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Mañana será el gran día de un proyecto empresarial que ha tardado siete años en alcanzar su primer objetivo con mayúsculas. Satlantis, la compañía vasca ... dedicada a la fabricación de cámaras fotográficas espaciales, situará su primer equipo en el espacio. El lanzamiento se realizará dentro de un cohete japonés y en apenas unos días la cámara fotográfica, revolucionaria por sus características, se instalará en la Estación Espacial Internacional. A partir de ahí el equipo se dedicará a tomar imágenes de la tierra, en una fase que inicialmente iba a ser sólo de pruebas y demostración, pero que tendrá nuevos contenidos como consecuencia de la situación que atraviesa el mundo por la pandemia del Covid-19.
La cámara que será lanzada al espacio mañana ha sido fabricada en las instalaciones que tiene Satlantis en el Parque Científico de la Universidad del País Vasco, en la localidad vizcaína de Leioa. En esas dependencias trabajan en la actualidad unos 40 profesionales, que han sido los encargados de realizar el desarrollo de la cámara fotográfica espacial y también de fabricar los primeros prototipos.
Las cámaras fotográficas situadas en satélites son algo conocido y utilizado desde hace años. Sin embargo, la aportación de la empresa vasca ha sido reducir de forma radical el peso de estos equipos. Frente a los 150 kilogramos de peso de una cámara convencional, el modelo desarrollado por Satlantis tan solo pesa 15 kilos y permite además una alta resolución en fotografía digital. «En este sector de actividad el peso es un elemento crítico -asegura Juan Tomás Hernani, consejero delegado de la empresa-, porque de ello depende también el coste de situar una cámara en un satélite. Cada kilo de diferencia supone un ahorro aproximado a los 30.000 euros para el cliente».
La empresa, presidida por la exministra de Ciencia y Tecnología Cristina Garmendia, asumió un proyecto teórico que había sido desarrollado por el Departamento de Astrofísica de la Universidad de Florida y que buscaba financiación para convertirse en realidad. En la actualidad la empresa cuenta con un capital social de 2,2 millones de euros y entre sus accionistas figuran Telefónica, la ingeniería Idom, la firma Everis, el grupo Orza, el Gobierno vasco y la Diputación de Bizkaia.
«Si no vuelas no existes», apunta Hernani para destacar la importancia del lanzamiento al espacio de la primera cámara fotográfica de Satlantis, que inicialmente tenía como única misión servir como experiencia y demostración real de sus ventajas. «Pero -matiza el consejero delegado- la actual situación que se ha generado, con pocos aviones en vuelo, tráfico reducido y movilidad limitada de personas, ha hecho que algunas organizaciones se pongan en contacto con nosotros para intentar realizar trabajos concretos». Según el plan trazado por Satlantis, la cámara estará plenamente operativa y transmitirá imágenes a la tierra a partir del próximo día 10 de junio.
¿Qué tipo de aplicaciones puede tener una cámara espacial como ésta? «Sus imágenes nos permitirán detectar vertidos de petróleo de barcos en el mar, proliferación de algas y plásticos flotantes. En tierra seguiremos el avance y la patologías en cosechas, higrometría, incendios, detección de minerales. Y en la atmósfera veremos climatología, partículas en suspensión, lluvias ácidas...», asegura el consejero delegado de la firma vasca.
15 kilos pesa la cámara desarrollada por Satlantis, frente a los 150 de los modelos convencionales.
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