Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La última propuesta realizada por el grupo público Sepi a los trabajadores de La Naval de Sestao -renunciar a su derecho a reincorporarse a Navantia a cambio del pago de una importante cantidad de dinero- ha cosechado aparentemente un notable éxito. Aunque todavía no ... hay una petición formal, casi 70 empleados del astillero vizcaíno han mostrado su disposición a elegir esa vía, aseguran fuentes conocedoras del proceso.
De los 173 empleados fijos que había en el astillero en el momento de su cierre, 150 tenían derecho a reincorporarse a la actividad en la empresa pública Navantia. Son trabajadores que ya pertenecían a las dependencias de Sestao en 2006, cuando estas instalaciones fueron desgajadas del grupo público Izar para proceder posteriormente a su privatización. En aquel momento, el Estado negoció con los sindicatos UGT y CC OO una garantía de recolocación ante la hipótesis de que, ya en manos privadas, la empresa entrase en crisis y se produjesen despidos. La Naval entró en un procedimiento concursal -la antigua suspensión de pagos- en octubre de 2017; apenas un año más tarde el administrador concursal solicitó la liquidación y el pasado mes de marzo el juzgado que tramitaba el procedimiento comunicó el despido de la totalidad de la plantilla. Hasta ahora -ayer se materializaron las últimas incorporaciones-, una treintena de empleados se han integrado ya en la plantilla de Navantia.
El número exacto de trabajadores que optan por la indemnización en vez de un puesto de trabajo en Navantia -que tiene centros de fabricación en Galicia, Cádiz, Cartegena y Madrid- se conocerá en las próximas semanas. Antes, los sindicatos esperan que Hacienda aclare el tratamiento fiscal que se dará a este pago. Como ya es conocido, el Gobierno central ha ofrecido una cantidad variable en función de los años de permanencia en la empresa, con un mínimo de 120.000 euros y un máximo de 160.000.
ERE recurrido
Los trabajadores están a la espera de que Sepi concrete también la calificación de estos pagos, lo que dará paso a la evaluación por parte de Hacienda. El tratamiento más favorable para quienes opten por recibir esta cantidad es que el pago sea considerado una indemnización por despido, ya que para esa figura se admite que estén libres de impuestos 180.000 euros. Sepi ya ha trasladado a los sindicatos que es difícil, por razones jurídicas, aplicar esa figura. La alternativa es considerarlo como la venta de un derecho, generado a lo largo de los años que esos trabajadores pertenecieron a la plantilla del astillero. Con esta opción al menos una parte del dinero recibido estaría exenta en el IRPF.
¿Y qué parte quedaría exenta de la tributación fiscal? Ahí nace otro problema, ya que depende de la normativa del IRPF y por tanto del lugar de residencia -empadronamiento- de los trabajadores. La normativa vizcaína, que afectaría a la mayoría de ellos, permite no pagar impuestos sobre el 50% de esa «renta irregular». El 50% restante se incorporaría a la base imponible. La del Estado, sin embargo, aplica la exención a un máximo del 30%. Algunos de los 150 trabajadores con derecho a reincorporares en Navantia tienen su residencia habitual fuera del País Vasco, lo que les obliga a aplicar la normativa del Estado, que es menos ventajosa que la vizcaína.
Por otra parte, el proceso de liquidación del astillero sigue congelado. A pesar de que el plan de liquidación se aprobó en enero y desde entonces cuelga sobre el astillero el cartel de 'se admiten ofertas', nadie ha mostrado formalmente su deseo de adquirirlo. Aunque todo apunta a que hay al menos media docena de grupos interesados en la compra de sus activos, ninguno ha querido comprometerse de forma oficial. La razón es un procedimiento judicial que aún está en marcha y que debe aclarar la situación jurídica de la plantilla. La juez que tramita la quiebra del astillero aprobó el despido de los 173 trabajadores el pasado marzo, pero los sindicatos CC OO, CAT y ELA optaron por recurrir esa decisión. En su opinión, el ERE tenía defectos formales y debería anularse.
De aceptarse esa tesis -al menos durante un tiempo y hasta la presentación de un nuevo ERE de extinción-, La Naval volvería a tener una plantilla de 173 trabajadores. Ninguno de los inversores que se han interesado por retomar la actividad en el astillero -apuntan fuentes del proceso- está dispuesto a asumir el compromiso hasta que se aclare de forma definitiva la situación legal de esos trabajadores.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.