![El coche eléctrico incrementa un 40% los beneficios de Gestamp](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202207/26/media/cortadas/riberas-ksaG-U170829257500hRC-1248x770@El%20Correo.jpg)
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El chasis propulsado por un motor de combustión o eléctrico es lo que comparten todos los coches. Esa es la clave en la que la compañía de ingeniería vasca de componentes metálicos Gestamp se ha apoyado para aumentar sus beneficios un 40% en el primer semestre del año, a pesar de la tormenta perfecta que vive la automoción con los problemas en el suministro de microchips semiconductores, la crisis de precios y la transición eléctrica en plena subida de los costes de la luz. El caso es que hasta junio la compañía de la familia Riberas ha elevado sus beneficios netos hasta los 117 millones, manteniendo las ganancias muy por encima de los 83 millones del mismo periodo del año pasado. Las cifras suponen dar la vuelta a las pérdidas de 120 millones de euros que registró la empresa en el año del covid, el 2020.
Incertidumbre económica
A pesar de todo, fuentes de la compañía insisten en que el futuro «está lleno de incertidumbre» y es necesario «estar preparados para lo que se avecina». El propio presidente de la empresa, Francisco Riberas, en la presentación de resultados ha destacado que «pese a la inestabilidad del mercado, Gestamp superó este periodo con buenos resultados y seguimos comprometidos con nuestros clientes para afrontar un futuro incierto». La sombra de la crisis inflacionista y el parón del crecimiento económico está afectando al sector automovilístico que acusa un parón como hoy mismo ha evidenciado General Motors. El gigante de fabricación automovilística ha presentado este martes una caída de beneficios del 20% en los seis primeros meses del año. Las posibles reestricciones del gas ruso como la escalada de los precios son nubarrones que amenazan tormenta en el horizonte.
Gestamp, en cambio, ha mejorado su trayectoria. Así, en el primer trimestre, aún manteniendo ganancias, acusó una caída del beneficio del 11%, mientras que hasta junio ha elevado su rendimiento neto hasta los 117 millones de euros, un 40% más que el año pasado. Ha sido la apuesta por el coche eléctrico y «el esfuerzo de proveedores y plantilla» lo que, según destaca el fabricante de chasis y estructuras para grandes constructores como Volkswagen, Ford, Renault o Mercedes, ha permitido mejorar el comportamiento del mercado.
El total de las ventas se incrementó hasta junio en un 19,5% alcanzando los 4.871 millones y el ebitda (beneficios antes de impuestos) creció también un 11,2% hasta los 554 millones. La rentabilidad, en cambio sí ha acusado el aumento de costes y, a pesar del incremento de la facturación, el margen se quedó en un 11,4% de las ventas, frente al 12,2% del pasado año. Un hecho que podría comprometer el objetivo de la empresa para este año de aumentar el ebitda en más de 100 millones, lo que supone elevar esta cifra entre un 12,5% o un 13% de las ventas.
Entre abril y junio las cifras de la empresa evidenciaron un gran comportamiento con un crecimiento de las ventas del 32,9% y un con beneficio que, en ese periodo, escaló un 125% respecto al 2021.
Apuesta eléctrica
La empresa presidida por Riberas desarrolla una apuesta importante en el vehículo eléctrico con el diseño y producción del 'battery box', la estructura del chasis que acoge la batería de los coches enchufables. De hecho, Gestamp participa activamente en todos los proyectos estratégicos de los grandes fabricantes europeos como en la planta de baterías de Volkswagen en Sagunto o en el proyecto de vehículo eléctrico de Mercedes.
En este desarrollo, Gestamp provee a los fabricantes, además de la caja de la batería, de otros elementos como tapas o piezas de tamaño extremo que aparecen en el diseño de estos nuevos componentes.
Incertidumbre rusa
Aún así, la situación en Rusia donde la compañía tiene cuatro plantas paralizadas sigue en 'stand by'. Si bien es cierto que el peso de la facturación del país ruso es relativamente pequeño en el global de Gestamp con 107 millones sobre el total de más de 8.000 millones de euros, las sanciones internacionales a Vladímir Putin han afectado a los centros de producción de la compañía en Rusia. Allí mantiene hoy a 459 trabajadores sin actividad para las plantas que abastecían a las fábricas de Volkswagen y Renault. Con el estallido del conflicto bélico, la marca germana paralizó su producción y Renault vendió sus activos el pasado 16 de mayo a su socio local, AvtoVAZ, la firma rusa heredera de la histórica Lada. El caso es que los gestores de la fábrica están analizando a los proveedores que necesitan, así como la gestión de las patentes de fabricación que serían determinantes para tratar de aclarar el escenario en Rusia para Gestamp.
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