ELA lleva tiempo centrando su estrategia en ensalzar las huelgas y su capacidad de sostenerlas con su potente caja de resistencia, su principal instrumento de 'marketing'. Ayer reforzó esta apuesta con el mensaje de que eleva hasta los 1.389 euros mensuales la cantidad con ... que cubrirá a sus afiliados que se involucren en un paro.
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El anuncio lo hizo el secretario general del sindicato, Mitxel Lakuntza, durante la presentación del informe sobre negociación colectiva en 2023. «A más huelgas, más y mejores convenios», proclamó durante su intervención. Destacó que ELA había liderado la conflictividad el año pasado al ser convocante del 70,5% de los paros mientras que el siguiente en el ránking, LAB, estaba a mucha distancia con el 29%. Ambas centrales nacionalistas mantienen un enconado enfrentamiento.
Para ELA la caja de resistencia es su seña de identidad. Según el informe presentado ayer, en 2023 se beneficiaron de esa hucha 6.991 personas, cuyas indemnizaciones absorbieron uno de cada cuatro euros obtenidos con las cuotas de afiliación, que rondan los 26 euros al mes. Los ingresos por esos pagos ascendieron a un total de 23 millones de euros en el ejercicio, a los que se sumaron dos millones de euros en subvenciones.
Lakuntza, que estuvo acompañado por el responsable de negociación colectiva, Pello Igeregi, y la responsable de la federación de servicios, Mari Kruz Elkoro, aseguró que los convenios que había firmado el sindicato recogían una subida salarial del 6,5%, muy por encima del 4,2% acordado por otras centrales. «La diferencia entre unos y otros está en las huelgas y el factor determinante es la caja de resistencia», afirmó.
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No obstante, cabría destacar que el convenio con más trabajadores afectados que firmó el año pasado ELA, el del Metal de Gizpuzkoa, se saldó sin un solo día de paro. En el pasado ejercicio se produjo un avance extraordinario de la negociación colectiva, ya que se firmaron en Euskadi un total de 26 convenios sectoriales, que cubrían a 164.300 trabajadores. ELA participó en 14 de ellos, que incluían a 103.104 asalariados, buena parte de ellos en Gipuzkoa.
En 2023 las huelgas convocadas por ELA se centraron especialmente en el sector público, algo que el Gobierno vasco le ha reprochado al sindicato al considerarlo una estrategia de desgaste. Para el sindicato, «este ámbito es el principal vacío de la negociación colectiva porque no ha habido acuerdos desde 2010».
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