Más de mil personas respaldan en la calle el primer día de huelga en Michelin Vitoria

Así rezaba el manifiesto leído al final de la marcha de esta tarde, donde proclamas como 'Borroka da bide bakarra', 'IPC sí o sí' o 'Garantía salarial', unidas a cánticos contra UGT y Comisiones Obreras (CC OO), han protagonizado el punto álgido de la primera jornada de movilizaciones entre los trabajadores de la factoría alavesa, la segunda más importante del territorio con alrededor de 3.500 trabajadores.

La primera jornada de huelga se salda así con un aparente éxito que ya parecía empezar a dar sus frutos a primera hora de la mañana. Los tres sindicatos nacionalistas, acompañados de la Confederación General del Trabajo, han comenzado a las 5:00 horas unos paros que, según las centrales, han parado la producción en la factoría alavesa, en la que argumentan que «el seguimiento ha sido del 93% en las líneas de producción» según Unai Arregi, delegado de LAB.

Entre gritos de 'esquirol' a cada entrada de trabajadores y algunos reproches a la Ertzaintza por su presencia en los accesos a la factoría -con crítica incluida por la permisividad durante la movilización de la pasada semana del colectivo 'Ertzaintzas en lucha' ante el Parlamento vasco-, el primer cambio de turno en la factoría alavesa -la segunda más grande de Álava, con alrededor de 3.500 trabajadores- no ha registrado altercados, pero sí un contadísimo número de entradas a la fábrica en la hora previa al acceso de los trabajadores del turno matinal.

Los sindicatos han dado por «paradas» las líneas de producción en la factoría a excepción de una de ingeniería civil en el arranque de las huelgas, cifras que los sindicatos han mantenido tras la entrada del turno de tarde.

Fuentes de la dirección de la empresa, en cambio, han rebajado esa cifra de seguimiento a un 44,7% en el conjunto de la empresa, uniendo talleres y oficinas. Portavoces autorizados de Michelin aseguran que funcionan líneas de turismo, de ingeniería civil y de semiterminados, aunque reconoce que, «por cuestiones de seguridad», no han arrancado procesos como la cocción de los neumáticos. El seguimiento de la huelga en los talleres, apuntan fuentes cercanas a la directiva de la multinacional, estaría más cercano a un 69%.

«Está claro que la plantilla está respondiendo al llamamiento a la huelga», ha sostenido Arregi. Testigo de ello es un parking mucho más vacío de lo habitual en la entrada principal de la factoría. «En el primer turno ha sido un éxito. Hay trabajadores de todos los colores aquí está mañana», ha defendido Jon Coroso, delegado de CGT en la fábrica. «Visto lo visto, la empresa debe mover ficha», ha insistido el representante sindical recordando que las huelgas se están extendiendo a otras fábricas como Valladolid o Aranda.

En sentido similar se ha pronunciado el sindicato ELA, que ha emitido un comunicado a mediodía en el que se felicita por el «éxito rotundo» de la primera huelga al tiempo que ha reivindicado un «un marco propio de negociación».

Ataviados con pegatinas con lemas como 'IPC sin trampas', 'Garantía salarial sí o sí' o 'Borroka da bide bakarra', tambores, silbatos y hasta petardos y bengalas, varios centenares trabajadores se han concentrado a la entrada sur de la factoría de Vitoria para apoyar la actividad de los piquetes informativos. Tras una hora de actividad sindical, los representantes de las centrales convocantes de la huelga han accedido a la factoría antes de la marcha prevista a las 8:30 horas, que ha concluido poco más de una hora después.

Tras el primer envite, los trabajadores han reducido su presencia a las puertas de la factoría, que ha vuelto a aumentar antes de la llegada del turno de tarde, en el que se ha mantenido el seguimiento en cifras similares, oscilando ligeramente hacia arriba entre las estimaciones de algunas centrales.

El primer paro abre una semana muy relevante en la negociación del convenio del fabricante de neumáticos: el comité intercentros -que agrupa a todas las plantas de la Península menos a la de Lasarte- deberá emitir una postura el próximo viernes ante la que hace dos semanas fue la «última» oferta salarial de Michelin. Esa «última» propuesta planteaba una subida del 12% repartida a lo largo de los cuatro años de vigencia del convenio: un 5% en este 2023, un 3% en 2024, un 2% en 2025 y otro 2% en 2026.

La oferta de la empresa incluía, además, la posibilidad de subir un 2% más los salarios cada bienio, pero para eso se tienen que cumplir dos condiciones. La primera, que el IPC sea superior en esos dos años a la oferta salarial: un 8% en el caso del bienio 2023-2024 y un 4% en el caso de 2025-2026. La segunda, que los resultados de la empresa den de sí para poder acometer ese incremento salarial.

Fue ese el punto de fricción entre Comisiones Obreras (CC OO) y UGT, que se propusieron analizar esa oferta. En el caso de la central de Raúl Arza, la firma sí ha propuesto arrancar con protestas, pero CC OO llegó a convocar el pasado viernes a los sindicatos nacionalistas y CGT para frenar las movilizaciones que han arrancado este lunes por la mañana. La central mayoritaria se pronunciará este miércoles sobre la propuesta de la empresa, antes del importante cónclave del viernes.