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lucas irigoyen
Domingo, 27 de noviembre 2022, 13:00
La primera ejecutiva de Eroski, Rosa Carabel, uno los pilares fundamentales del grupo Mondragón, ha defendido este domingo el derecho de Orona y Ulma, que representan el 50% de los beneficios del área industrial de la corporación, a decidir si su futuro debe evolucionar saliendo ... del entramado cooperativo que actualmente preside Iñigo Ucín.
Carabel, que sustituyó a Agustín Markaide al frente de Eroski este verano, ha asegurado en una entrevista realizada en Radio Euskadi que «las decisiones que Orona y Ulma puedan tomar tenemos que respetarlas porque son decisiones soberanas». La directiva de la quinta cadena española de supermercados ha recordado que «igual que nos adherimos, podemos decidir que dejamos la corporación libremente» porque cada cooperativa es «autónoma» y sus decisiones empresariales son «potestad de sus órganos».
Las declaraciones de quien lideró la reducción de deuda de Eroski, más de 2.000 millones en menos de diez años, llegan en la misma semana que comenzó con una carta en la que Mondragón trató de explicar la situación a todos su cooperativistas. En el comunicado reconocía que Orona y Ulma plantearon a los órganos de gobierno del grupo una propuesta alternativa de gobernabilidad para guiar la relación de las cooperativas con los servicios centrales. La propuesta fue rechazada en junio sin que pudiera debatirse en el congreso anual celebrado el pasado 15 de noviembre, según explicaba la misiva, por llegar fuera de plazo y forma.
Desde Orona y Ulma, en cambio, interpretaron ese mensaje como una medida de «presión» y una «injerencia» a los socios de ambos grupos. Ambas compañías votarán el próximo 16 de diciembre una propuesta que plantea un «nuevo marco relacional» con Mondragón y que pasa por más independencia en la toma de decisiones y en reforzar el modelo de aportaciones a los fondos divisionales (por áreas de actuación de las cooperativas), en detrimento de los que gestionan los servicios centrales. Una línea que ya se inició en 2016, tras la crisis de Fagor Electrodomésticos.
Las palabras de la máxima dirigente de Eroski son las primeras realizadas por una de las cooperativas de Mondragón desde que comenzara este proceso. Hasta ahora, solamente se habían pronunciado el presidente de la corporación, Iñigo Ucín, quién señaló que «no beneficia a nadie» la salida de ambas compañías y las propias Orona y Ulma, que en la práctica plantean su salida de Mondragón. Las dos organizaciones no son cualquiera y suponen dentro de la corporación el 50% del beneficio del área industrial con 172 millones de euros. Orona tiene 1.700 socios y una facturación de más de 800 millones. Por su parte, Ulma está formada por 9 cooperativas, emplea a 5.426 personas con una facturación de 910 millones de euros y un beneficio de 75 millones.
Carabel sí ha reafirmado su apuesta por seguir en Mondragón aclarando que Eroski quiere seguir siendo parte de la corporación «a día de hoy y quiere seguir siéndolo» en el futuro. «Eroski entiende que las cooperativas que estamos en la corporación compartimos los mismos valores de cooperación y aprendizaje conjunto. Entre todos tenemos la capacidad de enriquecernos mutuamente y queremos que la voz del cooperativismo sea alta y clara», ha añadido. «Lo que deseamos desde la corporación es que estemos todos, pero si deciden abandonarla la corporación seguirá adelante».
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