«Quien no tiene dinero, no lo puede invertir». Así de elocuentemente explica el primer ejecutivo de MásMóvil, Meinrad Spenger, la necesidad de la fusión con Orange. Una operación que los asesores financieros han calculado que generará unas sinergias de 450 millones de euros. Dinero ... que hace falta para invertir en redes de 5G. Spenger advierte de que si no se avanza en esa línea, seguirá aumentando la distancia respecto a otros países como Estados Unidos o Suiza.
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En Euskadi, un año después de la integración de Euskaltel en MásMóvil, el directivo no puede ser más gráfico al señalar que el balance supera lo que «nadie imaginaba». La mejora de las redes de la compañía naranja, gracias a una inversión de 100 millones de euros, es una de las causas que ha permitido volver a recuperar clientes en el País Vasco.
- La fusión con Orange requiere la autorización de Competencia en Europa. ¿Han enviado ya el expediente a Bruselas?
- Firmamos un acuerdo vinculante en julio para convertirnos en el primer operador de España en número de clientes. En las próximas semanas enviaremos la notificación a Bruselas. Calculamos que en un año debería estar cerrado el caso y aprobado.
- Todas las miradas se centran en qué papel adoptará Competencia y si pondrá muchas exigencias. ¿Notan esa presión?
- Estamos muy tranquilos porque creemos que esta operación va a aumentar la competencia del sector y nos haremos más potentes para mejorar las infraestructuras, las redes de fibra, el 5G. Cosas que generarían beneficios a los consumidores en España.
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- ¿Corremos el riesgo de quedarnos con una infraestructura obsoleta?
- Es que es una lógica bastante sencilla: quien no tiene dinero, no lo puede invertir. Tenemos que facilitar compañías fuertes con capacidad inversora porque la conectividad con 5G va a ser clave en el futuro de la sociedad, de las empresas y de la economía. En España y en la UE estamos por detrás de otros países como Estados Unidos, China o Corea del Sur. Pero también en Europa nos adelantan otros que están fuera de la Unión, como Suiza. Nos tiene que preocupar y ocupar.
- Ha pasado un año desde la integración de Euskaltel. ¿Qué balance hacen?
- Estamos contentos. Hemos conseguido lo que nadie se imaginaba hace un año. Hemos crecido en el primer semestre de este año en 5.000 clientes de banda ancha y 15.000 en móvil.
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- Y en un mercado tan maduro, ¿en dónde han encontrado esos clientes?
- Hemos conseguido una mejora del servicio muy relevante y lo hemos notado en el número de incidencias, que se han reducido más de un 30%. Hemos cumplido, hemos invertido más de 100 millones en la fibra, llegando a casi el 95% de los hogares vascos, y también en la red de 5G con 350 antenas cubriendo al 73% de la población. Y eso crea un nivel de satisfacción importante y las consecuencias son que estamos otra vez creciendo en Euskadi.
- En esas inversiones han tenido que apoyarse en socios, vendiendo una parte de la red de Euskaltel.
- Lo primero que quiero decir es que lo hemos hecho sin vender ninguna infraestructura histórica de Euskaltel. Hemos vendido la parte nueva de la fibra que hemos desplegado en el último año y se ha invitado a participar a familias vascas conocidas con sus instrumentos financieros, como Onchena o Beraunberri. Con la red de Euskaltel llegamos a un total de 1,3 millones de hogares. De esos, 100.000 tienen el último tramo de conexión con cable y es a esos casos a los que se refiere la operación de la red que hemos realizado. Es una inversión nueva, no hemos vendido ningún activo histórico.
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- ¿La plantilla de Euskaltel se ha integrado bien en la filosofía MásMóvil?
- Hay un proyecto muy ambicioso y el equipo de Euskadi nota que los clientes cada vez están más satisfechos. Confiamos en el talento de Euskaltel y hemos conseguido, además, una paz social muy relevante. El convenio llevaba vencido hace más de un año y medio cuando llegamos y hemos logrado un acuerdo satisfactorio para todos.
- ¿Habrá nuevas contrataciones?
- Tenemos más de 300 trabajadores en Bilbao y San Sebastián y creamos en Euskadi más de 3.000 empleos indirectos. Nuestra aspiración es crecer más.
- ¿Y Guuk? ¿Ven desarrollo independiente a la compañía que impulsaron en Euskadi antes de comprar Euskaltel?
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- Con Guuk estamos encantados. La notoriedad de la marca sigue creciendo, hemos conseguido ya más de 25.000 líneas de fibra y más de 50.000 líneas de móvil. La marca y su mensaje de claridad, sin truco ni trampa, es complementaria a Euskaltel.
