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La Unión Europea se ha fijado como objetivo que el 30% del consumo energético se consiga a través de fuentes renovables en 2050. Con los proyectos en marcha en Euskadi ahora se alcanza el 8%. Mucho camino por recorrer en las tres próximas décadas. «Hay que afrontar de manera urgente esta transición», fue uno de los mensajes que lanzaron ayer representantes institucionales y empresariales en el Foro Transición Energética organizado por EL CORREO en el Museo Artium y que contó el patrocinio de la Diputación alavesa, el Ayuntamiento de Vitoria, Solaria, Ferrovial e Iberdrola.
Representantes de estas tres compañías así como de la agencia vasca de desarrollo empresarial (SPRI) participaron en un coloquio moderado por el periodista de la sección de Economía de EL CORREO Lucas Irigoyen. El responsable comercial de Iberdrola en la zona Norte, David Martínez, destacó que la transición energética «tiene dos palancas: introducir tecnologías descarbonizadas y electrificar la demanda». Y a pesar de los movimientos de oposición social que pueden surgir, «es necesario afrontarla si queremos seguir siendo competitivos». En este sentido, también reconoció que «sería bueno que las ayudas europeas bajaran por toda la cadena de valor» de las empresas implicadas en este proceso.
David Martínez
Responsable comercial Iberdrola-zona norte
Cristina Oyón
Directora de Tecnología del Grupo SPRI
Otra compañía con proyectos en marcha en Álava es Solaria. Su responsable de Relaciones Institucionales en Euskadi es Aitor Uriarte. «Queremos que el Anillo Verde de Vitoria se mantenga y contribuir al aumento del anillo industrial para consolidar el empleo», afirmó, al tiempo que recordó que la energía que se genera «aquí es más barata». Apuestan por dos parques solares «de kilómetro 0», a escasa distancia de la subestación de Ullíbarri-Arrazua, «para producir energía local que es más barata que traerla de Aragón con las líneas de alta tensión» que plantea Forestalia para el territorio. La inversión que plantea Solaria asciende a 60 millones de euros «con fondos propios».
En opinión de Cristina Oyón, directora de Tecnología, Innovación y Sostenibilidad en el Grupo SPRI, el «necesario» impulso de las renovables «es una oportunidad para las empresas vascas» para desarrollar su estrategia de I+D+i. La transición hacia nuevas formas de generar energía en Euskadi «hace de hacerse de manera urgente porque estamos en un momento de emergencia climática». Oyón cree las ayudas europeas de los fondos de recuperación «no llegan tarde» porque los proyectos «precisan de un 50% de inversión privada» y las empresas han tenido tiempo para desarrollar esos planes de negocio.
Aitor Uriarte
Relaciones Institucionales de Solaria en Euskadi
Ana Oregi
Concejala de Territorio y Acción por el Clima
El director comercial de eficiencia energética de Ferrovial, Pablo Álvarez, explicó que el principal ahorro energético «se puede conseguir en las ciudades, con cambios en la iluminación o mejorando la eficiencia, por ejemplo, en polígonos». En este sentido, su empresa trabaja con Tecnalia en la reindustrialización de estas zonas «para buscar autoconsumos compartidos y aprovecha la energía que se crea».
Pablo Álvarez
Director comercial de eficiencia en Ferrovial
Josean Galera
Diputado de Medio Ambiente y Urbanismo
El alcalde, Gorka Urtaran, y el diputado general, Ramiro González, fueron los encargados de abrir la jornada y destacaron la necesidad de dar un impulso a las renovables con proyectos «grandes y pequeños» de generación de solar o eólica, principalmente. Álava, la provincia donde la industria tiene un mayor peso en el Producto Interior Bruto (PIB), «necesita reducir su dependencia energética del exterior para mantener la competitividad de las empresas» y, en consecuencia, «el alto índice de empleo y unos salarios medios que son los más elevados» a nivel nacional, señaló el jefe del Ejecutivo foral. Mientras que el regidor vitoriano dejó claro que la transición energética «es una necesidad ambiental y climática de primer nivel» y alertó de la peligrosidad que pude suponer el calentamiento del planeta «porque puede traer epidemias, hambruna o pérdida de la biodiversidad».
Por este motivo, Vitoria ya firmó en 2008 el Pacto de Alcaldes por el clima y las energías sostenibles y recientemente ha sido seleccionada por la Unión Europea como una de las primeras cien ciudades inteligentes y climáticamente neutras para liderar la descarbonización en el continente. «La concienciación social ha llegado pero tiene que ser mayor», aseguró la concejala de Territorio y Acción por el Clima, Ana Oregi, que resaltó el creciente interés ciudadano por crear comunidades energéticas para, por ejemplo, aprovechar la biomasa en los concejos. «Tiene una doble repercusión, ahorro en los bolsillos y contribución a cuidar el planeta», añadió.
Ramiro González
Diputado general de Álava
Gorka Urtaran
Alcalde de Vitoria
En este sentido, el diputado foral de Medio Ambiente y Urbanismo, Josean Galera, incidió en la importancia de alinear en los nuevos proyectos la generación de energías limpias con el respeto al medio ambiente –Ramiro González aseveró que preservar la biodiversidad es una proridad–. «Necesitamos proyectos intensivos porque el futuro de Álava va a seguir siendo industrial y nos lo estamos jugando. No podemos dejar pasar este tren».
Hace cuarenta años que echó a andar el Ente Vasco de la Energía (EVE) de la mano del Ejecutivo de Lakua, también en un momento de dificultades económicas y con el precio del barril de petróleo disparado. Ahora «la coyuntura tampoco es fácil», reconoció ayer su director general, Iñigo Ansola, porque con la invasión de Rusia en Ucrania la factura de la luz y del gas se han disparado para familias, empresas e instituciones.
«Por el momento sí hay garantías para el suministro de gas –que llega a Euskadi en barcos metaneros procedentes de todo el mundo–, pero siempre que se pueda pagar», alertó Ansola, que apuntó que «Alemania no puede decir lo mismo» y está teniendo problemas de abastecimiento.
A su juicio, «cada vez necesitamos más energías renovables, seguir modernizando el suministro eléctrico y apostar por el impulso de parques eólicos –el EVE desarrolla dos en Álava junto a Iberdrola en la sociedad conjunta Aixeindar–». El máximo responsable del Ente Vasco de la Energía se marca para el año 2030 el objetivo de que el consumo en Euskadi de fuentes 'limpias' sea del 21%, pero reconoce la dificultad. «Hay que tener en cuenta que para aumentar un punto porcentual hay que generar 230 megavatios de energía eólica –ahora en el País Vasco los parques en funcionamiento suman 153 MW– o 570 de fotovoltaica –el mayor huerto solar de Euskadi, Ekian en Arasur, tiene una potencia de 24 megavatios–».
Iñigo Ansola también destacó la «arriesgada» apuesta que está haciendo Vitoria para electrificar su transporte público y puso en valor la posibilidad de que los parques eólicos y solares que se proyectan en Álava puedan ser compatibles con usos agropecuarios.
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