El Grupo Uvesco, matriz de los supermercados BM y Súper Amara, cerró el año 2021 con una facturación de 936 millones de euros, lo que supuso el segundo mejor ejercicio en toda su historia, después del de 2020, el año más duro de la pandemia, ... en el que sin embargo logró ventas por 645 millones de euros. Así lo explicó ayer su director general y consejero delegado -que a partir de ahora pasará a ocupar la presidencia del grupo-, José Ramón Fernández de Barrena, quien con toda la prudencia que impone el especial momento económico actual, señaló que la ambición de la compañía de distribución es alcanzar los 1.000 millones de facturación este año.
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El ejecutivo reconoció que la reciente huelga de transportistas «ha tensionado mucho» al sector, aunque recalcó que Uvesco, al tener grandes instalaciones logísticas «completamente llenas» en la localidad guipuzcoana de Irún, ha podido suministrar a sus tiendas sin problemas. La clientela, dijo, se volcó al iniciarse el conflicto de Ucrania con una sobrecompra para hacer acopio de algunos productos, en un gesto que recordó a la pandemia.
En 2021, el grupo llevó a cabo 19 aperturas de tiendas con 263 nuevos empleos para sumar un total de 5.927 profesionales, y realizó compras a productores locales por valor de 240 millones.
Para el presente ejercicio, se prevé invertir 35 millones que se dedicarán a la apertura de nueve supermercados propios: tres en Euskadi (Vitoria, Sopelana e Irún), uno en Cantabria, otro en Navarra y cuatro en la Comunidad de Madrid. Además, se ampliará en diez su red de tiendas franquiciadas. Actualmente, el Grupo Uvesco cuenta con 258 supermercados propios en el País Vasco, Cantabria, Navarra, La Rioja, Madrid y Ávila, cuatro plantas logísticas y 20 franquicias BM Shop.
En el ámbito corporativo, el aterrizaje definitivo del fondo de inversión francés PAI Partners en el grupo vasco de distribución se producirá mañana, cuando está previsto que la compañía gala cierre ante notario la compra de una participación mayoritaria de la empresa. La llegada de PAI supone «un claro proyecto continuista» en la compañía, según señalaron sus responsables. De hecho, Fernández de Barrena, actual director general y CEO, pasará a ser el presidente de la misma «con unas amplias funciones».
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Al tiempo, Ángel Jareño, 'mano derecha' de Fernández de Barrena como subdirector general, asumirá la dirección general del grupo. El resto del equipo directivo de Uvesco seguirá al completo y sin cambios. De hecho, PAI no incluirá a ningún ejecutivo propio.
El CEO y desde mañana presidente de Uvesco se dirigió ayer a la plantilla de la empresa tras presentar el balance económico correspondiente a 2021 para trasladar a los casi 6.000 profesionales del grupo «un mensaje de cofianza de cara al futuro». «Esta situación nos va a ayudar a ser una empresa más fuerte para afrontar los retos que podamos encontrar en los próximos años», dijo.
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A preguntas de este diario, Fernández de Barrena aseguró que la sede social y fiscal del Grupo Uvesco seguirá anclada en Irún, y que aunque no existe ningún compromiso por escrito de PAI en este sentido, afirmó que «no hace falta». «En ningún caso se ha planteado otra cosa, esto es algo que está de lo más claro», zanjó.
El ejecutivo puso en valor que PAI es una garantía de cara a esa más que probable reordenación del sector de la distribución en España. En la actualidad, y sin que haya ninguna operación en cartera, Uvesco se ve «en posición compradora», e insinúa en primera instancia la posibilidad de alguna adquisición de pequeñas cadenas locales de supermercados.
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