Mercedes Vitoria encarará la 'era eléctrica' bajo la dirección del ingeniero alemán Olaf Klug

Fuentes consultadas por EL CORREO han confirmado que la apuesta del grupo por Klug es clara y que la circular interna que confirmará su llegada sería inminente; cuestión de días, a lo sumo unas pocas semanas. Pendientes, flecos administrativos. La plaza de Vitoria, además, no le es desconocida. Porque este alemán que habla español ya residió aquí en la década de los noventa. Trabajó como gerente (máximo responsable de ingeniería) del proyecto que propició la llegada de una nueva generación de las Vito y Clase V, las furgonetas 'bandera' que salen de la cadena de montaje de la planta de la calle Los Huetos.

Por entonces, con apenas 29 años, ponía los cimientos de lo que sería una sólida trayectoria profesional. Tras Vitoria, volvería a la central de Stuttgart para ocuparse de la planificación estratégica de vehículos comerciales. Luego, la planta de Berlín/Ludwigsfelde, para centrarse en la nueva carrocería del modelo Vaneo; vuelta a la casa matriz en 2002 como gerente del equipo de Planificación Central de Producción. Se ocuparía después de organizar una nueva planta en Estados Unidos para la producción del modelo Sprinter. Y, con 44 años, el otro gran desafío: director de Fabricación de Mercedes Argentina.

Vehículos comerciales, turismos, incluso autobuses (como durante su etapa en el país sudamericano). Todos los formatos de Daimler Mercedes han estado bajo su control. A Vitoria llegará directamente desde Alemania, desde la división de turismos. Y, si se cumple el calendario manejado para el reemplazo de Titos, ya con un comité de empresa recién conformado tras unas elecciones sindicales en noviembre. De resultado incierto. La incógnita: si se producirá vuelco en la actual mayoría sindical (UGT, CC OO, Ekintza y PIM), valedores del convenio que refrendaron los trabajadores en julio y que garantizaría cinco años de estabilidad. Frente a ellos, el bloque nacionalista (ELA, LAB y ESK), que no lo suscribieron.

Un contexto de 'paz social', al menos hasta 2026, que cierra la última etapa de Titos al frente de la planta alavesa. En su entorno, y 'sotto voce' en la propia factoría, se sostiene que el CEO, de 67 años, lleva en posición de salida desde el verano. Se había marcado como objetivo antes de dejar el cargo -la retirada de la vida pública es otra cuestión- conseguir la firma de un convenio que él negoció directamente, su ratificación posterior (un 57% de la plantilla lo respaldó) y la garantía de esa inversión escalonada de 1.200 millones de euros para el futuro eléctrico que se confirmaría en otoño.