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Iratxe Bernal
Jueves, 24 de septiembre 2020, 01:51
En España, la Ley de Transparencia, que garantiza el derecho de los ciudadanos a acceder a la información sobre la actividad pública, obliga a publicar todas las sentencias judiciales salvo las emitidas por el Constitucional. Algo que no se puede hacer así de cualquier manera ... porque, por otro lado, la Ley de Protección de Datos vela por el anonimato de las personas citadas en dichas sentencias. Es decir, que para cumplir ambas normas alguien tiene que leer la copia que se va a hacer pública y dedicarse concienzudamente a ir tachando nombres, direcciones, números de DNI...
Alguien o algo, porque desde hace casi 20 años –antes incluso de que entrara en vigor ninguna de las dos leyes–, el Ministerio de Justicia delega esta tarea en un software creado por Serikat, la división de servicios tecnológicos del grupo Erhardt que, entre otras actividades, se dedica a la gestión documental. Es allí donde hace diez meses surgió la necesidad de crear Nymiz, una 'startup' dedicada a adaptar esa herramienta a los revolucionarios avances tecnológicos de los últimos años para expandirse fuera del ámbito judicial y captar otros clientes interesados en reforzar su ciberseguridad mediante la anonimización de datos. Es decir, empresas que asumen que no siempre van a poder evitar el 'hackeo' y que ese día al menos quieren tener la tranquilidad de que con la información robada los delincuentes no podrán identificar a sus trabajadores o a sus clientes.
«El software de Serikat no sólo sigue cumpliendo con su función, sino que en todo este tiempo incluso ha demostrado ser infalible. Pero teniendo en cuenta las posibilidades que hoy ofrecen la inteligencia artificial, el procesamiento de lenguaje natural y las redes neuronales artificiales, resulta arcaico», explica Óscar Villanueva, a quien Erhardt confió la reinvención de la vieja herramienta.
«La Ley de Transparencia únicamente obliga a las administraciones, pero la de Protección de Datos la tiene que cumplir cualquiera que maneje información de terceros. Desde las grandes empresas del Ibex a los autónomos». Por tanto, en Serikat vieron que su software tiene un gran mercado que les sería accesible si adoptaban lo que ya tenían a las innovaciones tecnológicas. Por si fuera poco, después el confinamiento y la necesidad de teletrabajar sin poner en riesgo la información crítica de la compañía les han dado aún más la razón. «Sin embargo, para hacer esa actualización preferían confiar el proyecto «a una empresa externa que echara a andar con la agilidad de una 'startup'», resume el cofundador de Nymiz.
En dos meses, Villanueva trazó el plan de negocio y conformó el equipo de seis personas que esta semana lanza al mercado su primer producto: una plataforma de pago que da acceso al software encargado de borrar (anonimización) o cambiar por códigos (seudoanonimización) cualquier dato personal que aparezca en contenidos no estructurados. O lo que es lo mismo, en textos salpicados de datos. «Ya podemos ofrecerlo tanto en inglés como en castellano en formatos tan comunes como Word, PDF o Excel. El sotfware va leyendo el documento y cuando identifica un dato protegido por la ley, lo tacha para eliminarlo definitivamente o sólo lo codifica si es que después se quiere recuperar. Por eso es tan importante el uso del procesamiento de lenguaje natural y las redes neuronales, porque el sistema ha de interpretar correctamente el contexto para localizar esos datos desperdigados y lo más eficaz es que vaya aprendiendo por sí mismo con cada texto analizado», subraya Villanueva.
En esta primera fase los clientes serán empresas o profesionales del ámbito legal, financiero y asegurador, «porque tienen muchos elementos en común, como los tipos de contratos», señala Villanueva. Sin embargo, la firma ya trabaja también con contenidos estructurados (donde la información que hay que proteger aparece de forma más ordenada, como en las bases de datos), lo que les permitirá ofrecer su solución a entidades de otros ámbitos, como el sanitario. La empresa, cuyo principal accionista es Erhardt, además planea llegar al mercado europeo, estadounidense y latino, así como contratar al menos a otras diez personas en los próximos meses.
Nymiz está entre las 24 'startup' escogidas para participar en la quinta edición de B-Venture, que se celebrará los días 20 y 21 de octubre en el Palacio Euskalduna. El foro, convertido ya en el mayor evento de emprendimiento del norte de España, está organizado por EL CORREO, que vuelve a contar con el patrocinio del Gobierno vasco, la Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, así como con la colaboración del Puerto de Bilbao, BStartup de Banco Sabadell, BBK, Laboral Kutxa, CaixaBank y la Universidad de Deusto.
Nymiz Software Company Plataforma para suprimir o cifrar los datos personales de cualquier documento a través de inteligencia artificial, procesamiento del lenguaje natural y redes neuronales.
El software permite borrar definitivamente los datos personales, pero también da la opción de cifrarlos para después poder recuperarlos. Esto es especialmente interesante para entidades que, por ejemplo, se dediquen a la investigación sanitaria. Quienes manejan los historiales médicos no necesitan saber a qué paciente concreto pertenece cada informe, pero sí necesitan que dicho paciente aparezca identificado de alguna manera –a través de un código alfanumérico– para asegurarse de que el historial del que hacen el seguimiento es el de esa misma persona y no lo han confundido con ningún otro, como podría ocurrir si el anonimato fuera total. «No somos custodios de esos datos, que no han de salir de su casa, de su servidor. Nuestra labor es facilitarles que los manejen con seguridad», señala Óscar Villanueva, cofundador de Nymiz.
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