Mecaner, el fin de la histórica matricería vasca
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Fundada en 1961, fue la primera troquelería de Euskadi y dio inicio a una potente industria que se muereLa matricería vasca nació con Mecaner. La empresa de Urduliz fue creada en 1961 por Alberto Erhardt para atender un pedido de Seat y dio inicio en Euskadi a una potente industria que ha sido un gran orgullo para el territorio. Había casi veneración por ... la figura del maestro matricero que pulía los moldes con los que luego se daba forma a las puertas o al capó de los coches. Ahora Mecaner cierra y con ella muere en gran medida una actividad que lleva años agonizando, incapaz de competir en costes con China o el Este de Europa.
El fabricante de automóviles Stellantis (Peugeot, Citröen, Opel, Fiat...) anunció en septiembre que bajaba la persiana de Mecaner y esta semana se ha iniciado la negociación para el ERE, que supondrá el despido de sus 142 trabajadores. La decisión de la multinacional es inamovible. Alega que no es rentable mientras que el comité les acusa de llevarse la producción a países 'low cost' como China.
Mecaner se convierte así en la última pieza en caer de una lista negra que no para de crecer. Gestamp cerró en 2020 la emblemática Matricería Deusto y la ingeniería GTS, con 230 trabajadores. Un año antes, Batz, de la Corporación Mondragón, puso fin a Araluce, con 141 empleados. Otra empresa de este grupo, Matrici, entró en concurso en 2022 y aunque ha logrado salir, su plantilla ha quedado diezmada. Y esta es la última oleada porque el sector acumula ya muchas crisis, que siempre se han atribuido a la competencia de los países asiáticos.
«Es que si nos comparan con los chinos ninguna planta europea es competitiva», defiende Unai Mirasolain, representante de LAB en la empresa en la que trabaja desde hace 27 años y en la que ejerce de responsable de Montajes y Soldadura. Asegura que la decisión de Stellantis es una «deslocalización de libro», que encaja con la estrategia que ha llevado la multinacional francesa PSA desde hace años. «Fabrican lo máximo posible en China: troqueles, salpicaderos, volantes... y lo traen para ensamblar, de forma que puedan vender los coches como europeos», explica.
Por esta razón los trabajadores acogieron con temor el anunció de la fusión en 2021 de la francesa PSA (Peugeot, Citröen...) con el grupo italoestadounidense FCA (Fiat-Chrysler), al que Mecaner pertenecía después de varios cambios de manos. «La dirección de Stellantis (fruto de la unión de PSA y FCA) nos ha dicho que tienen sobrecapacidad de matricería en Europa, pero es porque se llevan la fabricación de troqueles fuera», denuncia. Aparte de Mecaner, la multinacional tiene plantas matriceras en las sedes de Italia y Francia (Mirafiori y Rennes), además de en Polonia.
El comité defiende que la empresa es viable porque dio beneficios de 600.000 euros en 2022. Stellantis dice que no. «Mecaner genera pérdidas en su negocio recurrente y en 2023 ha entrado en causa legal de disolución», alegan en el grupo. Explican también que han ofrecido, en el marco del ERE, un plan de 111 recolocaciones en ciudades donde Stellantis tiene plantas, como Vigo o Zaragoza, así como indemnizaciones superiores al mínimo legal.
«La edad media de la plantilla es de 50 años. Es muy complicado trasladarse ahora. Somos trabajadores que llevamos 25 ó 30 años en la empresa, con un alto grado de especialización», dice Mirasolain. Asiente a su lado Pablo Sastre, que acumula 24 años de experiencia en Mecaner, en la oficina donde se gestiona la producción. Ambos insisten en que hay que apostar por la continuidad de la empresa y evitar que se siga perdiendo tejido industrial.
Con esta idea se planteó un plan para transformar la fábrica y orientarla a los equipos de energías renovables. Piden apoyo a las instituciones. «Por ahora solo hemos recibido buenas palabras del Gobierno vasco, nada concreto», se lamenta Mirasolain. Es difícil que se pueda hacer cambiar de opinión a un gigante como Stellantis, por mucho que haya recibido 68 millones de ayudas en el marco de los programas PERTE.
Con la desaparición de Mecaner apenas va a quedar matricería en Euskadi. En las cooperativas de Mondragón indican que «siguen en proceso de reestructuración» porque el sector está en crisis en toda Europa y los fabricantes recurren a proveedores asiáticos o a sus propias troquelerías. Gestamp, que mantiene 600 empleos en el País Vasco, señala la necesidad de mayor flexibilidad para atraer proyectos. La leyenda del maestro matricero se apaga. Al lado de Mecaner está la vanguardista torre Urduliz 42, el nuevo centro de programadores que recuerda por dónde va el futuro, en el que no parece tener cabida una industria tan emblemática como la matricera.
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