La recaudación vasca sube un 7,3% gracias al empleo, pero los ingresos por IVA se desinflan

Pero, en el trazo fino, el comportamiento de los tributos es dispar por primera vez en dos años. El IRPF, que se nutre de las nóminas que cobran los trabajadores en Euskadi, sigue creciendo con mucha fuerza y es el que sostiene el aumento de la recaudación. El hecho de que los afiliados a la Seguridad Social hayan superado el millón en este año se ha dejado notar y el Impuesto de la Renta es el que más crece con 298 millones más sobre el 2022 (8,4%). Una cantidad que sirve para cubrir la caída en el IVA de gestión propia, que se ha dejado 53 millones (-2,07%) respecto al año pasado. Es la primera vez que este impuesto que grava el consumo presenta datos negativos desde la espiral inflacionista iniciada en 2021.

Según los datos facilitados este lunes por las haciendas forales de Álava y Gipuzkoa, Bizkaia lo hizo el pasado viernes, también se marca esta tendencia en los ajustes del IVA con el Estado. Los datos aportados desde Bilbao y Donosti presentan flujos negativos con la Agencia Tributaria –42 y 29 millones respectivamente y en ambos casos una caída por encima del 6%–.

Son datos que evidencian ciertos síntomas contradictorios de la economía. Por un lado, un crecimiento que se deja notar en el empleo, pero que convive con cierta desaceleración industrial y un enfriamiento de las exportaciones. El caso es que, según los números del IVA, la subida de precios se estaría traladando a un freno en el consumo.

Aún así, hay que tener en cuenta que la cifra ofrece un foto puntual que depende de los diferentes procesos de tramitación de impuestos y que todavía no ha recogido el impacto del turismo en un verano de récord para Euskadi.

El IRPF, donde se incluyen las retenciones por los rendimientos profesionales y económicos, representó hasta julio casi 4 de cada 10 euros de los que entraron en las arcas públicas vascas. Así, solamente en el apartado de las retenciones sobre ganancias económicas y profesionales de este tributo, el incremento fue de 404 millones, un 11,6% más.

El otro grifo que aportó fue el pago de impuestos que realizan las empresas en Euskadi. Hasta julio, un total de 884 millones de euros, lo que supone 182 más que el año pasado y un 25% de crecimiento, si bien es cierto que en 2022 se activaron varias medidas excepcionales y retrasos para paliar en las compañías las consecuencias de la crisis generada por la guerra en Ucrania.

Por territorios, Bizkaia es el que mejor comportamiento desempeñó con un crecimiento del 10,2% y un total de 6.054 millones recaudados. Aunque la diferencia de procedimiento de las haciendas en el cobro de los diferentes tributos hace complicado establecer comparaciones en mitad de ejercicio, la Diputación de Bizkaia se beneficia de elementos como repartos de dividendos empresariales. También opera en las arcas forales de la Gran Vía de Bilbao una resolución de la Junta Arbitral que permitió recaudar a este Territorio un total de 56 millones el pasado mes de abril.

Álava aumentó el cobro de impuestos hasta julio en un 5,5% ingresando 1.310 millones. Es la provincia vasca que menos impacto acusa en el IVA. En la gestión propia de este impuesto indirecto no ve disminuir sus ingresos, sino que los eleva un 8,5%, hasta los 383 millones.

Gipuzkoa es el territorio donde la recaudación se mantiene más plana. Tras los datos hechos públicos ayer, solo ha crecido un 2,3%, 60 millones más que el pasado año hasta julio.