![«Ser empresario nunca ha sido fácil. Hay que apretar los dientes, saldremos»](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202011/24/media/cortadas/empresario24-kSEI-U120854863134tTE-1248x770@El%20Correo.jpg)
![«Ser empresario nunca ha sido fácil. Hay que apretar los dientes, saldremos»](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202011/24/media/cortadas/empresario24-kSEI-U120854863134tTE-1248x770@El%20Correo.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Pese a tratarse de un acto mucho más sencillo de lo habitual y con un reducidísimo aforo de apenas una veintena de personas, la entrega de los premios Korta 2020 volvió a servir de homenaje a los empresarios vascos y de reconocimiento personal a ... los cuatro premiados: José María Bergareche, Jesús Guibelalde, Antton Suquía y José Luis Larrañaga. «Nadie dijo que tener una empresa fuera fácil y menos aún en los tiempos actuales de pandemia», señaló en su intervención la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia. El escenario «está plagado de incertidumbres», donde hay «decisiones sobrevenidas que condicionan todo tipo de actividad y los mercados no responden a lógicas conocidas».
Pero ante estas dificultades, «hay que apretar los dientes y tirar para adelante con espíritu emprendedor y positivo, porque de esta vamos a salir», añadió Tapia. Eso sí, asumió que para superar la crisis se precisa del esfuerzo «conjunto» de toda la sociedad porque «el gran reto que tenemos, frenar la pandemia y construir el futuro sin ponernos zancadillas, no recae exclusivamente en las instituciones ni tampoco en las empresas».
La consejera reconoció que «no está siendo una época sencilla para gestionar lo público»; y las decisiones que se toman, «con mayor o menor acierto, siempre se deciden en pro de un bien común» aunque a veces no sean del agrado de la sociedad.
Por su parte, el presidente de la patronal Confebask, Eduardo Zubiaurre, elogió la figura de los cuatro empresarios galardonados porque «encarnan a la perfección los valores que hicieron de Joxe Mari Korta una referencia para todos: calidad humana, empresarial, decisión y valentía para asumir riesgos personales y familiares». Y «gracias a la apuesta decidida por su proyecto, la sociedad vasca en su conjunto progresa».
Las empresas en Euskadi «nunca se han resignado», añadió, ni en tiempos de extrema dificultad «con una organización terrorista que nos amenazaba y asesinaba», ni en épocas de una recesión económica «que nos obligó a reinventarnos». Los empresarios tampoco cejarán en el empeño. «Ahora con la pandemia vivimos tiempos de gran incertidumbre y es en estos momentos cuando la labor constante y callada de muchos hombres y mujeres de empresa en Euskadi cobra una especial relevancia».
Zubiaurre apeló a no bajar los brazos y refrendó el compromiso de Confebask y las tres patronales territoriales -Adegi, Cebek y SEA- «con el país y nuestra intención de superar, juntos, esta crisis».
El presidente de 'El Diario Vasco' y consejero de EL CORREO reconoció la «valiosa herencia» de Joxe Mari Korta, cuya vida fue «un testimonio permanente de compromiso ejemplar con el trabajo y la prosperidad en Euskadi, protagonizando una defensa valiente de la libertad frente a la extorsión y la amenaza de ETA». José María Bergareche recordó a Javier Ybarra y Santiago Oleaga, asesinados por la banda terrorista, y apeló al conjunto de la sociedad a hacer un esfuerzo por «articular el relato desde la perspectiva de las víctimas». Quiso compartir el premio con los directivos, periodistas y trabajadores que le acompañaron «con generosidad y valentía» en su carrera.
El fundador del grupo guipuzcoano Sarralle, dedicado a la ingeniería y especializado en procesos industriales, expresó el «honor» que supone recibir «un premio ejemplar en el País Vasco». José Luis Larrañaga recordó que conoció a Joxe Mari Korta, el empresario que da nombre a los galardones, «en nuestra juventud. Ambos estudiábamos Humanidades y con el tiempo nuestra amistad se volvió más estrecha. Él fue y sigue siendo un referente para los empresarios de Gipuzkoa y Euskadi». Larrañaga se mostró «orgulloso» del trabajo realizado con sus socios -los hermanos Nemesio y Estanis Uriarte- y agradeció el esfuerzo de los 500 trabajadores de Sarralle.
'Alma mater' de la empresa alavesa IMAT, que diseña asientos para hospitales, universidades, estaciones marítimas y de ferrocarril y sobre todo para aeropuertos, Jesús Guibelalde reconoció la dificultad del momento actual. Pero tiene claro que «va a volver la normalidad». Cree que «no demasiado tarde se encontrará una solución definitiva contra la pandemia»; y mientras llegue, «hay que poner optimismo en nuestras vidas». Siempre ha sido su actitud vital, desde que con apenas 23 años puso en marcha su proyecto empresarial «y ahora exportamos el 90% de lo que producimos» a los cinco continentes. «La industria alavesa tiene una gran calidad», remató.
Comenzó su actividad profesional en su Zaldibia natal a los 18 años como fontanero. Y cuando se puso al frente de su proyecto empresarial -fundó Construcciones Sukia, centrada actualmente en la promoción inmobiliaria, principalmente en Bizkaia y Gipuzkoa-, tuvo claro que debía actuar con ética. «He pasado por cuatro o cinco crisis duras. Mi empresa ha estado en quiebra. Todos hicimos esfuerzos», recordó Antton Suquía. Porque un empresa es la suma «del trabajo en común de todos. El 'sálvese quien pueda no vale'. Si has trabajado bien, las personas luego te van a responder en tiempos difíciles». A su juicio, «una empresa hecha sólo para ganar dinero fracasará».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.