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Segio Llamas
Miércoles, 15 de marzo 2023, 18:15
Una gran mayoría de los jóvenes vascos desconoce donde estará su futuro, pero este miércoles las firmas que conforman la Federación Vizcaína de Empresas del ... Metal (FVEM) les han mostrado donde pueden empezar a buscarlo. Un total de 33 empresas del sector ha acogido durante la mañana a 800 alumnos de Bachillerato de una treintena de centros enseñanza para enseñarles su realidad laboral y para impulsar las vocaciones de las carreras STEM, centradas en la ciencia y la tecnología. Lo hacen a una edad, entre los 16 y los 17 años, en los los escolares tienen que comenzar a tomar decisiones que trazarán su carrera académica.
«Es verdad que tendréis que afrontar un futuro tan incierto como el que tuvimos que enfrentar nosotros, y sé que lo haréis y que trabajaréis igual de duro», les ha animado el lehendakari Iñigo Urkullu durante un acto celebrado a mediodía en el BEC, que ha servido de colofón a las visitas de la mañana. La propuesta del FVEM, Industria Erronka, movilizará durante el curso a un total de 3.000 alumnos de la ESO, Bachillerato y Grado Medio. «Os estáis preparando y comenzaréis a trabajar poco a poco, como hemos hecho todos. Participaréis en la nueva industria tecnológica y digital, y mejoraréis lo que habéis encontrado. Nos superaréis con creces, estoy seguro de ello», les ha animado en un encuentro que también ha sumado a la presidenta del FVEM. Tamara Yagüe les ha invitado a mirar a las economías más potentes de Europa, «aquellas donde los países que tienen más peso industrial en su PIB». «La industria es un mundo apasionante que necesita una gran variedad de perfiles y de talentos. Os invito a que dentro de unos años forméis parte de nuestro mundo», les ha invitado.
Para los alumnos del centro San José Jesuitak de Durango la industria ha tenido este miércoles el rostro de Rothenberger. La firma internacional le ha abierto las puertas de su planta en Abadino, donde trabajan más de 180 personas produciendo herramientas y maquinaria dirigidas a instaladores de agua, gas y calefacción. «Queremos quitar el rechazo inicial que pueda haber en los chavales enseñándoles que nosotros estamos contentos con nuestra decisión de venir aquí, y que éste es un trabajo ameno que puede despertar su interés», ha detallado su director, José Manuel Buces. Aunque su colaboración en el programa es altruista, saben que su futuro también depende del interés de los jóvenes en la industria. «Cada vez es más difícil encontrar gente comprometida», ha reconocido.
De los 25 estudiantes de 1º de Bachillerato técnico que han participado en la visita a la planta de Rothenberger, ocho eran chicas. Ellas han comprobado de primera mano la creciente presencia femenina en el sector a través de varios cargos de responsabilidad ostentados por mujeres como Lucía Gastañaga, al frente del área de recursos humanos. «Aquí pueden ver que los talleres han avanzado mucho, que la fuerza ya ha dejado de ser determinante y que las chicas pueden tener futuro estudiando soldadura o mecanizado», ha apuntado. Ella también ha detallado los distintos perfiles de personas en prácticas que suma actualmente la empresa, desde un trabajador que ha dado el salto desde la hostelería a los 46 años, a un joven de 16 en su primera experiencia laboral. «Contratar a alguien siempre es una inversión. Si esa persona decide irse a los tres o cuatro años, supone un coste, porque hay que volver a empezar la formación», ha reivindicado.
Durante la visita, la frase más repetida entre los jóvenes de Durango ha sido «todavía no tengo clara mi vocación». Así le ocurre a Ander Garrizabal, que ataviado con un chaleco reflectante y protectores sobre su calzado ha mostrado interés por las condiciones laborales del personal. «Yo no descarto trabajar en una empresa como ésta, aunque ahora mismo lo que más me llama son las finanzas», ha apuntado su compañero, Juan Larrañaga, quien ha reconocido que el ambiente en la planta «no es como me lo imaginaba».
La presencia de brazos mecánicos y la automatización de procesos, desde el almacenaje de piezas gigantescas hasta los recorridos en cadenas para completar su secado, han despertado la mayor curiosidad de los jóvenes. «No me esperaba que hubiera tantos robots. Entiendo que obligan a replantearse la formación a muchos trabajadores», ha señalado Iker Ugalea, que optó por el bachillerato técnico «porque me dijeron que era el que más opciones te abría. Como no lo tengo muy claro, me metí ahí. Además, el dibujo técnico se me da bien», ha defendido.
Entre las chicas, algunas tienen más definidos sus intereses. Tanto María González como Catalin Imaz apuestan por la arquitectura. «La verdad es que también me interesa como se crean los productos», ha señalado la primera. Alena Lorenzo, por su parte, no sabe donde terminará, pero quiere estudiar ADE y una ingeniería. «Esa parte la tengo clara», ha defendido la joven que ya conocía el mundo de la industria gracias a la relación de sus padres con un polígono industrial. También los progenitores de Eneko Astigarraga, otro de los alumnos del centro, le han acercado al mundo de la fábrica. «El ambiente que hay me hace pensar que éste es un trabajo que yo podría hacer. Sé que la industria te ofrece estabilidad, que es algo que personalmente valoro mucho», ha admitido el joven.
El técnico de I+D de la empresa, Mikel Isusi, ha sido uno de los guías de la visita, y ha aprovechado para recordarles a los jóvenes la variedad de carreras que se demandan en la planta. «Es mi primer contacto con una empresa real y la verdad es que me ha impresionado la cantidad de máquinas. Supongo que cada vez se necesitará que sepamos más de código y de programación», ha deducido el joven. Su compañero, Mikel Oceja, ha explicado que alguno de sus amigos acaba de incorporarse a una planta similar. «Han ido por FP y ya están trabajando. Desde fuera todas se parecen, pero cuando entras ves que cada empresa es un mundo propio. Lo bueno es que, por lo que me dicen, siempre hacen todo lo posible por ayudarte para que te integres, lo cual es tranquilizante», ha reconocido. Su profesor, Imanol Ardanza, ha acompañado a los jóvenes y ha recordado que la edad elegida para las visitas resulta idónea. «Ahora les viene muy bien saber cuáles son los perfiles que demandan las empresas porque el próximo curso ya tienen que empezar a elegir asignaturas. Luego deberán definir sus carreras», ha advertido.
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