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Pagar más de 2.000 millones de euros de deuda en diez años no es habitual y deja un escenario «normalizado» en el que la ... compañía gana fortaleza. Es precisamente este hecho al que Eroski quiere agarrarse para reivindicar una gestión que convenza a los mercados y le permita ganar autonomía frente a los bancos en la refinanciación de los 900 millones de euros que todavía debe la cooperativa. El mecanismo es la emisión de deuda por 500 millones de euros, una operación agendada para otoño en la que ya trabaja, según han confirmado fuentes de la cooperativa a EL CORREO, con los bancos de inversión Deustche Bank y BNP Paribas.
La fecha que pesa en el calendario es julio de 2024, justo dentro de un año. Es cuando vence el pago de 525 millones de euros y ahora toca, como ha venido realizando la entidad dirigida por Rosa Carabel, negociar un marco de financiación para otros cuatro años. La compañía de Elorrio, aunque está centrada en la operación de deuda corporativa, baraja diferentes alternativas entre las que está mantener la relación con los actuales acreedores.
La marcha del negocio en los últimos años ha permitido consolidar un ebidta (beneficio antes de impuestos) en 2022 de 204 millones, un 15% más que el anterior ejercicio y el más holgado desde 2015 a pesar de una subida de precios que redujo rentabilidad. Es una de las cartas que ha presentado Eroski a los actuales prestadores -los fondos de Bank of America, Laboral Kutxa, Kutxabank y la SEPI- para revisar plazos e importes en la devolución de la deuda.
En estos momentos está todo abierto porque las circunstancias no son las mejores. Los tipos de interés al alza han encarecido la financiación que Eroski obtenía con un 2,5% en 2019 a un 6% en el arranque de este año, sin contar todavía las subidas del precio del dinero que se dan por descontado la semana que viene y, quizá, en septiembre. Además, el sector de la alimentación sufre un recorte de rentabilidad con la subida de precios, que redujo a 32 millones las ganancias del grupo vasco, un 38% menos que el ejercicio anterior.
La colocación de 500 millones de euros en inversores institucionales -bancos, asesores y entidades autorizadas- es un reto en sí, por lo abultado de la cantidad y por la respuesta que encontrará en el mercado que determinará, además, los intereses y plazos a pagar. La ventaja es que esta fórmula da más libertad a la gestión frente al control bancario. Desde Eroski confirman que las percepciones de Deutsche Bank y BNP son positivas.
Para llevar a buen puerto esta fórmula no se descarta la implicación de socios públicos. La posibilidad de un apoyo del Gobierno vasco está en el radar, «más como una fórmula que aporte seguridad, que por el valor cuantitativo», explican fuentes de la operación.
La situación, aunque haya mejorado notablemente el escenario de 2019, cuando hubo que negociar el anterior plan de financiación, exige contemplar muchos escenarios. Y, en esa búsqueda de alternativas, la compañía mantiene firme el compromiso de no tocar el corazón del negocio de la alimentación. Como señaló la primera ejecutiva, Rosa Carabel, no se venderán activos de ese área, ni se dará entrada a socios en esas actividades. Por contra, está abierta la búsqueda en otras áreas de negocio como las tiendas deportivas de Forum o las gasolineras, «pero sin forzar una operación a cualquier precio», explican desde la marca de alimentación.
En esa vía están también los activos inmobiliarios en los que la empresa ha ido invirtiendo en su política de «diversificación» de negocio. En total, cerca de 200 millones, entre los que están la participación en el desarrollo urbanístico de Los Berrocales, una zona de expansión de Madrid en la que cuenta con suelo para construir varios centenares de casas en una sociedad que comparte, entre otros, con el futbolista Sergio Ramos. Este proyecto cobra especial relevancia después de confirmarse las autorizaciones urbanísticas otorgadas hace dos meses.
La última vez que Eroski hizo un pago parecido al que debe afrontar el año que viene fue en 2021, cuando devolvió 400 millones. Pero entonces había obtenido 85 millones por la venta de 27 inmuebles donde están algunos de sus supermercados y, sobre todo, cuando dio entrada en su filial, Caprabo, al grupo checo EP Corporate con el que ha pactado el reparto del 90% de los beneficios de la cadena catalana durante 25 años.
Los datos
909 millones es la deuda que acumula Eroski. De estos, la compañía tiene que afrontar un vencimiento de 525 millones en julio de 2024.
Margen de operación. La compañía defiende la mejora de su beneficio operativo gracias al plan de eficiencia, que ahorra 15 millones anuales.
Forum y Gasolineras. 50 tiendas de deporte y medio centenar de estaciones de servicio son activos que la cooperativa sí plantea abrir a la entrada de socios con los que obtener liquidez.
Inmobiliario. El patrimonio, reforzado también con inversiones para diversificar negocio, asciende a 200 millones.
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