«Las ayudas son insuficientes y la gran burocracia que implican les resta agilidad»

- ¿Cómo fue pasar de una empresa familiar a una multinacional?

- La empresa había crecido mucho y es cuando aparece el grupo Vinci. Fue un momento de cambio generacional y, tras analizar todos los aspectos, la decisión fue que por el bien del desarrollo de la empresa, lo más oportuno era la integración. Yo me quedo al frente y al año siguiente se desencadenó la crisis económica. Hubo que pilotar esos tres aspectos, cambio generacional, integración y reaccionar ante la crisis. Por lo tanto creo que puedo aportar mucho a los asociados de la Federación con esta experiencia.

- ¿En qué sentido?

- Esta experiencia me da un conocimiento directo de lo que son las ventajas y desventajas de una empresa familiar y también de una multinacional. Por eso me siento próxima a las necesidades que tienen las pequeñas y medianas empresas e, igualmente, entiendo perfectamente las necesidades que tienen las grandes.

- ¿Cuál es la motivación que le lleva a asumir puestos ejecutivos en organizaciones empresariales?

- Al comité ejecutivo de la Cámara de Bilbao llego en 2018 porque me llama directamente José Ángel Corres para formar parte del equipo. Esto me permite acceder a una visión más global de la situación económica de la industria del comercio, de la actividad económica de la provincia. Me gusta mucho aprender cosas nuevas; y si puedo aportar mi granito de arena, ahí estoy.

-¿Si hubiera sabido con antelación la crisis que venía con el Covid-19, habría presentado su candidatura a presidir la FVEM?

- La decisión de presentarme la tomo antes. Creo que puedo aportar mucho con mi experiencia y dar continuidad al trabajo desarrollado por José Luis López Gil. Pero después, la presentación de la candidatura la formalizo en marzo, en pleno estado de alarma. Ya se veía venir la crisis. Lo que nadie podía calibrar era la profundidad de la misma e incluso aún no se sabe. Esto es insólito. A pesar de todo creo que los objetivos por los que me presenté y mi motivación siguen siendo los mismos.

- ¿Cómo ve la situación?

- Esta crisis ha dinamitado todo lo que entendíamos que era normal. Ha volado por los aires nuestra forma de comprar, de vender, exportar, contratar, organizar los recursos, planificar. Primero la paralización, y ahora la distancia de seguridad necesaria, nos está dejando una economía mermada. En dos meses se ha perdido el tejido empresarial ganado en los últimos seis años y se han presentado más ERTE en estos meses que entre 2008 y 2011. A pesar de todo, creo que hay que ser optimista, pero al mismo tiempo realista. Siendo realista se puede empezar a trabajar.

- ¿Le ha tocado aplicar medidas laborales en su empresa?

- Sí. En Tecuni hemos hecho un expediente por causas productivas que afecta a toda la empresa. El comité de empresa lo entendió perfectamente y todo el mundo vio lo grave que era la situación. Hablando se entiende a gente y si eres claro explicando el porqué, normalmente los trabajadores lo entienden. Lo hicimos como medida preventiva, con la intención de utilizarlo lo menos posible. Actualmente sólo lo tenemos para siete personas porque no hemos recuperado la producción.

- La radiografía sectorial que difundió la pasada semana la FVEM muestra un panorama muy sombrío...

- Sí, la encuesta nos muestra que más del 90% de las empresas tiene problemas por la falta de actividad de los clientes y sólo el 59% espera tener una actividad superior al 50% en mayo y junio. Esto no es sostenible en el tiempo. Más de la mitad tiene una cartera de pedidos muy escasa y acabarán el año con pérdidas. En los próximos meses, además, empezaremos a tener problemas de falta de liquidez porque se espera un incremento notable de la morosidad, lo que generará problemas de tesorería en las empresas que, en el futuro, pueden hacer imposible la continuación de muchas compañías, sobre todo entre las pymes.

- ¿Por dónde se empieza?

- Toca trabajar en la reactivación lo más rápidamente posible. Nos encontramos con una gran incertidumbre económica y un contexto normativo cambiante casi a diario. Esto conlleva una gestión del corto plazo sin una visión clara del medio y largo. Es muy complicado este tipo de gestión. Es el momento de estar cerca de las pymes, de asesorarlas, de ayudarlas en el camino. Y aquí la Federación está haciendo una gran labor con información diaria de normativas que cambian a diario.

- ¿Las medidas y ayudas que se han puesto en marcha para respaldar a las empresas son suficientes?

- En las encuestas que realizamos la mayoría de las empresas considera que las ayudas son insuficientes para hacer frente a la situación, pero además que implican demasiada burocracia y hay poca agilidad. Reclamamos claridad normativa y agilidad en la tramitación de las ayudas.

- ¿Qué opinión le merece la posibilidad de que se derogue la reforma laboral?

- Creo que la reforma laboral fue una buena reforma en su día y la defiendo. Creo que ayudó mucho para poder salir de la anterior crisis, en todos los sentidos, incluso para generar empleo a medio plazo. Para mí es incomprensible y un grave error plantear una modificación de la reforma laboral sin diálogo y sin consenso con los agentes sociales. Y mucho menos en estos momentos tan convulsos en los que nos encontramos. Nos estamos acostumbrando a informaciones cambiantes en muy poco tiempo. Me gustaría que se vea el gran esfuerzo económico y de gestión que están haciendo las empresas para mantener el empleo.