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La junta de accionistas de Euskaltel ha sido convocada para mañana con carácter extraordinario y con un objetivo aparentemente burocrático pero que, sin embargo, tiene una gran trascendencia. La reunión del máximo órgano de poder de la operadora de telecomunicaciones servirá para consolidar y hacer ... oficial el nuevo papel del fondo de inversión británico Zegona como líder de la compañía. Controla ya el 21% de las acciones de Euskaltel y se ha convertido en el primer accionista, por delante de Kutxabank, tras la progresiva venta de títulos por parte del banco.
La convocatoria se produce para cumplir también los compromisos adquiridos por Kutxabank y Corporación Alba -el vehículo de inversión de la familia March- de otorgar una mayor presencia a Zegona en los órganos de gobierno de Euskaltel. Un pacto que permitió a Zegona situar el pasado 5 de junio como primer ejecutivo de la compañía a José Miguel García.
La junta de accionistas de mañana aprobará la ampliación del número de consejeros de la sociedad, que pasará a ser 13. También se acometerá la aprobación del nombramiento de un nuevo consejero en representación de Zegona -puesto que ocupará Robert Samuelson-, así como la ratificación como vocales de ese órgano de otras dos personas que habían sido propuestas por el fondo británico. El propio José Miguel García y Eamonn O'Hare. A estos tres consejeros hay que añadir también el puesto que ocupa Jon James, que aunque figura formalmente como 'independiente' está situado en la órbita de Zegona.
La junta de accionistas servirá para completar los movimientos legales, después de que Zegona haya obtenido el respaldo de Kutxabank y de Corporación Alba para poner en marcha sus planes. Una estrategia de la que aún se conocen muy pocas cosas, ya que aún está en fase de definición por parte del nuevo equipo directivo, que los presentará en el curso de las próximas semanas al consejo para su aprobación.
José Miguel García, el nuevo consejero delegado, ya ha sentado sin embargo algunas de las grandes líneas de lo que pretende hacer. Viene avalado por una dilatada trayectoria en el sector de las telecomunicaciones y también por el éxito en el relanzamiento de Jazztel, operadora que fue adquirida por el grupo francés Orange. En sus primeros compases ya dejó claro que su estilo de gestión es directo e incluso contundente. Apenas unos días después de asumir la máxima responsabilidad en la compañía, aprobó el despido de una veintena de directivos, algunos de los cuales habían trabajado durante casi dos décadas en la empresa. La justificación fue que se había encontrado en la práctica con tres compañías -Euskaltel, más las absorbidas Telecable y R- y que era necesario «simplificar la estructura» de la operadora, para unificar la gestión de todos los servicios. Todo apunta a que también prepara un ajuste de plantilla generalizado, cuyo alcance no ha dado a conocer.
En la operativa del negocio, la pasada semana dio también sus primeros pasos. Así, Euskaltel, la gallega R y la asturiana Telecable lanzaron por primera vez una oferta conjunta a sus clientes. Esto es, las mismas condiciones y las mismas tarifas, algo que hasta ahora no se había producido ya que cada una mantenía una elevada independencia.
José Miguel García sí ha aclarado que su intención en mantener las tres marcas en sus respectivos mercados, aunque está por definir cuál será la enseña que se utilizará para la expansión en el resto de España. García aseguró en una reciente entrevista concedida a EL CORREO que su objetivo es «convertir a Euskaltel en un operador nacional con sede en el País Vasco». Todo apunta a que será la marca Virgin la elegida para esta expansión, habida cuenta de que esta operadora británica prestó su respaldo financiero a Zegona para aumentar su posición accionarial en Euskaltel hasta convertirse en el primer accionista.
Por otra parte, Euskaltel entregará hoy a sus accionistas un dividendo de 30 millones de euros, con cargo a los resultados del pasado año. Esto supone un dividendo de 0,17 euros brutos por título, que se suman a los 0,14 euros ya desembolsados también con cargo al beneficio del pasado ejercicio. Con ello, la remuneración a los accionistas ligada al ejercicio de 2018 se ha elevado a un total de 55 millones de euros.
Vía libre Kutxabank y Corporación Alba han dado su respaldo para implantar loscambios en la gestión
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