De izquierda a derecha, Manu Alvarez, Javier Quesada Suescun, Javier Quesada de Luis, Sara Jainaga, José Antonio Jainaga, Pablo Jainaga, Jon Cañas y Juan Luis Cañas durante la mesa redonda celebrada en el Hotel Carlton. Fotografías: Ignacio Pérez
V Foro Empresarial Bizkaia

La empresa familiar se reivindica como motor económico y compromiso social

Sidenor, Teknia y la bodega Luis Cañas relatan la vivencia del paso en la gestión de la compañía a la siguiente generación

Martes, 7 de noviembre 2023, 01:03

Una junta de accionistas en un coche, un consejo de administración en una comida familiar de domingo o unas emociones que pesan casi tanto como el beneficio en una cuenta de resultados. Esas son circunstancias excepcionales que caracterizan a la empresa familiar, una realidad fundamental ... de la economía vasca que se analizó ayer en la quinta edición del Foro Empresarial Bizkaia, que organiza EL CORREO con la colaboración de Laboral Kutxa.

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En estas compañías, uno de los momentos más trascendentales es la incorporación de las nuevas generaciones a la gestión de la empresa. La sesión celebrada ayer en el Hotel Carlton y moderada por el corresponsal económico de este medio, Manu Alvarez, analizó tres casos de diferentes sectores con sus protagonistas: el del grupo industrial Sidenor, el fabricante de componentes de automoción Teknia y la Bodega de Rioja Alavesa Luis Cañas.

A pesar de las peculiaridades de las familias empresarias, el fundador de Teknia, Javier Quesada Suescun, recordó que «la primera responsabilidad de una empresa es que gane dinero». «Si no lo hace», recordó, «no cumple su valor social». Su hijo y actual director general de la compañía, Javier Quesada de Luis, apuntó además que de ese modo «se genera un impacto para las siguientes generaciones y para los trabajadores y su entorno».

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Precisamente el compromiso con el entorno fue el argumento reivindicado por Juan Luis Cañas, que recibió de su padre el negocio que ahora gestiona con su hijo, Jon, para explicar una de las decisiones más trascendentales de la historia de su bodega. Y es que, según relató, ante la oportunidad de «aumentar un 30% las ventas», prefirieron apostar por Rioja Alavesa, por su tipología de viñedo y por la calidad. Esta apuesta, explicó Cañas, ha mantenido la cantidad de producción pero con más valor añadido y «precios más altos, que hemos repercutido en nuestros clientes, en nuestros proveedores y en la comarca; porque a los que compramos uva, también se la pagamos más cara».

El presidente del grupo Sidenor, José Antonio Jainaga, recalcó también que este compromiso con el entorno es uno de los valores diferenciales de la empresa familiar porque «se nota donde duerme el primer ejecutivo en las decisiones de la compañía». «Hay una relación con la zona geográfica, el fundador tiene interés en que dure y es cuando surge el arraigo y una mirada a la comunidad que es cercana».

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La transición generacional es uno de los momentos críticos en estas compañías, en las que como comentó en broma Javier Quesada de Luis, los padres «hablan mucho». En el caso de Teknia, el impulsor de la empresa hace 30 años se ha jubilado y actualmente su hijo ejerce el papel de director general con un consejo de administración que acoge a varios independientes. Quesada hijo señaló que a veces «se lleva mal que tu padre te diga qué hay que hacer, pero has de saber que es por tu bien, para que seas mejor».

Las frases

Presidente Sidenor

José Antonio Jainaga

«Hay que fusionar empresas familiares. Con 8 ó 10 millones de facturación, los proyectos no son viables»

Fundador de Teknia

Javier Quesada

«Si una empresa no gana dinero, no está cumpliendo su función social. Es su primera responsabilidad»

Bodega Luis Cañas

Juan Luis Cañas

«Cuando progresamos nosotros, también lo hacen nuestros trabajadores, nuestros proveedores y sus familias»

Obsesión por el hijo sucesor

Jainaga explicó que muchas veces el problema de las empresas familiares está precisamente «en la obsesión de su impulsor para ser sucedido por uno de sus hijos». «Hay que ver si quiere y si vale», insistió. Su propio hijo, Pablo Jainaga, que dirige la sociedad que gestiona las participaciones empresariales, Clerbil, explicó la necesidad de «hacer un ejercicio de honestidad porque hay que tener aptitud y hay que saber qué puede aportar uno, además de tener voluntad». En esta línea también ahondó Jon Cañas que, tras un periodo profesional en la siderurgia comenzó a trabajar en la bodega de su familia. «Entré desde abajo y fui haciendo de todo», explicó tras señalar que los «hijos deben ser humildes».

