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Punto final a una historia empresarial de éxito nacida con impulso político en 1996, gracias a un pacto entre el PP y el PNV para la investidura de José María Aznar como presidente del Gobierno. Euskaltel ha finalizado su trayectoria como operadora telefónica independiente y ... ya es propiedad de MásMóvil, con origen guipuzcoano. La absorción costará 1.965 millones de euros y Euskaltel será excluida de la Bolsa en los próximos días. Gracias a la 'Tasa Tobin', recién pactada entre Euskadi y el Estado, la Hacienda de Bizkaia percibirá unos 4 millones.
La OPA amistosa lanzada por MásMóvil sobre Euskaltel el 28 de marzo fue aceptada por el 97,67% del capital social de la empresa vasca. Como la operación estaba vinculada a un visto bueno del 75%, la compañía que lidera el austriaco Meinrad Spenger ya es la dueña de la 'teleco' naranja. «El éxito ha sido rotundo, dado el extraordinario nivel de apoyo conseguido», resumió este jueves la firma.
El éxito era previsible, porque cuando MásMóvil anunció la OPA ya contaba con el respaldo del 52,32% del capital. Los principales socios de Euskaltel, el fondo británico Zegona, Kutxabank y la Corporación Alba, habían decidido apoyar la iniciativa, por la que se embolsarán ahora una sustanciosa cantidad: 421 millones el fondo, 390 el banco y 216 el brazo financiero de la familia March. Tiraban así la toalla en su intento de crear el quinto operador nacional y optaban por vender Euskaltel a MásMóvil, el cuarto por detrás de Movistar, Vodafone y Orange.
Además del respaldo del 'núcleo duro' de Euskaltel, MásMóvil hizo una oferta atractiva: 11,17 euros por acción, que han quedado al final en 11 una vez descontado el dividendo ya abonado por la empresa vasca. Suponía una prima cercana al 27% sobre la cotización de la compañía en los seis meses previos. Este jueves, tras conocerse el resultado de la OPA, los títulos de Euskaltel cerraron a 10,92 euros, con una caída del 0,55%.
El nuevo grupo cuenta con más de 14 millones de servicios de telecomunicaciones y 26 millones de hogares con fibra óptica, red móvil 4G y 5G. Sus ingresos alcanzan los 2.700 millones de euros y tiene una plantilla de 1.900 personas. La operación será financiada con deuda y vendrá acompañada por una refinanciación del pasivo de Euskaltel, con lo que la factura para MásMóvil será de 3.550 millones.
El término de la operación llega con 'números rojos' para Euskaltel. La firma presidida por Xabier Iturbe y comandada por José Miguel García como primer ejecutivo ha perdido en el primer semestre 5,5 millones. La compañía lo atribuyó al coste de la expansión en el resto de España con la marca Virgin Telco -ha sumado 122.000 clientes- y la renovación de su red. 52 empleados clave de Euskaltel se repartirán 27 millones de euros de incentivo por el aumento del valor de la empresa. García se llevará 7,5 millones e Iturbe, 675.000 euros.
MásMóvil insistió este jueves en sus principales «compromisos» con Euskadi, razón por la que el Gobierno de Urkullu apoya la compraventa pese a suponer una evidente pérdida de identidad. Una dilución del arraigo que comenzó cuando Kutxabank dejó el control en manos del fondo británico Zegona a principios de 2019. Voces autorizadas del PNV como el presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao y exvicepresidente de Euskaltel, José Ángel Corres, o el exconsejero de Hacienda y exconsejero de Euskaltel, Alfonso Basagoiti, no han ahorrado críticas a la operación, cuestionada desde el ámbito político por EH Bildu y Elkarrekin Podemos y desde todo el espectro sindical por la posibilidad de que suponga una pérdida de empleo en una empresa alimentada por el impulso público.
MásMóvil mantendrá la sede social y fiscal de Euskaltel en el País Vasco durante al menos cinco años; no aplicará medidas traumáticas sobre la plantilla, sino que incluso «va a tratar de generar» más empleo alrededor de sus nuevos negocios relacionados con la energía verde y la telemedicina; y seguirá con las marcas del operador vasco: además de Euskaltel y Virgin Telco, R en Galicia y Telecable en Asturias. También mantendrá su propia marca Guuk, creada hace un año para hacer la competencia precisamente a Euskaltel en su mercado, el País Vasco.
MásMóvil defiende que su plan es «industrial» y no especulativo, sostiene que busca «situar a Euskadi en la vanguardia tecnológica» de la mano del 5G y de la fibra óptica, y ha prometido «fomentar la conexión emocional» con sus territorios de referencia, el País Vasco, Galicia y Asturias.
En estos 25 años, Euskaltel, que surgió en un momento de liberalización del sector tras el fin del monopolio que ostentaba Telefónica, ha visto salpicada su trayectoria por continuos cambios accionariales, con varios pelotazos de por medio prueba de que era un preciado objeto de especulación. Hoy es una compañía muy distinta de la que surgió del sueño político de que Euskadi tuviera una operadora propia. Y ahora, desde este jueves, ya es propiedad de MásMóvil.
Nacimiento El origen es Ibercom, firma nacida en 1997 en una carnicería de Andoain.
Convergencia Los caminos de Ibercom y MásMóvil se cruzaron en 2014.
Hoy Antes de comprar Euskaltel, ya dominaba un amplio abanico de marcas, como Yoigo, Pepephone, Lebara, Lycamobile y Llamaya. En Portugal funciona como Nowo.
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