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Cuando internet daba sus primeros pasos, en la década de los setenta, pocos creyeron en su potencial. Hoy en día, la digitalización ha transformado nuestra realidad y todas las empresas la ven como clave para seguir creciendo y siendo competitivas en el futuro. Ese ... nuevo escenario requiere además perfiles profesionales que sean capaces de adaptarse al mundo digital; que cuenten con capacidad analítica, pero que a su vez permanezcan conectados a la realidad, al día a día.
Para debatir sobre estas cuestiones, EL CORREO y Telefónica han reunido a representantes de relevantes empresas vascas y a la diputada de Desarrollo Económico de la Diputación Foral de Bizkaia, Ainara Basurko. El encuentro, que abrió el director general de EL CORREO, Iñigo Barrenechea, y moderó el corresponsal económico de este diario, Manu Alvarez, contó con la presencia de José Zudaire, director del área de Personas y Organización de Petronor, y de Marcos Pineda, director general corporativo de Sidenor. También participaron en el coloquio Javier Benito, director de Telefónica en Euskadi, y Ana Flórez, responsable de Innovación de Territorio Norte de la compañía, como representantes de una de las firmas que están liderando la transformación digital y ayudando a impulsarla en otras muchas empresas del territorio.
Ainara Basurko | Promoción Económica
La integración del mundo digital ha permitido llevar más allá los procesos de las industrias tradicionales. «A través del análisis de los datos llegamos a conclusiones que antes eran imposibles», apuntó en el encuentro José Zudaire, de Petronor. Actualmente, el principal reto para la petrolífera es la integración de los perfiles digitales con los procesos industriales. «Queremos que ese talento joven que atraemos hable con los trabajadores más veteranos, que saben sobre procesos, y que del diálogo de esos dos mundos salgan cosas nuevas».
Lo mismo ocurre en Sidenor, donde incorporaron la tecnología digital en algunos de sus procesos. «Esto va a ser un viaje largo, que va a cambiar el mundo», destacó Marco Pineda. Aunque la siderúrgica todavía no ha incorporado a su plantilla perfiles absolutamente digitales. Y es que «la capacidad digital no lo es todo, al menos en la industria».
Javier Benito | Telefónica Euskadi
En ese sentido, Sidenor ha desarrollado un proyecto internacional denominado ESSA, a través del cual ha generado un debate con otras empresas internacionales del metal para establecer cuáles son las habilidades que debe tener el profesional del futuro. «De este modo llegamos a dibujar un mapa de competencias. En el futuro, los profesionales tendrán que ser capaces de adaptarse más rápido».
En ese futuro, con una realidad muy cambiante, los trabajadores deberán tener capacidad de analizar los datos para tomar decisiones. «Esa será una competencia esencial, junto a la de saber comunicarse», agregó Pineda. Se trata, en definitiva, de una serie de capacidades que no se adquieren en el ámbito académico, sino que forman parte de las 'soft skills', competencias y rasgos de personalidad -inteligencia emocional, habilidades sociales...-, que facilitan luego el buen desempeño en el puesto de trabajo.
José Zudaire | Petronor
Las administraciones, muy en contacto con el tejido empresarial vasco, tienen un conocimiento profundo de la situación en la que se encuentran las compañías. «En las entrevistas que tenemos con las empresas suele aparecer como uno de los factores críticos la dificultad de encontrar talento joven», dijo la diputada Ainara Basurko, quien recordó que según el Índice de Economía y Sociedad Digital (DESI) de 2019, en España quedaron sin cubrir 300.000 puestos de trabajo y el 60% de las compañías tenían dificultades para encontrar talento digital. Esa situación es similar en Euskadi, donde «las empresas compiten por retener y atraer ese tipo de talento».
Muchas de las compañías del territorio han avanzado en su transformación digital de la mano de Telefónica. «Entienden que tienen que digitalizarse, pero primero hay que pensar en un plan y ver cómo puede ayudar la tecnología en su actividad», destacó Javier Benito, director de la empresa de telecomunicaciones en el País Vasco.
Digitalizarse supone dar un salto de fe, un camino que conoce bien la responsable de Innovación de Telefónica, Ana Flórez. «Hemos tenido la suerte de ayudar a empresas referentes del territorio en su transformación digital». En ese sentido, desde la compañía les han animado a «no tener miedo» y a «abrirse al ecosistema de innovación».
