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Euskaltel abordará, previsiblemente este mes de octubre, el relevo en la presidencia de la compañía. El actual titular del cargo, Alberto García Erauzkin, había manifestado hace ya tiempo a los accionistas de referencia de la empresa su deseo de abandonar sus funciones. La operadora vasca ... de telecomunicaciones -en realidad sus accionistas- ha desplegado en los últimos días una intensa actividad de búsqueda del sustituto, con el objetivo de que el nombramiento sea ratificado en un consejo de administración antes de finales de mes. La compañía ha confirmado hoy, mediante una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, esta operación.
Todo apunta a que por el momento no existe un 'sucesor designado', aunque sí se ha trazado un retrato robot de algunos criterios que debe cumplir la persona que ocupe esa posición. Así, apuntan fuentes conocedoras del proceso, se busca a alguien bien relacionado con la Administración vasca y que permita mantener la idea de que la compañía sigue arraigada en Euskadi. O, dicho en sentido contrario, alguien que no alimente la sensación de que la empresa se aleja de la comunidad autónoma en la que nació. Al parecer, es Kutxabank quien ha asumido la responsabilidad de pilotar el recambio y de proponer al consejo la nueva candidatura.
García Erauzkin (Erandio, 1960) cierra así una dilatada etapa en la cúpula de Euskaltel, en cuya presidencia -aunque con funciones diferentes- ha permanecido durante los últimos ocho años. Asumió el cargo tras la jubilación de José Antonio Ardanza, a finales de 2011. Pero, en realidad, sus funciones como primer ejecutivo de la operadora se remontan a marzo de 1998, cuando fue nombrado director general, en un momento en el que la compañía estaba en pleno proceso de despegue y con una notable debilidad financiera.
Según ha podido confirmar EL CORREO, García Erauzkin quiso renunciar hace ya algunos meses, cuando fue evidente que el fondo británico Zegona iba a tomar el control de la compañía. Pasaron a controlar el 21% de las acciones, superando así a Kutxabank que perdía el papel de primer accionista y se quedaba en segundo lugar, con el 19,8% del capital social. Este deseo, afirman las mismas fuentes, fue reiterado con mayor énfasis a principios de junio, cuando Zegona consiguió materializar su golpe de mano y -con el respaldo de Kutxabank y también de la Corporación Alba- asumir el liderazgo efectivo. Un hecho que se concretó en la designación de José Miguel García -un exdirectivo de Jazztel y hombre de confianza de Zegona- como consejero delegado y primer ejecutivo.
Las mismas fuentes aseguran que Kutxabank 'obligó' a García Erauzkin a permanecer durante algún tiempo en el cargo, para evitar una desestabilización total en la compañía. Hay que recordar que la pugna de Zegona por hacerse con el control resultó polémica, que el cese del anterior consejero delegado Francisco Arteche fue interpretado como una amenaza de deslocalización de la operadora y que, incluso, el tema se convirtió en un objeto de debate político. Las preguntas al Gobierno vasco sobre el futuro de Euskaltel, desde la oposición, fueron una constante durante varias semanas en las sesiones de control del Parlamento de Vitoria.
Todo indica que, despojado de sus poderes ejecutivos en la empresa, Alberto García Erauzkin se encontraba incómodo en el nuevo escenario. La llegada de José Miguel García al puente de mando de la firma generó los primeros despidos masivos en el grupo, una parte de los cuales afectaron, precisamente, al grupo de colaboradores más cercano al presidente. La vida interna en la empresa ha vivido desde entonces una escalada de tensión y todo apunta a que en un futuro próximo puede haber otros movimientos no exentos de polémica. Entre ellos, hipotéticos nuevos ajustes de plantilla.
Además, también hay rumores en torno a una futura venta de la red física de telecomunicaciones propiedad de Euskaltel. Una parte de esta red fue transferida por el Gobierno vasco en unas condiciones dudosas: no hubo concurso alguno para aquella adjudicación y ningún otro operador pudo presentar ofertas, aunque el Ejecutivo autonómico se cubrió las espaldas validando la operación con una votación en el Parlamento. Un escenario que, al menos, sembró dudas de peso sobre la valoración de aquella venta de un bien público, al no existir un contraste con el mercado.
1992 fue el año en el que el Gobierno vasco creó Euskalnet, tomando como base la red de fibra óptica que había construido para uso interno de la Administración.
1996 El pacto del PNV con el PP para investir a Aznar como presidente del Gobierno permitió el nacimiento de Euskaltel, para ofrecer un servicio de telefonía fija.
El exconsejero de Hacienda del Gobierno vasco José Luis Larrea fue el primer presidente y el encargado del lanzamiento de la empresa y de sus primeras operaciones comerciales.
José Antonio Ardanza asumió la presidencia en 1999, y durante su mandato la operadora alcanzó el liderazgo en el País Vasco entre las empresas de telecomunicaciones.
Desde su llegada al cargo de primer ejecutivo de la operadora, José Miguel García tan solo ha podido abordar una de las dos 'grandes misiones' que llevaba en su cartera. La primera, ejecutada al menos en sus grandes líneas, la reorganización interna que permitiese una auténtica integración de las tres firmas que componen el grupo: Euskaltel, la gallega R y la asturiana Telecable.
La segunda misión, la auténtica apuesta estratégica revelada por Zegona a finales del pasado año, una expansión en el mercado nacional sin complejos, permanece hibernada a la espera de mejores tiempos. Como ya es conocido, la hipótesis que se ha manejado con más fuerza es la de abordar ese proceso bajo la marca Virgin -Euskaltel pagaría por eso un 'royalty' a la operadora británica-, aunque manteniendo las actuales enseñas de Euskaltel, R y Telecable para los mercados vasco, gallego y asturiano, respectivamente.
El consejo de administración ha impuesto un poco de calma a las ansias expansionistas porque, señalan fuentes consultadas por EL CORREO, antes quiere que la organización nueva esté asentada y también que haya una «consolidación de los resultados». Los últimos datos económicos reportados por la operadora, referidos al primer semestre del año, sembraban algunas dudas sobre la evolución del negocio. La compañía vasca ha sufrido un auténtico ataque de sus competidores en el mercado, que han creído ver su oportunidad para robarle clientes en Euskadi, Asturias y Galicia. También existe temor a la pérdida del lazo emocional que unía a la marca con sus usuarios en las tres regiones. Euskaltel, sin embargo, ha tratado de reaccionar con una agresiva oferta a los clientes en pleno verano, además de anunciar un aumento de la velocidad de acceso a internet.
Para demostrar que Zegona lleva la batuta de la empresa y pese al silencio sobre el futuro plan de negocio que ha mantenido Euskaltel, el consejero delegado del fondo británico, Eamonn O'Hare, ha destripado las líneas generales en una reciente entrevista concedida a un medio de comunicación británico. ¿Un leve síntoma de deslocalización? Así, ha reafirmado su apuesta por utilizar la marca Virgin y ha asegurado que lanzarán una oferta convergente -acceso a internet, televisión, telefonía fija y móvil- que se situará entre 50 y 60 euros mensuales. Al tiempo que ha descartado que Euskaltel vaya a convertirse en un operador 'low cost'.
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