![La salida de Mondragón logra un amplio respaldo en Orona y Ulma](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202212/17/media/cortadas/exterior17-kTxB-U1801069485303IG-1248x770@El%20Correo.jpg)
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Se acabó. Orona y el grupo Ulma -conformado por nueve cooperativas distintas dedicadas a diferentes negocios- cortaron este viernes para siempre el hilo que les unía con la Corporación Mondragón. Una conexión que, se ha descubierto en los últimos tiempos, estaba más bien deteriorada. Sendas ... asambleas generales extraordinarias de ambas compañías, celebradas en Galarreta e Illunbe, sirvieron para que los socios y las socias de las empresas de Hernani y Oñati dejaran clara su preferencia para el futuro: la independencia de la 'casa madre'.
En las dos cooperativas -sin duda, dos pilares del actual Mondragón industrial y del propio corpus empresarial de Gipuzkoa y de Euskadi, con casi 11.000 empleos en total-, la mayoría favorable a volar en solitario resultó notoriamente superior al porcentaje de votos partidarios de permanecer en el seno del Grupo pilotado por Iñigo Ucín.
Una decisión que, es obvio, supone un severo golpe, también en el capítulo anímico, para una Corporación Mondragón que tras conocer los resultados oficiales de las dos asambleas subrayó su «respeto total y absoluto» por la decisión tomada por los socios de ambas empresas, a las que trasladó su deseo de que «sus proyectos empresariales y su modelo cooperativo evolucionen en positivo de cara al futuro».
Eso sí, el Grupo de Arrasate dejó claro que hace borrón y cuenta nueva para dedicarse a crecer y a apostar de manera aún más decidida si cabe por la intercooperación.
Y es que hoy, 17 de diciembre de 2022, se abre un nuevo tiempo -en el que caben también algunas incógnitas- para los tres protagonistas de esta historia que en apenas dos meses, después de que este periódico desvelara en exclusiva los planes de Orona, ha removido los cimientos del cooperativismo vasco, levantando no pocas dudas y evidenciando que la distancia entre el Grupo y las dos cooperativas (al menos con sus cúpulas) no se medía en kilómetros sino en años luz.
Tanto Orona, que habló de un «replanteamiento» de la relación con la Corporación Mondragón, como Ulma evitaron utilizar conceptos que trasladaran 'agresividad' o incomodidad en el gesto, pero lo cierto es que según la propia propuesta que plantearon al Grupo y que este rechazó, lo que pretenden ahora sería cerrar convenios anuales con la Corporación, o no. Dicho de otro modo, la relación podría darse (de otra manera) o no. Nada está escrito.
Como se ha descubierto con el paso de las semanas, al conocer los entresijos del viaje que ambas cooperativas decidieron inciar el pasado verano para cortar amarras con Mondragón, Ulma y Orona, Orona y Ulma, han actuado de manera coordinada.
Así, también sus respectivas asambleas extraordinarias se realizaron al unísono. Las dos comenzaron al filo de las 10:30 horas y terminaron sobre las 14:00 horas, después de un recuento de votos que fue más rápido en el caso de Ulma, cuyos socios -reunidos en el complejo de Illumbe- se pronunciaron desde sus teléfonos móviles gracias a una aplicación desarrollada por LKS Next (empresa de Mondragón).
Los de Orona, que realizaron la asamblea bajo el 'platillo volante' de su sede en Galarreta, que fue acondicionada para la ocasión, lo hicieron a la antigua usanza; esto es, usaron papeletas y una urna, lo que demoró algo el escrutinio final.
La firma de Oñati, dando a entender que votaron los 2.789 socios y socias cooperativistas con derecho a hacerlo, lo que no es en modo alguno habitual, se felicitó de que la plantilla confirmara «su deseo de reemplazar la vigente relación con Mondragón Corporación Cooperativa, Sociedad Civil, por un nuevo modelo».
También en una escueta nota, la firma oñatiarra detalló que el 80,52% de los votos resultó favorable al abandono de Mondragón, lo que supone que el 'no' cosechó algo menos del 20% de los sufragios válidos totales. Ese apoyo incontestable -«contundente», según la consejera de Desarrollo Económico del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia- supone en la práctica otorgar el apoyo a la propuesta de dar de baja en Mondragón a las nueve cooperativas de Ulma.
Oier Lizarazu
Presidente de Orona
Se trata de Ulma Agrícola, Ulma Architectural Solutions, Ulma Construction, Ulma Conveyor Components, Ulma Embedded Solution, Ulma Forged Solutions, Ulma Handling Systems, Ulma Packaging y Ulma Servicios de Manutención. Entre todas reúnen una fuerza laboral superior a las 5.200 personas.
Al mismo tiempo, explicaron desde el grupo dirigido por Iñaki Gabilondo, los socios con su voto dieron luz verde al consejo rector de Ulma S. Coop (la cooperativa de cooperativas que hace de de cuartel general de las nueve empresas) para que «trate de promover colaboraciones futuras con Mondragón para el desarrollo del movimiento cooperativo».
Del mismo modo, el voto favorable a la propuesta de la empresa comporta que sus dirigentes impulsen «el desarrollo normativo necesario para que las aportaciones hasta ahora realizadas a los fondos gestionados por la Fundación Mondragón se puedan seguir destinando al desarrollo del movimiento cooperativo». Mensajes algo crípticos que quizás se aclaren en el futuro.
Lander Díaz de Gereñu, presidente del Grupo Ulma, resaltó que han sido «las personas socias quienes determinan con su voto el camino que sigue la cooperativa».
«Hoy, los órganos de las cooperativas de Ulma hemos recibido un mandato claro. Somos parte del modelo de éxito que representa el cooperativo vasco, y vamos a defender y apoyar siempre sus valores», dijo. «Creemos que la mejor forma de hacerlo es hacer de Ulma un grupo industrial cooperativo fuerte», añadió. El directivo resaltó que respecto a Mondragón -en la que entraron hace 21 años-, Ulma mostrará su «máxima disposición para trabajar de la mano en todas aquellas acciones que redunden en el beneficio del modelo de éxito que representamos todos».
Lander Diaz de Gereñu
Presidente de Ulma
Horas más tarde, Orona explicaba que la asistencia a la importante cita había sido del 94% (sobre los 1.746 socios con derecho a voto), lo que supone todo un récord histórico y revela a las claras el interés y la importancia concedida a la cita por los propietarios de la empresa.
Del mismo modo, esa ratio constataba también que el esfuerzo de la empresa por traer a Hernani a socios de fuera de Euskadi -se fletaron seis vuelos charter- tenía su razón de ser. Y es que algunos -los críticos con la empresa- han visto en esa elevada participación foránea (con votos propios y delegados) parte de la clave del apoyo final a la separación de Mondragón, que captó el 70% de los votos válidos.
Oier Lizarazu, presidente de Orona, destacó que «a este acuerdo, tan importante para garantizar el futuro de Orona y su aportación al movimiento asociativo cooperativo, se ha llegado tras la celebración de más de ochenta sesiones informativas con un alto nivel de participación». «Nuestro objetivo es seguir incrementando el número de personas socias, impulsando el proyecto cooperativo de Orona, colaborando con el resto de cooperativas, y aportar equilibrio social y empleo en Euskadi y el resto del país», dijo. Sin entrar en polémicas, Mondragón advirtió de que a partir de este momento pondrá todo su esfuerzo en los valores de intercooperación y solidaridad, «señas de identidad que han permitido que sus cooperativas, de forma totalmente autónoma y soberana, hayan podido ampliar sus proyectos».
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