La integración de ambos mundos ha transformado también los equipos de trabajo, que cada vez suelen ser más diversos. En Telefónica, las nuevas contrataciones tienen diferentes perfiles: «Estamos incorporando profesionales científico-tecnológicos (conocidos como perfiles STEM), de Administración y Dirección de Empresas, de Derecho...», apuntó Benito. Ese equipo plural cuenta además con capacidades técnicas, aunque encontrar ese nivel de capacitación no siempre es fácil. «Es complicado dar con personas que tengan conocimientos técnicos y que a la vez sepan relacionarse con otras personas».
Ana Flórez | Telefónica
Para lograr esas habilidades que tan desesperadamente buscan las compañías, es esencial que el ámbito académico se adapte al del mercado laboral. «Hay cierto recorrido en la formación reglada. A los estudiantes les falta una capa de experiencia y es fundamental», señaló José Zudaire. Para lograr ese 'barniz' formativo, «existe mucha oferta de postgrado, pero sería bueno que también se aplicara en los estudios de grado», apostilló.
No ocurre lo mismo con los estudiantes de Formación Profesional, que al acabar sus estudios sí cuentan con esas capacidades, entre las que están «una mayor predisposición y conocimiento». En cuanto a los estudiantes universitarios, para adquirir esa formación adicional «deben buscarla fuera de las aulas». Por ello, Zudaire considera que se debe hacer «un esfuerzo» desde el ámbito académico.
Se trata de un debate que lleva tiempo encima de la mesa de las instituciones. «Hoy en día los niños son digitales desde que nacen y van más avanzados que el sistema educativo», opinó Ainara Basurko. Esa situación obliga a que el ámbito formativo se «acelere» para cubrir las necesidades educativas de los alumnos y perfeccionar sus habilidades digitales.
Además de las competencias digitales, la diputada de Promoción Económica enfatizó que el sistema educativo debe «fomentar el espíritu emprendedor» y establecer mecanismos para cerrar la brecha de género en las carreras STEM, en las que hoy en día sigue habiendo más hombres que mujeres.
Marcos Pineda | Sidenor
Todos los participantes en la mesa redonda coincidieron en que la formación dual que se aplica en los cursos de Formación Profesional está dando muy buenos resultados. «Es una técnica que podrían implementar las universidades», deslizó Basurko. Lo que está claro es que el sistema formativo no puede ser ajeno al entorno empresarial que lo rodea, y que hay que trabajar por acercar esas dos esferas. «Es fundamental que se haga un esfuerzo por redefinir las carreras, incorporando nuevas capacidades. Entre ellas la de la iniciativa y el emprendimiento», reiteró la diputada.
Javier Benito, de Telefónica, también señaló que implementar el modelo dual en la Universidad sería «un acierto». «La Universidad de Mondragón es la que mejor está incorporando esos métodos de enseñanza en los grados», aseguró. En un mundo sacudido por la transformación digital, la realidad de las empresas cambia a mayor velocidad que nunca y esa vorágine hace que los empleados de las compañías deban estar formándose continuamente.
Para hacer frente a las nuevas capacidades que requiere su puesto de trabajo, «la formación debe tener esa misma adaptabilidad. Al final, el sistema educativo tarda tanto en cambiar que para cuando lo hace, ya está obsoleto», concluyó el director de la compañía de telecomunicaciones en el País Vasco.
Los tiempos cambian y con ellos las perspectivas laborales. Los jóvenes son conscientes de que, al contrario que sus padres, ellos no pasarán toda la vida trabajando en la misma empresa. «Lo de estar en una compañía durante 30 o 40 años se ha acabado», constató durante el debate Javier Benito, director de Telefónica en Euskadi.
Esa nueva visión hace que haya una mayor movilidad en el mercado laboral, lo que dificulta la capacidad de las empresas para retener el talento. «Ahora se mueven por proyectos». En ese contexto, la compañía que plantea un reto atractivo es la que consigue mantenerlo. El secreto consiste, por tanto, en «motivar» a los nuevos trabajadores.
En la refinería de Petronor se están esforzando por idear nuevos proyectos retadores para captar el interés del talento joven. «Estamos trabajando mucho en ese aspecto y estamos planteando retos que tienen que ver con la Inteligencia Artificial y la adaptación de algoritmos a nuestros procesos. La verdad es que nos está funcionando», añadió José Zudaire.
La atracción del talento es también un reto capital para las instituciones. Entre otros proyectos, la Diputación apoya la red Bizkaia Talent, que conecta a jóvenes en el extranjero con ofertas laborales en Euskadi. Ainara Basurko señaló que para que vuelvan, «hacen falta nuevos modelos de empresas basados en la participación de las personas, en el trabajo en equipo, que ofrezcan la capacidad de desarrollar tu carrera profesional... Una serie de intangibles por los que se mueven los jóvenes».
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