El metal vizcaíno se ha desacelerado pero espera remontar en la segunda mitad del año

Estas son, a grandes rasgos, algunas de las conclusiones señaladas por el presidente de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM), José Luis López Gil, durante la presentación, este martes, de los resultados del 'Informe de Coyuntura Económica' del sector, el más importante de Bizkaia con cerca de 2.000 empresas y 48.000 trabajadores, de los que más de 33.000 se encuentran empleados en alguna de las 900 firmas asociadas a esta federación patronal.

Dicho informe está elaborado en base a dos encuestas realizadas durante noviembre y diciembre pasados, una de 'Coyuntura económica y perspectivas 2020', a la que respondieron 210 empresas; y otra sobre 'Necesidades de empleo y cualificaciones', en la que participaron 102 compañías.

La desaceleración experimentada por el metal vizcaíno en la segunda mitad del año pasado, acentuada en los últimos meses, se ha traducido en que para el 40% de las empresas del sector el último semestre fue peor de lo esperado, aunque para una minoría del 14% fue incluso mejor. Consecuencia directa de ese empeoramiento fue que también la creación de empleo se resintió. «Antes del verano teníamos casi mil afiliados nuevos a la Seguridad Social, pero no creemos que hayan sobrepasado los 500 a final de año», admitió López Gil. Es decir, la mitad de los que se preveía generar en 2019.

De cara a 2020, el presidente de la FVEM confió en que el crecimiento del sector esté en la misma línea del esperado para el conjunto de la economía vasca, sobre el que dijo «existe un consenso en que la previsión de crecimiento será del 1,8%». Sobre estas perspectivas, en base a las respuestas obtenidas en las encuestas, sólo un 10,2% de las asociadas a esta patronal teme registrar pérdidas al final del ejercicio. El 31,2% de las compañías espera obtener beneficios superiores a los de 2019; el 33%, iguales; y casi el 39% cree que serán inferiores.

Respecto al empleo, las plantillas se mantendrán para el 74% de las empresas, mientras que tanto para aumentarlas como para recortarlas el porcentaje se sitúa en el 13%. «Nuestra estimación es que la creación de puestos de trabajo estará entre 500 y 1.000 personas», dijo López Gil. En este ámbito, resaltó que el 60% serán contratos indefinidos -en el conjunto del sector lo son el 84%- y que el 74% procederán de la Formación Profesional y sólo el 15% serán universitarios. El informe revela que un 84% de las empresas aseguran tener dificultades para contratar, un porcentaje que «se incrementa año a año». Entre las principales causas para encontrar trabajadores, las compañías citan la falta de experiencia, de formación, especialización, de actitud, disposición e interés.

En el ámbito salarial, el 41% de las compañías declaró que aumentará las retribuciones por encima del IPC, el 38% los actualizará según ese índice, un 3% lo hará por debajo del IPC, y un 18% las mantendrá sin cambios.

Por otro lado, las empresas mencionan como factores que más afectan a su competitividad los costes laborales -sobre todo las cotizaciones sociales-, la falta de flexibilidad de la jornada laboral, la evolución del coste de materias primas, el insuficiente tamaño de la empresa, el nivel tecnológico, los costes energéticos, la fiscalidad y las dificultades de acceso a la financiación.

En cuanto a las iniciativas que reclaman para mejorar la competitividad, señalan como principales la disminución de los costes laborales incidiendo en las cotizaciones sociales, mejorar el clima laboral, planes de apoyo a la innovación tecnológica, incentivar las contrataciones de personal y propiciar una fiscalidad favorecedora.