Iberdrola paga 3.600 millones por una compañía para crecer en Estados Unidos

El valor pactado para PNM supera ligeramente los 7.000 millones de euros pero Iberdrola asumirá en su balance consolidado una deuda neta del orden de los 3.400 millones de euros. El precio de compra supone conceder una prima del orden del 10% sobre el último valor de cotización de la empresa norteamericana, cuyos accionistas deberán ahora aceptar la OPA. PNM cotiza en la Bolsa de Nueva York y el consejo de administración ya ha informado de forma favorable.

Con esta operación Iberdrola acelera sus planes de expansión internacionales. Fuentes de la empresa han destacado que esta es la octava «transacción corporativa desde el inicio de la pandemia de Covid, tras las adquisiciones en Francia (St Brieuc y Aalto Power), en Australia (Infigen), compañías de generación eólica marina en Suecia y Japón y de varios proyectos eólicos terrestres en Escocia y en Brasil». El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha asegurado que «la operación es consecuencia de la estrategia que hemos seguido durante más de 20 años. Una operación amistosa, centrada en negocios regulados y en energías renovables, en países con buena calificación crediticia y estabilidad jurídica y regulatoria y que ofrecen oportunidades de crecimiento futuro». La adquisición, ha asegurado hoy Ignacio Galán en una conferencia con analistas y medios de comunicación, "permitirá incrementar en 120 millones de euros anuales el beneficio neto de Iberdrola".

Por otra parte, la compañía ha reportado unos resultados positivos para los nueve primeros meses del año, aunque tienen un impacto extraordinario derivado de la venta de la plusvalía conseguida con la venta de sus acciones en Siemens Gamesa. Ello le permite incrementar en un 4,7% su beneficio neto, hasta alcanzar la cifra de 2.681 millones de euros. Pese a ello y descontando los factores extraordinarios, Iberdrola anota un impacto negativo en sus cuentas de resultados, como consecuencia del parón mundial de la economía generado por la Covid-19. Un parón que ha hecho retroceder el ebitda de los nueve primeros meses en un 2%. Las inversiones de la empresa en estos nueve primeros meses han supuesto un incremento del 25%, hasta situarse cerca de los 7.000 millones de euros.

La empresa estima que la pandemia ha tenido un efecto negativo en su beneficio valorado en unos 203 millones de euros. Hay dos razones que justifican ese impacto. De un lado, la reducción del consumo de energía como consecuencia del parón provocado pro el confinamiento y más tarde por la lenta recuperación de la actividad. De otro lado, la sociedad ha tenido que incrementar sus dotaciones por insolvencias ante el previsible aumento de la morosidad de los clientes. "La evolución en el último trimestre muestra una progresiva normalización de la demanda y los precios de energía en España y el Reino Unido, mientras que países como Estados Unidos y Brasil avanzan en la implantación de medidas regulatorias de recuperación", han indicado.