Pradales pide «estabilidad» y «diálogo» a los sindicatos para atraer inversiones a Euskadi

Después de la tensa negociación del último convenio, la cancelación de inversiones por parte de Michelin y la salida de 103 trabajadores de la fábrica mediante el plan de bajas incentivadas, el lehendakari ha querido escenificar una nueva etapa en las relaciones con la multinacional francesa. Lejos de las fricciones entre el exdirector de la planta César Moñux y Arantxa Tapia, cuando la exconsejera de Industria afirmó que Michelin Vitoria se dirigía «desde la distancia», el lehendakari sólo ha tenido este lunes buenas palabras para la dirección de la planta alavesa, de la que ha aplaudido su «innovación».

Eso no ha evitado que el lehendakari advierta de la convulsa situación que vive la automoción a nivel europeo. «El mercado asiático y el americano están jugando fuerte una partida que nos está afectando de forma directa», ha alertado. Algo en lo que ha coincidido David Udakiola, el director de la factoría, que ha afirmado que el sector europeo «enfrenta uno de los momentos más complejos de su historia».

Pese a ello, «nosotros también tenemos que jugar nuestras cartas», ha alentado el presidente autonómico, que ha defendido que ahora toca «volver a potenciar nuestras cualidades industriales». «Nuestro bienestar futuro depende de que seamos capaces de acertar en las decisiones que hoy tomemos. Euskadi debe y puede ser protagonista de ese renacer industrial. Tenemos mimbres para ello».

En una comparecencia en la que, como en Mercedes, no se han admitido preguntas por parte de los medios de comunicación, Pradales ha reconocido que parte de ese renacer depende de las instituciones: «Nos corresponde crear las mejores condiciones para apoyar a un tejido empresarial e industrial que crezca con fuerza».

Udakiola, por su parte, ha centrado su intervención en la necesidad de contar con más innovación para mantenerse «a la vanguardia». También ha insistido en la necesidad de mejorar las cifras de absentismo -que en la planta ronda el 10% y es de las peores cifras de todo el grupo Michelin- porque «compromete nuestra competitividad como empresa y como país, daña nuestra imagen y pone en riesgo la confianza del grupo Michelin en nuestras plantas». El ejecutivo ha hecho referencia a la «paz social» como clave para afrontar los retos y la incertidumbre del mercado europeo, marcado por una situación de «sobreproducción».

Tras el encuentro, Pradales y Udakiola han compartido con empleados de la fábrica una presentación del proyecto 'Entzun', diseñado por la multinacional francesa para reconstruir las relaciones con la plantilla tras la tensión del pasado.