El mexicano Autlán se alía con De la Sota y compra una planta de la antigua Cegasa

En concreto, la unidad traspasada a Autlán y De la Sota factura 18 millones de euros y emplea a 47 personas. Fuera de la transacción ha quedado el tercero de los bloques que adquirió en su momento Sherpa, Cegasa Energía, que se dedica, por un lado, a la fabricación de pilas industriales de zinc y, por otro lado, a las soluciones de almacenamiento con tecnología de litio-ion. El fondo de capital riesgo, especializado en relanzar empresas con problemas para luego venderlas, adquirió en enero de 2015 las tres unidades de negocio por 2,5 millones de euros, aunque también un importante volumen de pasivo. Salvó así 150 puestos de trabajo, mientras que otros 275 del grupo Cegasa se vieron afectados para un ERE de extinción.

Con la venta, Sherpa ha conseguido importantes ganancias. Por su parte, para los mexicanos Autlán esta compra supone su desembarco en Europa, donde tienen planes de expansión. La planta de Oñati, dicen, es un buen punto de inicio ya que es la segunda dedicada en todo el continente al tratamiento de esta materia prima. «La adquisición creará sinergias muy importantes», ha señalado en una nota el grupo mexicano. Autlán es el único productor de minerales de manganeso en América del Norte y el más importante fabricante de ferroaleaciones de manganeso en todo el continente.

El grupo industrial tiene vocación de largo plazo en esta operación. El dióxido de manganeso se utiliza en las actualidad para las pilas alcalinas, pero no hay que descartar que en el futuro tenga aplicación para otro tipo de tecnologías. De la Sota, perteneciente a la conocida familia de empresarios, entra como socio local con una participación minoritaria.

La planta de Oñati inicia así una nueva etapa tras haber atravesado momentos muy complicados. El grupo industrial Cegasa, fundado en 1934 por Juan Celaya, entró en concurso de acreedores en 2014 por sus graves problemas de liquidez y con una deuda declarada de 117 millones de euros. Medio millar de trabajadores vieron amenazado su puesto de trabajo. Las unidades que sobrevivieron siguen ahora su camino.