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Y es que en el ADN no se hereda el liderazgo. Así lo explicó Sara Jainaga, directiva de Sidenor, al señalar que «es una cuestión que depende de la situación personal, la educación o las vivencias». Jainaga señaló también la importancia de que este momento llegue con la gestión de la empresa muy profesionalizada.

Otra de las cuestiones que puede provocar roces en la gestión es el ímpetu de los hijos. Como explicó Quesada de Luis, «hay una edad en la que pierdes un poco las ganas de arriesgar». Jon Cañas también se refirió a este aspecto cuando confesó que «sé hasta dónde puedo llegar con mi padre, él tiene experiencia y yo ganas de hacer, de conocer».

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Uno de los principales retos para estas compañías, más allá del proceso de transición familiar, es el tamaño empresarial. Así lo señaló José Antonio Jainaga al precisar que es la llave que abre la puerta de una compañía a la internacionalización o la innovación. En este sentido insistió en que una empresa con una facturación de 8 ó 10 millones es «inviable, es necesario unirse» venciendo las diferencias que tiene cada proyecto.

Organizadores

Txomin García | Presidente Laboral Kutxa

«Estamos identificados con la empresa familiar»

El presidente de Laboral Kutxa, Txomin García, destacó ayer en el Foro Empresarial Bizkaia que el mundo de las cooperativas y las empresas familiares «tenemos aspectos en común». El máximo responsable de la entidad financiera explicó que ambas filosofías priman el largo plazo y presentan un alto grado de compromiso con las entidades locales que «aumenta el bienestar de la sociedad». El presidente de la cooperativa de crédito, que finaliza su mandato en este ejercicio, destacó que, «aunque no ha sido fácil», «hemos completado una narrativa con valores y un planteamiento de futuro que, como ocurre en la empresa familiar, seguirá con otras personas». Una trayectoria que el banco viene dibujando desde sus inicios en 1959.

Iñigo Barrenechea | Director General de EL CORREO

«Aportan estabilidad y cierta tranquilidad en un mundo convulso»

El director general de EL CORREO, Iñigo Barrenechea, inauguró ayer el Foro Empresarial Bizkaia. Un evento que ha llegado a su quinta edición y que para Barrenechea «se ha consolidado como una cita clave para analizar el presente y el futuro del tejido empresarial del territorio». El directivo defendió que el foco de la cita iluminara la empresa familiar «porque es un tipo de compañía con una idiosincrasia muy característica que cobra especial relevancia en un mundo cada vez más convulso». Por ello, Barrenechea aseguró que «la empresa familiar aporta estabilidad y cierta tranquilidad» en una coyuntura cada vez más compleja por las sucesivas crisis internacionales. Además, insistió en que es una garantía para el arraigo.

No bajar los impuestos es la «tumba industrial» de Euskadi

«Hay que utilizar las herramientas fiscales para que no haya una fuga de empresas, sobre todo a Madrid». Con esa contundencia lo recalcó ayer el presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, en el Foro Empresarial Bizkaia que organiza EL CORREO y Laboral Kutxa.

El empresario industrial señaló que el problema de la marcha de empresas «cava la tumba industrial de este país» y reclamó la necesidad de bajar impuestos y «no retraer dinero de las compañías». Fue la reflexión que lanzó sobre las dificultades que atraviesa la empresa en Euskadi y en la que insistió en la necesidad de «dignificar al empresario», porque «no es una persona que disfrute echando a gente y cerrando plantas». «El país vive de las empresas», insistió.

En la jornada participaron otros directivos de compañías familiares para analizar los retos para este sector. El fundador del fabricante de componentes de automoción, Javier Quesada Suescun, también intervino para explicar que «las administraciones no hacen las cosas mejor que las empresas» e insistió en que «no pido ayudas, sino que los impuestos sean más bajos y que me dejen trabajar».

Colegios y euskera

El regreso de los jóvenes que salen a trabajar fuera de Euskadi fue otro de los retos señalados. En esta cuestión volvió a surgir la situación de los colegios y la demanda que los empresarios vienen realizando para facilitar la escolarización de alumnos que vienen de fuera del País Vasco y que no tienen manejo del euskera.

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