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Quedan cuatro semanas para las elecciones sindicales de Mercedes, se celebrarán el jueves 24 de noviembre, y entre los sindicatos no hay conformidad sobre el método de votación a seguir. En una nota conjunta, las centrales ELA, LAB y ESK consideran que «no existen garantías ... suficientes» para llevar adelante la votación telemática «no hay legislación al respecto, no existe una forma ni homologada, ni certificada por ninguna institución, ni estandarizada para votar electrónicamente», han considerado, por ello «cada empresa tiene una forma diferente de desarrollar el proceso de voto electrónico y las formas de unas empresas ponen en cuestión los métodos de otras», añaden.
De hecho, destacan que en el referéndum del pasado julio, planteado por la empresa y los sindicatos UGT, CCOO, Ekintza y PIM que sirvió para validar el convenio, se incluyó por primera vez el voto electrónico. «Para ellos, la experiencia fue buena, pero la realidad es que esa forma de votar estuvo rodeada de irregularidades claras», critican desde ELA, LAB y ESK. Entre las anomalías detallan que «no existió la opción del voto en blanco, los datos se filtraron dos horas antes de terminar el voto presencial, hubo trabajadores que pidieron votar de forma electrónica que finalmente votaron de forma presencial y a otras personas no les dejaron». También revelan que «hubo problemas con el censo y hubo gente que tuvo dificultades para registrarse y por lo tanto para votar».
Por ello, ante la voluntad de la empresa, UGT, CCOO, Ekintza y PIM, de incluir el voto telemático como una opción más para elegir a la representación del comité de empresa, ELA, LAB y ESK consideran innecesario que Mercedes pague «unos 14.000 euros por incluir el voto electrónico» cuando la participación presencial, elección tras elección «supera el 92% de participación».
Estas centrales critican que la empresa sea capaz de descontar unos céntimos de la nómina por llegar cinco minutos tarde después de ir al médico y que no tenga problema en pagar esa cantidad en algo que no tiene porqué pagar. Por ello, ese interés en ofrecer la posibilidad de votar en remoto les hace «desconfiar». «Además de las dudas que nos ofrece el voto telemático en sí, no queremos que la empresa dote a UGT, CCOO, Ekintza y PIM de una herramienta para controlar el voto».
De momento, la mesa ya ha aceptado el voto electrónico y ahora empresa y centrales están a la espera de lo que diga el árbitro. Si finalmente se mantiene la opción del voto en remoto ELA, LAB y ESK animan a la plantilla a que ejerzan su derecho a voto de manera presencial o a través del voto por correo.
Equilibrio de fuerzas
En la mayor empresa de Euskadi las inminentes elecciones sindicales se prevén muy ajustadas. Servirán para dilucidar el nuevo equilibrio de fuerzas en la factoría de la Avenida de los Huetos. La trascendental cita que llega tras la activación del nuevo convenio, con vigencia hasta 2026, que se solapará con la salida de Emilio Titos, y que marca una especie de preámbulo a esa nueva etapa en la que la factoría vitoriana se entregará a la producción de la furgoneta eléctrica.
UGT, CCOO, Ekintza y PIN conforman el bloque que impulsó el nuevo convenio, refrendado posteriormente por los trabajadores. ELA –que detenta la presidencia del comité desde 2016 tras arrebatársela a UGT–, LAB y ESK se retrataron contra ese pacto laboral y espolearon las huelgas y movilizaciones del pasado verano.
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