yo he trabajado algunos años en Estados Unidos y allí nos llevan ventaja. Fue algo que la Administración Obama vio con claridad y puso en marcha varios programas federales para acelerar la formación de especialistas. Nos llevan entre tres y cuatro años de ventaja. Y los países que sean capaces de resolver esta carencia con mayor rapidez, serán los que tendrán una ventaja competitiva.
- ¿Cuál es la mejor materia prima para formar a un experto en ciberseguridad? ¿Un ingeniero de sistemas, un físico, un matemático...?
- Esa formación de base se tiene en cuenta, pero nosotros hemos aprendido que no es lo fundamental. El éxito en ciberseguridad suelen alcanzarlo personas que tienen habilidades ocultas, independientemente de cuál sea su formación previa.
-¿Ocultas?
- Por ejemplo inteligencia computacional, que es la capacidad para relacionarte con un ordenador. También agilidad en el aprendizaje, aprender mucho y muy rápido. Son dos características determinantes. Formas en herramientas, en protocolos, pero nadie sabe cuáles van a ser las amenazas de dentro de cuatro años. De ahí que sean necesarias esas habilidades ocultas.
- En la experiencia que tienen ustedes, ¿cuál es el grado de empleabilidad de un técnico en ciberseguridad?
- Lo tenemos medido. En el conjunto de las formaciones de técnicos digitales, el 96% ha encontrado trabajo 180 días después de terminar su formación. En la especialidad de ciberseguridad esa tasa se consigue a los 90 días, en la mitad de tiempo. Y lo cierto es que cuando están a la mitad de su proceso de formación, la mayoría ya ha recibido una oferta de trabajo.
- Y quienes contratan, ¿se decantan por un título concreto?
- La presión del mercado laboral es tal que se ha derrumbado la 'titulitis'. Las empresas quieren expertos que sean capaces de demostrar que lo son. Les da igual el título académico.
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