En Euskadi hay 847.000 titulares de una EPSV, lo que equivale al 45% de los vascos con más 16 años. Reuters

El envejecimiento y el menor ahorro atenazan a las EPSV, que solo crecen entre los funcionarios

Las aportaciones a los planes de pensiones caen a mínimos de hace tres años y los gestores reclaman ya una reforma fiscal

Domingo, 3 de diciembre 2023, 01:02

La coyuntura económica ha dejado una tormenta perfecta para el sistema vasco de planes de pensiones: las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV). Estas figuras, profundamente identificadas con el ahorro vasco, afrontan una crisis de crecimiento y de falta de entrada de nuevos socios. Es ... lo que confiesa el presidente de la Federación de EPSV del País Vasco, Ignacio Etxebarria, al reconocer a EL CORREO una «situación de no crecimiento». Confluyen factores como la subida de precios, sueldos más bajos en quienes obtienen su primer empleo y el envejecimiento demográfico que va sacando del sistema laboral a los trabajadores con mayor poder adquisitivo. La conclusión: se reducen las aportaciones y crece la diferencia con las cantidades percibidas o rescatadas. Hasta septiembre de este año, ese saldo es negativo con 112 millones, un 33% más que el año pasado. Pero supone multiplicar por dos la diferencia de 2021.

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Así, aunque haya en Euskadi 847.000 titulares de una EPSV, lo que equivale al 45% de los vascos con más 16 años, se seca el grifo del relevo y no se dan las condiciones para acercar a nuevos ciudadanos a este sistema de ahorro. Un escenario preocupante atendiendo a las dificultades que afronta el sistema público de pensiones en Euskadi con un déficit anual cercano a los 4.000 millones.

La situación se ceba especialmente con los planes de pensiones individuales, aquellos que se contratan en una entidad financiera. Representan el 54% de los que hay en Euskadi y sus aportaciones hasta septiembre de este año han descendido hasta los 180 millones volviendo a mínimos de hace tres años, después de haber alcanzado los 195 millones en 2021. Si bien es cierto que en el último trimestre se dan la mayoría de los ingresos buscando los beneficios fiscales, la tendencia es a la baja. Es aún más evidente si se atiende al número de EPSV. Desde 2019 se han reducido sus socios en 37.546. Los ciudadanos acusan dos años de subidas de precios que han ido erosionando su capacidad de ahorro. Así, según el Banco de España, el saldo de las cuentas corrientes del sector privado en Euskadi se redujo en 5.124 millones en el primer semestre del año. Además, las generaciones que se incorporan al mercado laboral lo hacen con sueldos mucho más bajos y la capacidad de reservar para la pensión futura queda muy orillada. Un gestor bancario de estos planes explica a este diario que también pesa el envejecimiento demográfico. «Son muchas las jubilaciones y el 95% de los ahorradores en estas cuentas individuales rescata todo el capital de golpe al dejar de trabajar», recuerda.

Socios

Los planes de funcionarios alcanzan máximos históricos, mientras que los individuales tienen los más bajos de la serie

La excepción de Geroa

La otra cara de la moneda se encuentra en los sistemas de los trabajadores públicos que representan ya casi la mitad de las EPSV en Euskadi. Son aquellos planes donde la Administración aporta a la cuenta de cada empleado un dinero cada mes. Las cantidades han aumentado en los nueve primeros meses del año un 6,5% (110,7 millones). Pero hasta un 35% si se comparan con los datos de 2020. En cuanto a los titulares se han disparado desde 2019 un 15,4% alcanzando las 154.148 personas. Es consecuencia directa del proceso de contratación en la Administración, que concentra la mitad del empleo generado en Euskadi. Así, en verano de 2019, los trabajadores del sector público eran 140.084 y en septiembre de este año alcanzaron los 155.712.

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Geroa, la EPSV colectiva de empleo impulsada en Gipuzkoa por patronal y sindicatos, es la excepción. Desde que se puso en marcha ha incorporado ya a un total de 301.960 trabajadores con un crecimiento del 8,8% desde 2019. En esta fórmula, en la que aportan empresas y empleados, el rescate del ahorro solo puede ser tras la jubilación y en pagos mensuales, salvo desempleo o fallecimiento. Es el modelo que quiere impulsar el Gobierno vasco y su aplicación es a través de la firma de los convenios en cada sector.

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«Es vital cambiar la fiscalidad»

El problema, recuerda Etxebarria, son las dificultades para extenderlas a Álava y Gipuzkoa. «No es una prioridad en la negociación colectiva porque los sindicatos no la reivindican». El Ejecutivo, en el nuevo decreto de las EPSV, hace una apuesta por estos planes y defiende mejores ventajas fiscales tanto para trabajadores como para empresas.

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La vicepresidenta de Elkarkidetza (EPSV de funcionarios de ayuntamientos y diputaciones), Amaia Aldasoro, es clara en este sentido. «Tiene que cambiar la fiscalidad, es vital y troncal para el desarrollo del sistema de previsión social preferente». En este sentido, insiste en mejorar el tratamiento en el IRPF tanto por las aportaciones como por el rescate, así como mejorar en Sociedades el trato a las empresas por los pagos que realizan a los planes de sus empleados.

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