El pacto entre Adegi y Mendia para estudiar la jornada reducida fractura a las patronales vascas

El Gobierno vasco ha decidido subvencionar a Fabrika, una fundación impulsada y controlada por Adegi, con una importante dotación económica para afrontar este estudio. Un total de 6,5 millones de euros en tres años, de los cuales 2,5 ya se comprometen en el proyecto de Presupuestos del Gobierno vasco para 2024. La decisión tiene ya más enemigos que amigos. La pasada semana fue el sindicato ELA el que lanzó una crítica directa a este movimiento táctico del Departamento de Trabajo. «Para ELA es inaceptable que un agente que se ha opuesto a la reducción de jornada se encargue de realizar un estudio al respecto, y que para ello se le concedan 6,5 millones de euros», señaló el sindicato en un comunicado.

«Es un divide y vencerás, una cuña encajada por el Gobierno vasco en el seno de las organizaciones empresariales. No se puede rechazar algo y al mismo tiempo ponerte a ello y además cobrar», asegura otro dirigente empresarial. Por el momento el malestar no ha tenido una plasmación formal. El lugar lógico para discutir la situación que se ha creado, apuntan, es en los órganos de gobierno de Confebask -la organización que actúa como cúpula de las tres patronales territoriales-, pero su comité ejecutivo aún no se ha reunido desde que se dio a conocer el encargo del Gobierno. Lo hará en los próximos días.

«Fabrika es un pozo sin fondo y Adegi ha visto la oportunidad de paliar el déficit de esta iniciativa con una inyección de dinero público, aunque ello suponga una deslealtad», insisten en medios empresariales vizcaínos y alaveses. Mientras tanto, desde Adegi se defienden asegurando que la fundación Fabrika tiene un alto grado de independencia respecto a Adegi, que el trabajo será liderado por su división de I+D y que se realizará en colaboración con otras entidades, ya que subcontratarán una parte del mismo a Orkestra, el Instituto Vasco de Competitividad.

Pero lo cierto es que Fabrika es una fundación creada por la patronal guipuzcoana en 1996 -su primer nombre fue AdegiForm- como vehículo para gestionar las actividades de formación de Adegi. Tras un cambio de estatutos realizado en 2012, la organización empresarial se ha reservado la presidencia de la fundación y otros cuatro puestos en el patronato -sus tres vicepresidentes y el director general-, así como la obligación de realizar un informe previo en caso de posteriores transformaciones. En las próximas semanas se abordará un nuevo cambio estatutario para dar entrada en la fundación al Gobierno vasco, la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de San Sebastián.

Las organizaciones empresariales se habían negado a que la reflexión en torno a la semana de 32 horas laborables se asumiese en la mesa de diálogo social, en la que el Gobierno se sienta junto a Confebask y los sindicatos UGT y CC OO. «No es una prioridad para nosotros», argumentaron los empresarios cuando Mendia propuso abordar el tema en ese foro a principios de marzo. Fue una salida diplomática. En realidad, apuntan fuentes empresariales, «lo que queríamos decir es que no estamos dispuestos a perder ni un minuto de tiempo en algo en lo que no creemos». De ahí que la decisión de Fabrika, y con ella de Adegi, de ayudar al Ejecutivo a mantener viva la llama de la propuesta de Mendia, dinero mediante, haya provocado un tsunami interno.