La empresa vasca alcanza un récord de dimensión con una media de 6,23 empleados

Esa tendencia de crecimiento del tamaño medio se ha mantenido en los últimos quince años, con algunas excepciones en los años de crisis, en los que se han registrado algunos descensos. Pese a todo, la brecha que separa el tamaño medio de las empresas vascas con lo que sucede en los países más avanzados del entorno aún es evidente. Así, las empresas alemanas tienen una media de 9 empleados, mientras que en Francia es de 8.

La evolución del entramado empresarial vasco revela una progresiva pérdida de peso de las microempresas -pese a que son una abrumadora mayoría-, que tienen menos de diez empleados. Este colectivo representaba el 93,33% en 2008 y ha perdido algo más de un punto para suponer el pasado año el 92,28%. Con ello han ganado peso todas las escalas superiores de tamaño. Las pequeñas -entre 10 y 49 empleados- suponen el 6,32%; las medianas -entre 50 y 249 empleados- son el 1,18% y las grandes, que son las que tienen más de 250 personas en plantilla, llegan al 0,25%. Pero esa tasa estaba en el 0,15% hace quince años.

Todos los expertos han señalado siempre el reducido tamaño de las empresas como uno de los problemas para aumentar la competitividad de la economía vasca, ya que son las grandes corporaciones las que realmente tienen recursos suficientes para poder desarrollar una política intensa de investigación y desarrollo. Esta cuestión, incluso, ha formado parte del programa de gobierno del Ejecutivo vasco en las últimas legislaturas, aunque con un escaso éxito a la hora de propiciar fusiones. Desde algunos sectores se ha puesto en evidencia que no solo no existen estímulos para que las empresas crezcan en dimensión, sino que incluso hay barreras legales y burocráticas que desaniman ese proceso, en especial cuando se quiere superar la cifra de 49 empleados. El propio gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Coz, se ha referido de forma reiterada a esas barreras como un freno al crecimiento.

Las grandes empresas no solo han aumentado su peso relativo en cuanto a número sino que también han acelerado su papel como principales empleadores en la sociedad vasca. Así, las grandes concentran en la actualidad el 32,75% de los contratos por cuenta ajena en Euskadi, lo que supone seis puntos más que en 2008. Mientras tanto, las microempresas han descendido también su cuota para pasar del 33,27% del empleo al 27,82%. Las pequeñas también han reducido su peso de forma leve, mientras las medianas lo han aumentado pero también de forma moderada.