Ulacia asegura que Tubos Reunidos «tiene futuro» pero reclama la «colaboración de los sindicatos»

El presidente del grupo siderúrgico alavés Tubos Reunidos ha asegurado hoy que la compañía «tiene futuro», principalmente del incremento de la demanda del sector del petróleo y del gas en Estados Unidos, donde ya obtiene algo más del 40% de sus ingresos y donde tiene una factoría dedicada a realizar el acabado de su producción. Para ello, Guillermo Ulacia ha advertido que «es imprescindible la colaboración de los sindicatos» con el objetivo de diseñar un modelo de empresa competitiva, que permita superar la ventaja que consiguen otras compañías en países de bajos costes. Ulacia ha lanzado este mensaje en su intervención en la asamblea anual de la sociedad financiera Elkargi, a la que ha sido invitado como ponente.

Como ya es conocido, una de las filiales de Tubos Reunidos, Productos Tubulares, ha atravesado una intensa conflictividad, con una huelga que ha durado casi mes y medio, después de que la empresa plantease un duro proceso de ajuste, con un ERE que incorporaba el despido de 157 trabajadores, una reducción salarial del 25% y otras medidas de carácter laboral. La retirada del ERE y el inicio de un nuevo proceso de negociaciones ha permitido recuperar la actividad industrial de esta filial, a la espera de alcanzar un acuerdo que permita reconducir su maltrecha cuenta de resultados, con pérdidas acumuladas en los tres últimos años superiores a los 30 millones de euros.

Ulacia ha asegurado que pese al aumento de las energías renovables, las previsiones de los expertos apuntan a un incremento de la producción de petróleo y gas, para atender el crecimiento mundial de la economía. El presidente del grupo ha asegurado que esta proyección supone la base sobre la que la compañía puede asentar su futuro, pero también ha reconocido que Tubos Reunidos debe «innovar, digitalizarse y ser competitiva». Incluso, entre los deberes que la empresa debe hacer, ha apuntado a la necesidad de «tener prevista la reacción» en el caso de que el presidente norteamericano, Donald Trump, confirme la imposición de aranceles a los productos de acero procedentes de Europa.