Confebask prevé mantener al frente a Isabel Busto hasta el próximo verano

El consejo general de Confebask, su máximo órgano de decisión, se reunirá el próximo 20 de julio en un encuentro anual que sirve para hacer balance del año anterior. Todo apunta a que será en ese momento cuando se oficializará el cambio en la presidencia que, aseguran, se mantendrá precisamente hasta el próximo verano.

El sistema de designación del presidente de la patronal vasca tiene un carácter rotatorio y territorial. Así, cada cuatro años y por turno, le corresponde a una de las tres organizaciones que componen Confebask la designación de su máximo responsable. En julio de 2019 fue la patronal guipuzcoana Adegi la encargada de designar presidente, elección que recayó en el empresario eibarrés Eduardo Zubiaurre. Dentro de un año, y de acuerdo a ese sistema, será la patronal vizcaína Cebek la que realice la designación. Y cuatro años más tarde, le tocará a la alavesa SEA asumir la responsabilidad.

Este pasado mayo, y ante la baja por enfermedad de Eduardo Zubiaurre, fue precisamente la vicepresidenta que representa a Adegi, Isabel Busto, la que asumió de forma temporal el papel de máxima responsable de la organización. En ese momento ya surgió un debate interno sobre las opciones que existían ante la hipótesis de una retirada definitiva de Zubiaurre. Algunos sectores de la institución apuntaban a un adelanto en el relevo territorial -lo que hubiese conducido ya a la designación de un presidente en representación de la vizcaína Cebek-, mientras que una mayoría se inclinaba por respetar el periodo de cuatro años en manos de Adegi. Y esta será, indicaron ayer fuentes empresariales, la opción elegida.

La retirada de Eduardo Zubiaurre se produjo tras un periodo de fuertes tensiones entre la patronal vasca y el poder político -en especial el PNV y el Gobierno vasco-, a propósito de un informe elaborado por la asociación Zedarriak. El propio Zubiaurre, que siempre ha hecho gala de una gran independencia al frente de Confebask pese a haber tenido cargos de responsabilidad política en el PNV de Eibar, había respaldado públicamente las conclusiones de ese trabajo. Un informe, suscrito por catorce personalidades del mundo empresarial y académico, que esgrimía como conclusión de síntesis el hecho de que Euskadi ha perdido la posición de liderazgo económico que tuvo en el pasado. El trabajo destacaba la pérdida relativa de peso de la economía vasca en el conjunto del PIB español y el problema demográfico que supone el progresivo envejecimiento de la población; así como el desfase entre las necesidades de las empresas y los perfiles profesionales disponibles. Una descripción de la situación del País Vasco que fue considerada por el PNV como una crítica directa a su gestión de la Administración vasca en las últimas décadas.