- Una de las características de su sector es la batalla entre marcas a través de los precios. ¿Se puede mantener esa espiral con este IPC?
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- El sector de las telecomunicaciones es una excepción. En diez años se han reducido los precios un 50%. Es una reducción del precio unitario única en Europa. Como gestores tenemos que ser responsables, asegurar el empleo y el servicio de calidad. No somos actores en el segmento del ultra 'low cost', ahí es difícil mantener un servicio a medio y largo plazo.
- ¿Eso quiere decir que van a subir las tarifas?
- Estamos comprometidos en ofrecer siempre un precio justo a nuestros clientes. Destacamos porque somos el mejor operador promocional del mercado y con los precios más estables y vamos a seguir haciéndolo así. Pero estamos en un entorno de inflación muy alta, nuestros convenios incluyen una subida salarial. Nos están subiendo los costes de energía y proveedores y hay que asegurar una estrategia que sea sostenible y analizarla de forma continua. Pero vamos a seguir intentando ser los que mejor vamos a tratar a nuestros clientes.
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- Algunas de esas operadoras 'low cost' son las que más han crecido. ¿Representan una amenaza para el modelo?
- Nosotros vamos a seguir fieles a la estrategia de ofrecer un buen servicio a nuestros clientes. Queremos ser los mejores y evitar problemas a nuestros usuarios. Eso es nuestra prioridad. La segunda es crecer, pero hacerlo bien y ofrecer un servicio excelente. Si hacemos eso bien, daremos muchas alegrías a nuestros clientes y accionistas.
- El contexto económico para desarrollar esa apuesta es complejo. ¿Ve un escenario de recesión?
- No soy economista, pero desde MásMóvil solo podemos contribuir de forma constructiva. Primero, pagando nuestros impuestos aquí y ayudando a los consumidores a enfrentar situaciones difíciles. Tenemos herramientas como la financiación de móviles, somos líderes en ese servicio.
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- Si Euskadi eliminara el Impuesto de Patrimonio, ¿Meinrad Spenger vendría a vivir a San Sebastián?
- El tema de los impuestos no fue clave para mí al elegir el sitio en el que vivir. Yo creo que fue más importante mi mujer. Nos encanta el norte de España, nos encanta Euskadi. El monte, el mar... La buena comida, eso es imbatible. Estoy encantando de estar a menudo en el País Vasco.
- ¿Cree que Euskadi está perdiendo liderazgo empresarial?
- Vamos a hacer todo para que eso no pase. Generar empleo, riqueza y mejorar la conectividad de los vascos con el desarrollo e implantación de nuevos servicios. Ahí creo que contribuimos y lo haremos con los gestores políticos. Lo que sí valoramos de nuestros socios vascos es que tienen palabra. Las cosas que acordamos se cumplen, y eso es muy importante para seguir invirtiendo.
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El consejero delegado de MásMóvil, Meinrad Spenger, aseguró, al comprar Euskaltel, la pervivencia de uno de los proyectos que más unen emocionalmente la marca al País Vasco: el equipo ciclista y su patrocinio. El ejecutivo austríaco proviene de un pueblo de poco más de 11.000 habitantes, Knittelfeld, que curiosamente acaba de ganar el premio a la mejor sidra del mundo. De ahí le viene la pasión por el ciclismo. «Hago más en bici de montaña que en carretera», y alterna la bicicleta tradicional con la eléctrica. «Son las dos deporte, diferentes, pero deporte» al fin y al cabo. Spenger explica que utiliza más la eléctrica en las bajadas, «porque ahí las soluciones son espectaculares y disfruto mucho».
Del equipo Euskaltel le llamó la atención que «es uno de los pocos que tiene afición y una base de seguidores muy importante, cuando lo normal en el ciclismo es que la gente sea de uno u otro corredor». De ahí que la apuesta de la empresa por el equipo profesional sea firme y porque «estamos convencidos del valor del deporte y del ciclismo en particular».
A pesar de las turbulencias por las que ha pasado la 'marea naranja', la empresa quiere mantener los 25 años de trayectoria del equipo y Spenger asegura que «vamos a seguir escribiendo historia y vamos a tener sorpresas muy positivas».
El directivo muestra orgulloso las fotos de la última edición de la Vuelta a España en la etapa que atravesó la sierra de Madrid. En ellas aparece, como un aficionado más, con la camiseta naranja en la cuneta de la carretera.
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La compañía lanzó una iniciativa para adquirir bicicletas para los empleados, «en vez de coches de empresa», junto a uno de los principales fabricantes vascos. La experiencia «salió muy bien», explica, pero la demanda de bicis ha agotado los 'stocks' y no se ha podido extender.
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