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Las empresas en Euskadi han aguantado el encarecimiento de las materias primas, de la energía o de la financiación con las subidas de tipos de interés. Incluso han resistido el tropiezo de sus principales clientes: Alemania, Francia y Reino Unido. Pero con lo que no ... están pudiendo es con la falta de perfiles profesionales, que se convierte en un problema cada vez de mayores dimensiones.
Así se desprende del informe de coyuntura económica presentado ayer por la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM). El estudio señala que el 44% de las compañías ha desistido de cubrir una vacante por la falta de perfiles adecuados para el puesto. Es un problema que hace dos años ocupaba un alejado sexto lugar entre las principales preocupaciones y ahora sube a las primeras posiciones, mientras las perspectivas de negocio para este 2024 son «las mejores desde la pandemia», tal y como aseguró ayer la presidenta de esta patronal, Begoña San Miguel.
La entidad que ha alzado la voz no es cualquiera. El Metal en Bizkaia representa a un vector clave de la economía vasca en el que se integran la siderurgia, la matricería, la fabricación de material eléctrico o de transporte. Solo en este territorio suman un millar de empresas y 53.000 trabajadores que, en el pasado ejercicio, se incrementaron en 1.400 y para este año se espera ampliar con otros 1.000, si es que el mercado laboral responde.
Las perspectivas de las compañías son que la cartera de pedidos seguirá creciendo. Ya el año pasado las cifras igualaron a las de 2017, recuperando los estragos del covid. Eso sí, con un comportamiento muy irregular, ya que el primer semestre fue de un gran crecimiento y en el segundo se registró una severa desaceleración.
El director gerente de la organización empresarial, Adolfo Rey, insistió en que el paso del tiempo agravará el problema porque las jubilaciones no están encontrando relevo en trabajadores más jóvenes. Se acusa de forma más grave en la búsqueda de operarios para las tareas de producción, montaje y mantenimiento.
De las nuevas contrataciones, el porcentaje de autóctonos sigue cayendo hasta situarse en el 79%. Del resto, un 13% procede de otros lugares de España y un 7% lo hace desde fuera de la Unión Europea. Según explicó la presidenta de la FVEM, «Latinoamérica es uno de los orígenes a los que más se está mirando porque en la UE el problema es similar y no existe la barrera del idioma».
Debido a esta situación, la patronal vizcaína del Metal ha puesto en marcha, junto a la diputación, una iniciativa para reincorporar a parados de larga duración. En la actualidad trabaja con 300 personas que ha ido preparando para funciones que requerirán las empresas.
Buenas perspectivas
El caso es que, en todo lo demás, las perspectivas del sector son esperanzadoras y desafían el parón que la economía atraviesa en Europa y en países clave para las exportaciones vascas como Alemania o Francia. El informe de coyuntura, elaborado con encuestas sobre 500 empresas vizcaínas del Metal, sí refleja un frenazo en la segunda mitad del año, pero que no impidió que más de la mitad de las compañías aseguren que han recuperado la actividad tras la pandemia.
En cuanto a los resultados, el 80% de las empresas los han aumentado o han quedado de forma similar, si bien el crecimiento medio hasta junio de 2023 fue del 6,3% y en el segundo semestre se redujo al 1,46%. Así las cosas, las previsiones para este año dibujan «las mejores expectativas desde la pandemia» y, como reconoció San Miguel, si los tipos de interés se reducen, «mejorarán».
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