El consorcio húngaro que pelea por Talgo se abre a la entrada de capital español: «No tenemos nada que ver con Rusia»

El Gobierno sigue sin aceptar la OPA y ha rechazado en varias ocasiones la propuesta. El ministro de Transportes, Óscar Puente, asegura que están buscando socios españoles que puedan dar futuro a Talgo sin que deje de ser una compañía española. Y los húngaros están a favor de este punto, aunque no han recibido «ninguna propuesta concreta de cooperación». Tombor destacó estar «muy abiertos» a propuestas «racionales» por parte del Gobierno español que contribuya a llevar a cabo su estrategia y «que Talgo se convierta en una empresa más fuerte». «Combinar nuestra fuerza y capacidad industrial con el conocimiento y experiencia de Talgo supondría aportar mucho valor a los accionistas», señaló.

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Sobre los vínculos del consorcio con Rusia y los recelos del Gobierno sobre las conexiones con la extrema derecha europea, el representante de Magyar Vagon rechazó completamente este punto y aseguró: «No tenemos nada que ver con los rusos». Además, Tombor recordó que fueron una de las primeras empresas que disolvió sus acuerdos con compañías rusas en cuanto comenzó la guerra con Ucrania. «Soy empresario y estoy en el sector industrial, los temas políticos no son de mi interés, nuestra oferta tiene sentido para ambas partes, es la única oportunidad que tiene Talgo para dar un paso adelante», indicó.

La compañía asegura que aún no han mantenido ninguna reunión con el ministro Óscar Puente, aunque han llegado a sus oídos sus «dudas». «Tenemos que ser pacientes y dar el suficiente tiempo a todos los actores para conocer nuestra oferta en detalle y que se tome la decisión adecuada sobre la lógica de esta oferta», señala Tombor, que aseguró que tienen ya la financiación con las entidades financieras garantizada, todas ellas húngaras.

El análisis del Gobierno sobre la OPA tiene como fecha de vencimiento el 10 de agosto, aunque desde el consorcio húngaro esperan que sea «cuanto antes» y que el periodo estival no afecte al proceso. En España existe un escudo antiopas del extranjero hasta final de año, activado en los primeros meses de pandemia por la pérdida de valor de algunas cotizadas. El Gobierno puede negar la entrada de empresas extranjeras que optan a más del 10% del capital de las empresas españolas de bandera.