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El diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria; el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán y el presidente del grupo Velatia, Javier Ormazabal, se reunieron este martes con un destacado grupo de directivos de importantes compañías vascas, con el objetivo de transmitirles las ventajas que tiene la legislación fiscal vizcaína en materia de deducciones para investigación y desarrollo. El objetivo de este encuentro fue promocionar una peculiaridad de la norma vasca del Impuesto de Sociedades -el artículo 64 bis de ese texto-, vigente desde hace tres añosy que hasta ahora ha tenido un respaldo reducido pese a que permite notables ventajas.
El presidente de Iberdrola animó a las empresas vascas a aprovechar las «oportunidades» que ya están aflorando como consecuencia de la transición energética y el impulso que va a existir en la generalización e incremento del uso de la electricidad. «La fiscalidad no puede ser sólo una vía de recaudación -apuntó- sino que también debe servir como instrumento para conseguir cosas». La compañía eléctrica ha sido en los dos años en que se ha aplicado la nueva normativa de incentivos a la innovación -2017 y 2018, porque la declaración de 2019 no se ha realizado aún- el actor más dinámico en esta materia. En estos dos ejercicios, la Diputación de Bizkaia ha aceptado 56 proyectos como merecedores de estas ventajas fiscales, con un total de 23 millones de euros invertidos. De ellos, 17 han partido de la compañía eléctrica.
La fórmula, que la Diputación quiere extender a muchas más empresas para acelerar la inversión en investigación, desarrollo e innovación, tiene muchas similitudes con la que se emplea en la financiación del cine, aunque en este caso se han simplificado los trámites. En síntesis, el artículo '64 bis' permite establecer una especie de círculo virtuoso. A modo de ejemplo, la empresa A entrega 100 euros a fondo perdido a la empresa B para financiar sus trabajos de I+D+i, lo que rebaja de forma sustancial sus costes en estos proyectos y reduce también el riesgo económico de esas 'aventuras'. A cambio, la empresa A -es imprescindible que sea una compañía en beneficios- recuperará su dinero e incluso un plus por la vía de las deducciones fiscales. El retorno puede llegar hasta 120 euros por cada 100 euros invertidos de esta forma. Una rentabilidad más que atractiva.
Los presidentes de las empresas Ingeteam y Arteche, Adolfo Rebollo y Alex Arteche, respectivamente, contaron sus experiencias particulares con este tipo de proyectos, en los que ya han participado con Iberdrola como financiador. Así, descataron no sólo las ventajas económicas y tecnológicas que aportan a las empresas implicadas, sino también al conjunto de la sociedad, porque con ello los ciudadanos se benefician de los avances tecnológicos. En esta línea, el diputado general, Unai Rementeria, apuntó también que esta colaboración entre la Administración -que es quien concede las ayudas fiscales-, los financiadores y quienes abordan los proyectos empresariales, «supone también una vía muy importante para trabajar a favor del arraigo de las empresas a nuestro territorio».
Esa vieja frase de «tú me rascas, yo te rasco», tuvo ayer una plasmación visual en el acto que se celebró en la Torre Iberdrola, auspiciado por la Diputación foral de Bizkaia y la compañía eléctrica. La convocatoria, preparada hace varios meses, se materializó precisamente en un momento muy especial, en el que las filtraciones del excomisario José Manuel Villarejo han colocado en una posición delicada a la cúpula de la compañía. De momento, y hasta que la investigación judicial avance, se ha instalado la sospecha de que Iberdrola ha podido utilizar métodos poco ortodoxos. El presidente, Ignacio Galán, ha querido despejar dudas esta semana con una frase contundente: «Iberdrola no espía a nadie», dijo el pasado lunes en una entrevista radiofónica.
El acto representó un claro respaldo personal de Iberdrola y de su presidente en particular a la estrategia fiscal del diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, acusado muchas veces de un excesivo fervor liberal en esta materia. Un aval ante empresas muy importantes en el entramado industrial vasco que, además, actúan como proveedores de Iberdrola y aprovechan la 'relación especial' que existe y la cercanía geográfica para mantener una posición privilegiada.
Pero, buscado o no -todos los implicados aseguran que no-, lo cierto es que el acto también se interpretó ayer como un respaldo, tímido pero suficiente, por parte de la Diputación y por extensión del PNV al presidente de Iberdrola. A nadie se le escapan las buenas relaciones que tradicionalmente ha mantenido Galán con la dirección jeltzale. La coyuntura y lo que suceda en los próximos meses en la Audiencia Nacional puede tener una enorme trascendencia para la industria vasca. Iberdrola es uno de los principales contribuyentes de la Hacienda vasca y el tractor que tira de muchos proveedores locales.
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