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Mercedes Vitoria ya tiene definido cómo esquivar el ERTE que amenazaba a la fábrica. Con la bolsa de días desactivables a siete jornadas de su tope -la dirección ya ha desconvocado 11 de 18 días- y ocho meses y medio de labor por delante, la ... cúpula y los sindicatos apenas necesitaron 48 horas para cerrar un preacuerdo. El texto acordado entre la dirección y la parte social, al que ha tenido acceso este periódico, permitirá a la fábrica elevar sus jornadas desactivables a 38 días, más del doble del límite actual.
Esas 38 jornadas, sin embargo, tienen varios peros. Inicialmente el pacto alcanzado amplía hasta los 33 días la capacidad de desactivar jornadas. Sin embargo, el preacuerdo señala que se podrían cancelar hasta otras cinco jornadas más si hiciese falta a lo largo del año.
¿Cómo se van a distribuir esas jornadas? Serán diferentes según el tramo. Las siete que quedan aún habilitadas en el convenio seguirán con las condiciones actuales. Sin embargo, a partir de ahí cambiará la cosa. Si se pasa de las 18 cancelaciones, la empresa asumirá el 50% de esa desactivación. El otro 50% quedará en manos del trabajo, que podrá elegir entre deberle cuatro horas más a Mercedes o que se le descuente la parte salarial equivalente.
Si ni siquiera por esas fuese suficiente para cubrir la bajada de pedidos, la multinacional alemana se compromete a perdonar otro 25% de horas. Eso sólo ocurrirá si se recurre a más de 33 cancelaciones de producción o no quedase más remedio que aplicar un ERTE.
El preacuerdo entre la cúpula de la planta alavesa y el comité cumple así con una de las premisas que se habían fijado los principales sindicatos: que las desactivaciones no sólo corran a costa de los trabajadores, que no todo el trabajo que se cancele deba ser devuelto a posteriori. Los planes de ELA y de Comisiones Obreras (CC OO) incluían estas premisas en la negociación con la empresa y quedan satisfechas.
Otro de los puntos que reclamaba la central nacionalista -primera fuerza del comité que preside su delegado Igor Guevara- era la creación de más contratos indefinidos. Cuando se negoció el convenio, Mercedes se fijó la meta de que el 85% de la plantilla estuviese empleada de esta forma y activó el contrato relevo. Ahora la multinacional alemana se ha comprometido a hacer indefinidos 100 puestos de trabajo.
El preacuerdo entre sindicato y empresa cuenta con el aval de todas las centrales a excepción de UGT, que explicará este miércoles a su afiliación el alcance del preacuerdo -otras centrales como CC OO o ESK lo harán antes-, pero ya se posicionó en contra en el comité. «No vemos la necesidad de aumentar la flexibilidad recogida en el convenio actual», reza una comunicación interna de la sección sindical en la planta.
Tras las asambleas de trabajadores, en las que la afiliación dictará el posicionamiento final de su respectivo sindicato, será cuando se valide lo acordado con la empresa. A partir de entonces, la amenaza del ERTE se difuminará. Con el texto vigente, harían falta 27 desactivaciones más para que ese expediente se volviese a contemplar como una opción viable.
La baja carga de trabajo en Mercedes llega después de un año récord de producción. Tal y como adelantó este periódico, en 2023 salieron de los talleres de la Avenida de Los Huetos 157.507 vehículos. El objetivo inicial para 2024 pasaba por fabricar 140.000 furgonetas.
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