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Un buen año. Ese es el balance de 2024 que la federación vasca de EPSV ha presentado este lunes. Y es que se reunieron todos ... los elementos para ello: una rentabilidad media del 6%, que en algunos productos de renta variable rozó el 20%, y una canalización del ahorro de las familias a los planes de pensiones que captaron recursos por 852 millones, la cifra más alta desde 2020. El resultado, un nuevo récord en el patrimonio que gestionan las entidades de previsión social con 30.826 millones. Un importe que equivale a un tercio de todo el PIB anual de Euskadi y llega a las pocas semanas de la firma de la 'Alianza Financiera Vasca'.
El acuerdo presentado por el lehendakari Imanol Pradales fue una declaración de intenciones para movilizar 3.000 millones de euros privados en inversiones industriales empleando como palanca mil millones que pondrá el Gobierno vasco, después de recurrir al endeudamiento. Según explicó ayer el viceconsejero de Política Fiscal del Gobierno vasco, José Enrique Corchón, un compromiso que «abre una relación fluida para ser compañeros de viaje en el futuro de Euskadi».
Los recursos que 863.146 vascos guardan para complementar su pensión centran las miradas para hacer frente a ese reto. De momento, de todo ese patrimonio solo está invertido en empresas un 1,1%, 352 millones, y fuentes del Gobierno vasco confirman a ELCORREO que buscan la articulación de sistemas para emplear esos recursos combinados con el dinero público.
Los propios gestores de las EPSV ha reconocido su disposición a invertir. El presidente de la Federación, Ignacio Etxebarria, ha asegurado que «el compromiso ha existido siempre». El responsable del área de pensiones de Kutxabank, Íñigo Ansola, ha señalado que «estamos dispuestos a colaborar siempre que cuadre con los planes de inversión». Y, en ese mismo sentido ha intervenido el directivo de Lagun Aro, José Antonio Alustiza, recordando que la «seguridad y la rentabilidad son claves porque la primera misión es pagar las pensiones».
El presidente de la federación ha aclarado que, de momento, están a la espera «de los instrumentos que presente el Gobierno» y una de las claves es que «esté homologado para que tenga garantía de inversión con los criterios de seguridad, rentabilidad y plazos que requiere el sistema de previsión social».
La otra novedad de calado para las EPSV está en la reforma fiscal, que, para Etxebarria, «avanza en la buena dirección y recoge lo que hemos planteado desde hace 20 años». Y es que al priorizar el rescate del ahorro como renta complementaria a la jubilación se refuerza «la vocación de cobertura social y no el instrumento financiero», ha explicado.
El responsable de la asociación de entidades ha restado importancia a la disminución de 12.000 a 10.000 euros del tope de la reducción máxima para las aportaciones, mientras que ha destacado la importancia de que las empresas puedan deducirse en el Impuesto de Sociedades los pagos a los sistemas colectivos. «Esta vía es –ha insistido– la clave para generalizar el sistema de previsión. La asociación de entidades también confía en los sistemas colectivos como Geroa, y ahora Etorkizuna en Bizkaia, así como en la EPSV lanzada para autónomos.
Y es que los planes de pensiones individuales vienen experimentando cierto estancamiento en los últimos años en cuanto al número de socios. Por eso, el responsable del negocio de EPSV de Kutxabank ha señalado que las deducciones fiscales a las aportaciones que introduce la reforma «pueden ayudar». En cuanto a la penalización para tributar el 70% y no el 60% del rescate en forma de capital pactada por PNV y PSE con Podemos, Etxebarria no lo vio como un cambio de calado.
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