![Urkullu niega haberse posicionado en el conflicto del metal y emplaza al diálogo](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201910/12/media/cortadas/urkullu12-kZ1E-U90381926421HZC-624x385@El%20Correo.jpg)
![Urkullu niega haberse posicionado en el conflicto del metal y emplaza al diálogo](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/201910/12/media/cortadas/urkullu12-kZ1E-U90381926421HZC-624x385@El%20Correo.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Erlantz Gude
Sábado, 12 de octubre 2019, 01:02
«Yo no dije quién tenía razón en el conflicto del metal». El lehendakari se mostró ayer así de rotundo en su primera intervención en el pleno de control parlamentario. EH Bildu y Elkarrekin Podemos habían solicitado la comparecencia de Iñigo Urkullu para recriminarle en ... presencia de los delegados sindicales -desalojados de la Cámara por proferir cánticos y esgrimir carteles- su presunta defensa de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal mientras se desarrollaban cinco días de huelga en el sector, que con 50.000 trabajadores es el principal de Euskadi. El portavoz de Podemos, Jon Hernández, la tildó de «impresentable, al más puro estilo Margaret Thatcher».
El lehendakari reprochó a ambas formaciones que trasladen a la opinión pública «algo que no dije». Remarcó su neutralidad y adujo que en ningún momento tomó partido por una de las partes: «Constaté que desde mayo los sindicatos han mantenido la misma tabla reivindicativa y la Federación de Empresas ha presentado nueve propuestas diferentes». Y cuando habló de la «predisposición» a la huelga de las centrales, agregó, se amparó en «los llamamientos a un otoño caliente y a ser más contundentes» de lo que ya habían sido «en las movilizaciones de mayo y junio».
Urkullu insistió en su «ecuanimidad», en respuesta a las acusaciones del parlamentario abertzale Iker Casanova, pero matizó que ello no conlleva ser «acrítico» con la violencia. Así, expresó su solidaridad con las empresas atacadas en la huelga, citando varias. Al lehendakari le indignó además que se le imputara falta de compromiso con los derechos laborales. Por ello espetó al político soberanista que no fuera «torticero», recordando la postura jeltzale contraria a la reforma laboral.
En tono conciliador, indicó que las negociaciones entre patronal y sindicatos siguen en marcha y les emplazó a que concentren sus esfuerzos en acercar posturas. «A nadie interesa ni beneficia una huelga y más en un momento de incertidumbre económica como el actual», apuntó.
Al término de la intervención del lehendakari, los representantes de las centrales prorrumpieron en gritos, mientras Urkullu, ya en su asiento, reflejaba incomodidad. La presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejeria, ordenó el desalojo de los delegados sindicales, que se desarrolló sin incidentes.
Luis Mouliaa, representante de Comisiones Obreras, denunció en calidad de portavoz que el lehendakari «vuelve a dar la espalda a los trabajadores» del metal. «Solo escucha a una parte y le interesa que se sepa esa versión, porque está con la patronal y el poder económico», afirmó. Mouliaa defendió la voluntad de pacto de los sindicatos, pero exigiendo la aprobación de su decálogo de exigencias -subidas salariales, menor eventualidad, medidas de seguridad, igualdad de género...-, en cuya viabilidad hizo hincapié pese a que la patronal metalúrgica sostiene justo lo contrario.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.