Las instituciones vascas cierran filas para blindar la millonaria inversión de Mercedes

Los gobiernos central y vasco y la Diputación alavesa coincidieron ayer en expresar su satisfacción con el plan de negocio presentado por la empresa al comité. Contempla mil millones para nuevas infraestructuras -una nave de pintura, ampliar las de montaje o crear una zona de logística junto a la fábrica- con vistas a la producción de nuevos modelos de furgonetas; y otros 200 millones para actualizar la maquinaria que ahora existe con el fin de introducir mejoras en los modelos Clase V y Vito.

Este proyecto está vinculado a lograr más flexibilidad en el convenio que ahora se negocia y que está en un momento delicado después de que la semana pasada UGT y CC OO convocaron cinco días de huelga si la dirección no aborda su propuesta. Esta negociación es, en opinión de la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, «un aspecto relevante que garantizaría, además, poder realizar las inversiones con seguridad y serenidad».

El Gobierno vasco adoptará, «como siempre», una actitud de colaboración para que el plan de Mercedes «se haga realidad en el menor tiempo posible». Porque, en opinión de Tapia, supone una «gran oportunidad que Euskadi no puede dejar pasar». Apeló por ello al trabajo de todos, en alusión a empresa y sindicatos además de la ayuda institucional, para «consolidar el proyecto».

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En esta línea, la viceconsejera de Trabajo y Seguridad Social, Elena Pérez Barredo, destacó que «siempre que puede llegar una inversión de envergadura a Mercedes, se recurre al entendimiento en la negociación entre dirección y sindicatos». Cree que en esta ocasión no sucederá algo distinto y se muestra optimista «porque ambas partes saben hacerlo bien». La número dos de Idoia Mendia asegura que «en el mundo de la automoción la verdadera competencia por atraer proyectos está entre las plantas de un mismo grupo». Y, por ello, considera «clave» el acuerdo entre empresa y comité para rubricar unas condiciones ventajosas sobre otras fábricas.

También el diputado general de Álava, Ramiro González, consideró ayer «importante» la firma del convenio para «tener un horizonte claro en cuanto a las condiciones laborales que facilitaría la mejora y la ampliación de la empresa». Los 1.200 millones de euros que proyecta Daimler para Vitoria es «la mejor noticia económica para Álava y el conjunto de Euskadi», porque la planta de Mercedes es «la principal industria vasca» y esta inversión permitiría hacerla más competitiva «y supondría un paso importante para la transformación de la industria del automóvil, que es clave en este territorio». Por su parte, el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, ha apelado al entendimiento entre empresa y comité porque «hay que actuar con responsabilidad y sentido de ciudad» -subrayó-. «El acuerdo entre la empresa y la plantilla es clave no solo para el futuro de Mercedes sino para el de gran parte de la industria de Vitoria».

La apuesta de la multinacional alemana encaja «perfectamente» en la estrategia de transición ecológica y digital y en la búsqueda de «empleo estable y cualificado» que plantea el Ejecutivo central, asegura el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso. El liderazgo de Mercedes «en la cadena de valor» puede ser un elemento «tractor» para que pequeñas y medianas empresas vascas «den también un salto tecnológico» necesario. «Apelamos al diálogo social entre dirección y representantes de los trabajadores, a que se negocie con responsabilidad para mantener el empleo de calidad, y eso pasa por tener voluntad negociadora y visión estratégica y de futuro», concluyó Itxaso.

Los sindicatos no creen que la pelota esté en su tejado, todo lo contrario. «Está en el de la empresa, ahora tiene que concretar su plan si quiere un acuerdo, pero las movilizaciones siguen convocadas», recuerdan en CC OO. UGT, con quien ha presentado una propuesta conjunta, asegura que «la inversión no puede llegar a costa de reducir salarios de la plantilla. La subida salarial alineada al IPC al menos para 2021, 2022 y 2023 es innegociable».

ELA y LAB creen que la flexibilidad actual ya es suficiente «y así no se crea empleo. Si el megaproyecto que quiere la empresa pasa por trabajar una noche más, algo falla», opina el presidente del comité, Igor Guevara (ELA). Estos sindicatos tildan de «chantaje» la propuesta de Mercedes para sacar adelante el convenio.